Las monedas de las economías emergentes se encuentran en proceso de
eliminar todas las ganancias acumuladas en 2023. Esto se debe a la
creciente inquietud sobre la economía china y
las tasas de interés en Estados Unidos,
lo que está afectando negativamente los activos de mayor riesgo.
El real brasileño
experimentó una notable disminución en la semana, quedando al borde de
registrar su mayor racha de pérdidas en más de dos años. En
paralelo, el índice MSCI de divisas de países en desarrollo está atravesando su trimestre más desfavorable en 2023, con
una caída que lo sitúa apenas un 0,1% por encima del nivel de finales de 2022.
La semana pasada, un índice similar de acciones ya había eliminado su progreso
anual.
Divisas: a qué
se debe esta dinámica
La expectativa de
que la Reserva Federal mantenga las tasas de interés
altas y durante más tiempo, en medio de señales de fortaleza de la
economía y dudas sobre las perspectivas de crecimiento de China, disparó la volatilidad mundial, llevando a los
operadores a deshacer posiciones alcistas en los mercados emergentes. El
repunte de los precios de petróleo, que alcanzaron su nivel más alto en un año,
aumenta aún más la incertidumbre.
Asimismo, la venta
masiva de los bonos mundiales, motivada por el hecho de que el
crudo alcanzó nuevos niveles en su precio, está provocando una liquidación de
riesgos más amplia en las divisas.
El desplome del
real a lo largo de las últimas siete ruedas, 3,9% según Bloomberg, no alcanza a ser la mayor entre las economías emergentes.
Asimismo, el forint húngaro y el peso colombiano han caído al menos un 4% cada
uno, mientras que el peso mexicano está cerca, con una caída del 3%.
La dinámica del
real se explica por las intensas salidas de los últimos días que
empujaron al llamado casado, la diferencia entre su precio al contado y
el contrato de futuro más corto negociado en la bolsa local, a territorio
negativo. Eso coloca al mercado en lo que los inversores llaman
"backwardation", con precios al contado, superiores a los futuros,
aunque Brasil tenga tipos más altos que Estados Unidos. Es un acontecimiento
poco frecuente que solo se produce en ecos de alta demanda de dólares físicos.
De acuerdo con
Bloomberg, el aumento de la volatilidad mundial le quita el atractivo a las
divisas para los carry traders, ya que el riesgo de posicionarse en estos
activos aumentó sin verse totalmente compensando por una mayor rentabilidad. El
real ofrece ahora la relación más baja entre carry y volatilidad desde enero, y
el peso mexicano, percibido como el rey del carry, es también
significativamente menos atractivo.
Según los
estrategas de Wells Fargo, "la combinación de una economía estadounidense
resistente, una Reserva Federal agresiva y los retos económicos en China está
pensando sobre los activos sensibles al riesgo".
La tasa manda:
Argentina necesita más instrumentos de cobertura
Por Salvador
Di Stéfano - Mientras el congreso de Estados Unidos trabaja contra reloj para aprobar un
acuerdo presupuestario, la amenaza de cierre de reparticiones públicas
en dicho país sigue latente. A esto se le suma que la Reserva Federal de Estados
Unidos (FED) empuja una suba de tasas de corto plazo y los rendimientos de los bonos de tesorería
están a la suba. La tasa de la letra a 6 meses del tesoro americano rinde el
5,6% anual, a 2 años el 5,14% anual y 10 años el 4,61% anual.
La suba de la tasa de largo plazo en Estados Unidos invita a una
devaluación de las monedas emergentes, que en el caso de Brasil el real
vuelve a cotizar por encima de 5 reales por dólar.
En este escenario
de dólar fortalecido en Estados Unidos, tasas en suba y monedas emergentes
devaluándose deberíamos esperar una baja de las materias
primas, pero está ocurriendo todo lo contrario, el desabastecimiento de
petróleo en Estados Unidos hace que el precio del barril se ubique por encima
de los U$S 90 dólares, lo que empuja al precio de la gasolina y a los índices
de precios a la suba.
Las materias primas
agrícolas parecerían estar en un piso, y no descartamos que en breve tengan un
despertar alcista, en el marco de muchos problemas climáticos a escala mundial.
Por ahora, y solo por ahora, el trigo a diciembre 2023 vale U$S 231, el maíz a
abril 2024 U$S 191 y la soja a mayo 2024 U$S 341 la tonelada.
Las reservas del
BCRA
En Argentina las reservas se ubican en U$S 27.055 millones, es cierto que el
contexto internacional no ayuda, pero nosotros ponemos poco para
revertir el escenario incómodo que vive el peso en el mercado.
Los pasivos
monetarios remunerados suman $ 21,0 billones, y los no remunerados $ 6,5
billones. El dólar de equilibrio ya se ubica en los $ 1.000.
El dólar vaca
muerta no da señales de vida, y la vaca viva (exportación de carne vacuna) no
tiene baja de retenciones, con lo cual no vemos en el horizonte un ingreso
importante de dólares a las arcas del Banco Central.
En este contexto,
el dólar blue se puso picante y amenaza con superar los $ 800, el dólar contado
con liquidación está en $ 790 y el dólar MEP en $ 690.
El gobierno logro
colocar deuda por $ 534.270 millones, de las cuales renovó $ 250.494 millones,
y logró financiamiento genuino por $ 283.776 millones. Esto demuestra que el mercado sigue
financiando al gobierno en la previa de las elecciones presidenciales. Los que
están vaticinando un corralito están totalmente equivocados.
Lo que viene
para la inflación
Estamos en la
última semana de septiembre, para octubre conoceremos el índice de
inflación que podría estar en torno de los dos dígitos, y el Banco Central tiene margen para
no subir la tasa de interés que se ubica en el 118,0% nominal, pero que medida
como tasa efectiva se ubica en el 209,0% anual.
El dólar futuro se
puso muy picante, el dólar diciembre se ubica en $ 648,0 y la tasa implícita es
del 334% anual. La posición más larga es agosto del
año 2024 cotiza a $
1.110 y tiene una tasa implícita del 234% anual. Claramente el mercado está
descontando una devaluación creciente, alta tasa de inflación y consecuentemente
una tasa de interés que evolucionará positivamente.
El dólar futuro
octubre se ubica en $ 388 y la tasa implícita es del 116,5% anual, esto implica
que el mercado descuenta que la elección presidencial se definirá en segunda
vuelta, ya que no registra una gran volatilidad el dólar futuro octubre.
Tampoco vemos un volumen importante en el mercado del dólar futuro, entre todas
las posiciones el interés abierto suma U$S 3.700 millones. Demasiado tranqui
todo.
Conclusión
Si el congreso
americano llega a un acuerdo presupuestario, creo que veremos una suba de las
acciones en Estados Unidos
y una baja de la tasa de retorno de los bonos de tesorería americano, eso
debería dejar espacio para que la bolsa local comience el rally preelectoral de
bonos y acciones.
Las Obligaciones
Negociables han sido el activo preferido por muchos inversores. Mientras que un
bono soberano como el AL30 rinde el 38% anual, obligaciones negociables de YPF
bajo ley extranjera con vencimiento en el año 2029 y 2033 rinden el 9,7% anual.
Un plazo fijo rinde
una tasa nominal del 118% anual, un bono que ajusta por tasa de inflación o
dólar mayorista tiene una tasa negativa del 8% anual para un vencimiento a
febrero del año 2024. Un bono que solo ajusta por dólar mayorista a abril de 2024
tiene una tasa negativa del 2,3% anual.
Una obligación
negociable con pago de amortización parcial y vencimiento a febrero del año
2026 rinde solo el 3,76% anual, cuando un bono de tesorería americano a 3 años
rinde el 4,9% anual.
Evidentemente en Argentina faltan instrumentos de cobertura, por eso vemos que
los precios de los bonos son muy elevados, y no invitan a ser elegidos
como cobertura. Esto es negativo para el gobierno, porque muchos inversores se
inclinan por cubrirse en dólares billete y elevan la cotización de lo dólares
alternativos generando mucho ruido en la city. Es muy probable ver a estos
dólares por encima de $ 800.
Las alternativas
combinadas de compra de Obligaciones Negociables, toma de caución e incrementar
posición comprada luce positiva en el contexto actual, máxime cuando la tasa de
caución se ubica en el 100% anual.
Vemos que lo más
económico que hay en el mercado son los bonos soberanos, ya que un bono como el
AL30 en U$S 30 luce sumamente atractivo frente al resto de las alternativas. Lo
mismo ocurre con el bono AE38 que vale U$S 32, y durante el año 2024 pagará U$S
4,25 de renta.
Consideramos
que el próximo gobierno, gane quien gane, honrara los vencimientos de
la deuda pública del mes de enero del año 2024, con lo cual comprar bonos
soberanos parece una buena opción en el marco de rentabilidades muy
amarretas de los bonos indexados y las obligaciones negociables de empresas
nacionales.
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