Por Pablo Wende -
La devaluación que dispuso el Banco Central el 14 de agosto, un día después de
las PASO, ya quedó totalmente sepultada por la inflación. Según los datos
divulgados por el propio BCRA, toda la mejora del tipo de cambio real que se
había conseguido luego del salto cambiario desapareció, reflejando de manera
oficial lo que ya es evidente: el ajuste del dólar generó un rápido traspaso a
precios.
El índice de tipo
de cambio real multilateral refleja que los $350 del dólar mayorista actual
había saltado a los $423 el día que se definió el salto discreto, de acuerdo a
la estimación realizada por Ramiro Castiñeira, director de Econométrica. Sin
embargo, el aumento de la inflación y el congelamiento del dólar oficial
dispuesto en aquel momento borraron muy rápido aquel salto.
Este cálculo surge
del Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral que elabora el Banco Central,
que se ubicaba en 97 puntos a principios de agosto, luego saltó a 115,8 puntos
tras el salto devaluatorio y ahora retornó a esa misma zona de 97 puntos.
La consecuencia es
que la devaluación solo sirvió para generar más inflación, en un contexto de
fuerte emisión monetaria y elevada incertidumbre. En cambio, no logró lo que se
busca de cualquier ajuste real del tipo de cambio: una mejora de la competitividad
de la economía, fomentando tanto las exportaciones como una liquidación más
rápida de las divisas, ante la posibilidad de aprovechar un tipo de cambio real
más alto. El ministro de Economía y candidato presidencial Sergio Massa aseguró
que el FMI exigía una devaluación mucho más pronunciada (del 60%), pero que el
Gobierno solo accedió a que fuera del 22%. En agosto el tipo de cambio nominal
subió 27% en total, tomando en cuenta el ajuste gradual que hubo en las semanas
previa a las PASO a través del esquema conocido como “crawling peg”. |