El precio de las materias primas una
vez más comienza a tener impacto en el mundo. En este caso, el petróleo logró
niveles máximos del año y volvió a amagar con alcanzar los u$s100 el barril.
Esto impacta de lleno en las economías emergentes y
sobre todo en Argentina, que pese a que la necesidad de importar se hace menor
gracias al potencial de Vaca Muerta, es un factor externo que puede impactar en
mayor o menor medida en la economía local.
En el ámbito
internacional, este lunes los futuros de petróleo crudo WTI caen
0,2% hasta los u$s89,89. En tanto, el precio de los futuros del Brent cae
u$s91,86 tras ceder 0,1%.
El sector
energético, que requirió una
fuerte demanda de divisas en 2022 por la guerra en Ucrania, este año le traerá alivio al Banco
Central. Solo en los primeros siete meses, las importaciones de energía cayeron
u$s 3.500 millones comparado con el mismo período del año anterior.
Este 2023, la balanza comercial energética,
que es la diferencia entre las exportaciones y las importaciones, cerrará en equilibrio, y para el 2024 se espera que sea
fuertemente superavitaria, un hecho que no ocurre hace más de una
década.
El petróleo subió
un 30% desde mínimos del año y alteró la dinámica de los países en desarrollo. El encarecimiento del crudo
reaviva las presiones sobre los precios a nivel mundial y reduce las esperanzas
de que bajen las tasas al tiempo que impacta en los países importadores de energía.
Es un cambio que
puede trastocar las apuestas de los optimistas de los mercados emergentes, que habían empezado el año con
buen pie. Los activos de los países en desarrollo parecen cada vez más
vulnerables a medida que EEUU promete mantener los costos de endeudamiento más
altos durante más tiempo y los barriles de petróleo se acercan a la barrera de
los u$s100.
“Está claro que la
tendencia a la desinflación en los mercados emergentes sin China ya se ha
desvanecido”, afirmó Jon Harrison, director gerente de estrategia
macroeconómica para mercados emergentes de GlobalData TS Lombard en Londres.
“Los precios del petróleo son sin duda una parte material
de ello, pero los precios de los alimentos, un dólar más fuerte y una menor
desinflación de China son motores adicionales”.
El índice Bloomberg
de deuda pública de mercados emergentes y el índice MSCI de divisas de países
en vías de desarrollo se acercan a su segundo mes de caídas.
Según Hasnain
Malik, estratega de Tellimer, las economías que dependen de
las importaciones de petróleo y aquellas en las que el crudo representa un alto
porcentaje de los ingresos familiares serán las más perjudicadas. Entre
ellas figuran India, Filipinas, Pakistán, Jordania, Kenia y Marruecos.
Vontobel Asset
Management está tratando de recortar su posición en los mercados que son
altamente dependientes de las importaciones de petróleo, ya que el mayor coste afectará a la balanza de pagos y las monedas
de los países, dijo Carlos de Sousa, un gestor de dinero de los mercados
emergentes.
Suba del
petróleo: cómo impacta en los precios y en el dólar
El impacto del
repunte de los precios del petróleo no es
uniforme. Para exportadores de energía como Malasia, México y Arabia Saudí, el
encarecimiento del crudo es positivo, ya que puede contribuir a aumentar los
ingresos públicos.
En cuanto a las
divisas,el encarecimiento del crudo y la fortaleza del dólar son negativos para el peso
filipino, la rupia indonesia, el baht tailandés y el forint, según Gaël Fichan,
gestor de cartera de Banque Syz SA.
“El encarecimiento del petróleo actuará
probablemente como un impuesto sobre otras economías que son importadoras
netas, reduciendo los ingresos reales y ralentizando el crecimiento”, dijo
Marcella Chow, estratega de mercados globales de
JPMorgan Asset Management. “Esto podría presionar a la baja sus divisas y sus bancos centrales podrían tener
que mantener las tasas de interés al nivel actual, o incluso subirlos, para
proteger sus monedas”. |