Por Melisa Reinhold
- Diciembre es una fecha incierta en el calendario. Con elecciones de por
medio, y ante la amenaza de que la inflación siga marcando subas mensuales de
dos dígitos, algunas compañías adelantaron el pago del medio aguinaldo de fin
de año. Es una alternativa que les permite a las empresas deshacerse
rápidamente de los pesos que les sobran y, al mismo tiempo, recomponer el
bolsillo de los trabajadores.
En algunos casos,
los empleados pueden decidir si prefieren cobrar el aguinaldo por estos días o
esperar a la fecha habitual para recibirlo. En otras empresas, simplemente se
les envió un mensaje a los empleados para anunciarles que con el pago de septiembre,
a fin de este mes, también cobrarían el equivalente al 50% del sueldo de
diciembre.
“Luego de haber
recibido información actualizada de mercado y con la intención de mantenernos
competitivos, hemos decidido otorgar un aumento para todos los colaboradores
fuera de convenio en la Argentina. Este incremento se hará efectivo con el
sueldo del mes de octubre. Además, como medida para mitigar este difícil
contexto económico, estaremos adelantando el aguinaldo de diciembre y lo vamos
a pagar el 20 de septiembre”, fue el mensaje institucional que enviaron desde
la multinacional KimberlyClark a sus dependientes.
Algunos bancos
también adoptaron esta decisión e hicieron hincapié en que el adelanto no
tendrá “impacto alguno” en el impuesto a las ganancias, ya que el aguinaldo no
forma parte de la base imponible. En tanto, el jueves el Sindicato de Mecánicos
y Afines del Transporte Automotor (Smata) cerró un acuerdo con Toyota para que
el cobro del sueldo anual complementario se vea reflejado en las cuentas
bancarias de los trabajadores el próximo 6 de octubre. En caso de no querer
recibirlo, tendrán tiempo hasta el 27 de este mes para aclarárselo a la
empresa.
En todos los casos,
el mensaje por parte de las empresas se repite. La comunicación interna alienta
a los colaboradores a recibir el pago en los próximos días para poder innaldos
vertirlo o recomponer los bolsillos ante el impacto que significó la
devaluación y la inflación de agosto. El mes pasado, los dólares libres se
dispararon un 41%, mientras que la inflación se aceleró al 12,4% tras la
devaluación del tipo de cambio mayorista. Sin embargo, las empresas también
obtienen su beneficio.
“Hay mucha
preocupación de cómo se va a resolver la cuestión macroeconómica y lo que puede
pasar entre el resultado que haya en las elecciones generales de octubre, el
posible ballottage y posteriormente el cambio de gobierno. Muchas empresas,
como no pueden dolarizarse, optan por adelantar el pago de aguiy así sacarse
los pesos de encima. Las opciones para colocar esos pesos hoy tienen
rendimientos reales negativos”, explicó Gabriel Caamaño, socio gerente de
Estudio Ledesma.
En el mismo sentido
apuntó Fausto Spotorno, director del Centro de Estudios Económicos de OJF,
quien remarcó que muchas compañías están endeudadas en dólares y tienen “una
montaña de pesos” de liquidez en caja. Ante la imposibilidad de cambiar esos
pesos por dólares, la apuesta es esperar después del 10 de diciembre.
“¿Por qué se llegó
a esta situación? Por la deuda comercial. Las empresas estaban juntando pesos
para comprar dólares para pagar sus importaciones. Al final no pudieron
hacerlo, porque no les dan las divisas. Tuvieron que pedir prestados los
dólares y se quedaron con todos los pesos encanutados. Entonces, mejor pagar
los aguinaldos ahora, que es una ‘deuda’ que tendrán que pagar a futuro.
Incluso se están adelantando impuestos. Todo eso es para sacarse los pesos
sobre gastos futuros y, cuando cobren hacia adelante, comprarán dólares”,
completó Spotorno.
Hay una amenaza
latente para la economía: la inflación. Las calles argentinas se están
inundando de pesos, no solo por el adelanto del aguinaldo, sino también por
medidas como la suba del piso de Ganancias, el programa Comprá sin IVA y los
bonos para empleados en relación de dependencia. Este tipo de situaciones
aumentan la velocidad de rotación de los pesos, lo que implica más dinámica
inflacionaria y más presión en el mercado cambiario. Suele suceder todos los
diciembres.
“Todos estos pesos
de las empresas están depositados en el sistema financiero. Entonces, cuando
las compañías pagan el aguinaldo, transfieren la plata de la cuenta de la
organización a la cuenta del empleado. Puede que, en parte, el trabajador lo
saque y se vaya a comprar dólares. Eso también podría presionar al tipo de
cambio blue”, concluyó Spotorno.ß
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