El resultado
electoral de las PASO tuvo un efecto colateral, más allá de la disputa por el
poder aceleró un 200% el ritmo de los pases a la planta permanente del Estado.
Según un relevamiento realizado por LA NACION sobre la base del Boletín
Oficial, en el mes previo a las primarias se realizaron 924 nombramientos, pero
en el mes posterior la cifra se elevó a 2766. Esta escalada es parte de un plan
que prevé terminar la gestión de gobierno con 29.000 agentes públicos
adicionales.
A pocos meses de
terminar el mandato, la Casa Rosada está vacía, los cuadros políticos del
Gobierno rosquean y buscan asilo en municipios u organismos “seguros” (en donde
es menos probable que pierdan) y las dependencias públicas se llenan, cada vez
más rápido, de trabajadores que pasan de la planta transitoria a la permanente,
una que tiene un régimen más estricto de estabilidad en el puesto. Así se
desprende de un relevamiento hecho por la nacion y LN Data, que analizó más de
mil documentos para dar cuenta de una aceleración de los movimientos en
expedientes que tienen como objetivo trasladar 29.000 personas en total para el
fin de esta gestión. Fuentes de las áreas que trabajan sobre los pases dijeron,
además, que recibieron instrucción específica de acelerar los trámites de los
concursos, como suele pasar en los años electorales.
De un análisis del
Boletín Oficial, en el que se puso el foco sobre el llamado a concursos y
designaciones efectivas (no así a procedimientos intermedios como órdenes de
mérito), se desprende que hubo un crecimiento de 199,35% en los cargos en
cuestión en los expedientes administrativos entre julio y agosto pasados. En
julio, entre apertura de nuevas vacantes y puestos confirmados, se movieron 17
procesos que contenían 924 lugares de planta permanente. En agosto, y
especialmente después de las PASO, ese número creció a 28 expedientes, con 2766
cargos en cuestión. En el Gobierno argumentaron que eran procedimientos
previstos hace tiempo y que la correlación temporal con las elecciones es una
mera coincidencia. Sin embargo, las PASO parecen haber actuado como un
acelerador del proceso ante la perspectiva de tener que abandonar el poder.
En los 42 días
previos al 13 de agosto, se involucraron en inicios de concurso o en
designaciones 2882 cargos, de los cuales 1103 corresponden a un mismo proceso
(el más abultado de los últimos seis meses) del Hospital Posadas, abierto el
viernes anterior a las elecciones. Pese a este único procedimiento -que explica
el 38% de los avances evaluados previo a las PASO-, en los 42 días posteriores
a hoy, se registró una suba a 3679.
En otras palabras,
el llamado “Plan de Regularización del Empleo Público”, negociado con el
sindicato Unión Del Personal Civil De La Nación, fue diseñado para expandir un
23% la planta permanente que existía el último día del gobierno de Mauricio
Macri. Se puso en marcha de manera efectiva en 2021 pero, hasta agosto de este
año, los procesos se movieron a la mitad del ritmo que antes del mes de las
elecciones PASO que arrojó al oficialismo como tercera opción, detrás de La
Libertad Avanza y Juntos por el Cambio.
En los 16 días
hábiles que van de septiembre, se corrobora la aceleración. Aunque todavía
resta una semana del mes, se movieron procesos por un total de 2845 cargos. La
tendencia respecto al resto del año también lo muestra. En abril, las
resoluciones y disposiciones abordaron la ocupación de 861 puestos. En mayo,
por 984 y en junio se evidenció una suba a 1818 principalmente por una apertura
a concurso del Ministerio de Desarrollo Social que habilitó 954 vacantes
nuevas.
Las áreas públicas
que mayor movimiento tuvieron en los últimos cuatro meses fueron los hospitales
e institutos, con 2714 vacantes (debido mayormente al Hospital Posadas) y le
siguieron dependencias del Ministerio del Interior, a cargo de Eduardo Wado de
Pedro, con 1183 espacios; el Ministerio de Economía, que tuvo una apertura de
900 vacantes el primero de septiembre para la planta, con 1154; y Presidencia
de la Nación, con 1137, mayormente en dependencias como la Secretaría Nacional
de Niñez y Adolescencia y la Agencia de Discapacidad.
El plan comenzó
hace tres años con un diagnóstico de los contratados fuera la planta
permanente. En los primeros llamados, se estableció como criterio para ingresar
al proceso tener cinco años o más en la administración. Con el pasar de las
aperturas y de los años de gestión, se empezó a registrar con mayor frecuencia
el requisito de diez años en vez de cinco. Empleados públicos con los que se
contactó la nacion dijeron que la ampliación del plazo se debió a que no
quieren darle estabilidad a personas que ingresaron durante el gobierno de
Macri. En 2020 y 2021 el límite original llegaba hasta 2016.
La priorización por
antigüedad dependió de cada caso, lo que generó molestias entre los contratados
por el Estado. Surgieron, además, sospechas de acomodo que en el ámbito público
se traducen en una “trampita”: quienes pierden argumentan que a los ganadores
les dieron las respuestas para los exámenes en el proceso de selección. Esta
experiencia fue referida por tres fuentes de distintas áreas durante
entrevistas con la nacion, pero prefirieron reservar su identidad.
Javier Milei
presentó esta semana una carta en la que amenazó con denunciar en la Justicia a
Alberto Fernández por disponer de los recursos de una futura gestión (lo que
está prohibido por ley) por, entre otros motivos, los concursos y pases a
planta permanente. Sin embargo, todos los empleados que sean nombrados ahora no
gozarán de la estabilidad del empleo público cuando asuma un nuevo presidente.
Esto se debe a que se adquiere un año después de tomar el puesto. Los
concursos, finalizados en esos últimos 12 meses o en curso pueden y han sido
anulados con la llegada de nuevos mandatarios, como lo hizo por ejemplo el
mismo Alberto Fernández en 2019 e inicios de 2020.
Cuando Sergio Massa
asumió como ministro de Economía se comprometió a cumplir con una de las
promesas que hizo su antecesora Silvina Batakis: no sumar más empleados a la
administración pública nacional. Aseguró que instruiría a los municipios,
provincias, entes autárquicos y empresas públicas a hacer lo mismo. Para
demostrarlo, ordenó al Indec a publicar todos los meses un reporte de dotación
de personal del Estado, para mostrar la evolución del empleo público.
Sin embargo,
múltiples fuentes apuntaron a que la publicación del organismo de estadística
contiene un problema: depende de que cada área gubernamental remita la
información a las oficinas del Indec. Los técnicos no tienen por sí mismos
manera de corroborar que los datos sean certeros y usualmente hay
inconvenientes de actualización. A su vez, relevantes conocedores de
dependencias como la AFIP y Aduana dijeron a este medio que hubo ingresos de nuevo
personal, pese a que esta prohibido. También se realizan vinculaciones a través
de una modalidad conocida para los que estuvieron o están en el sector público:
la prestación de servicios que encubre relación de dependencia. El “empleado”
monotributista.
Según el organismo,
entre junio y julio (últimos datos disponibles), hubo una variación del 0% en
los empleados de la Administración Pública Nacional. Se compensan entre
distintos ministerios, siendo que algunos sí incrementaron su plantel. Este es
el caso del de Cultura, con una suba de 2,2%, del Banco Nacional de Datos
Genético, con 6,8%, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad, con 1,7%, el
Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, con 7,5% y el Instituto Nacional
de Promoción Turística, con 3,4%, entre otros.
Además, la misma
norma que estableció la prohibición, en su artículo segundo, definió una vasta
cantidad de excepciones que se están aprovechando en las distintas áreas. Por
ejemplo, quedaron exceptuadas las designaciones en el Sistema Nacional de
Ciencia, Tecnología e Innovación, en las universidades y personal comprendido
en establecimientos hospitalarios, institutos de investigación dependientes del
Ministerio de Salud, entre muchos otros. También se excluyeron cargos que “no
puedan postergarse por su especificidad técnica, profesional, criticidad o
riesgo operativo”, las prórrogas de designaciones transitorias y de contratos,
las designaciones transitorias en cargos simples de la planta permanente y
algunas designaciones en las plantas transitorias, entre otras.
Por otro lado,
fuentes del sector público alertaron por el crecimiento de otros
procedimientos. Durante la gestión del Frente de Todos, se aprobó, hasta el 31
de diciembre de 2023, un formato a través del cuál el personal de planta
permanente podía solicitar la readecuación de su grado dentro de la estructura
de su área. Esto le permitiría ascender algunos niveles sin necesidad de una
vacante, mayor presupuesto o concurso, sino que con el mero pedido y algunos
requisitos mínimos, como acreditar algún nivel de estudio adicional. corroboró
en el LA NACION Boletín Oficial miles de ascensos de este tipo bajo el régimen
de Valoración por Evaluación y Mérito. Pueden saltar hasta dos “letras”, lo que
implica hasta duplicar su salario.
Por otra parte,
crecen las negociaciones para cubrir los departamentos dentro de las
direcciones del Estado con perfiles gremiales, para lo que hay un reunión entre
la Secretaría de Gestión y Empleo Público y UPCN la semana que viene.ß
|