Por Matías Moreno -
A casi un mes de la batalla electoral decisiva del 22 de octubre, la candidata
presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, interrumpió ayer sus
caravanas por los distritos más influyentes de la provincia de Buenos Aires y
del interior del país, donde apuesta a reconquistar votos para alcanzar el
ballottage, para reunirse con varios de los empresarios más poderosos del país
en el Hotel Sheraton, de Retiro, en un evento organizado por el Consejo
Interamericano de Comercio y Producción (CICyP).
La exministra
dedicó su presentación en el salón San Telmo a esbozar los lineamientos
generales de su eventual plan y, sobre todo, a cuestionar a sus dos principales
contendientes en la compulsa electoral: Sergio Massa y Javier Milei.
Escoltada por
Carlos Melconian, su candidato a ministro de Economía, Bullrich buscó seducir a
la cúpula del CICyP con un mensaje destinado a dar certidumbre sobre la
viabilidad de su proyecto político ante los resquemores que genera en actores
principales del establishment la irrupción de Milei, quien se impuso en las
PASO del 13 de agosto y puso patas para arriba el tablero político.
Apenas se subió al
escenario principal, Bullrich apuntó sus dardos contra Massa, a quien acusó de
actuar con “absoluta irresponsabilidad” y “hundir aún más el país” por promover
la reforma de Ganancias. Luego, puso la mira en Milei. No lo nombró, pero deslizó
cuestionamientos a su idea de avanzar con una dolarización de la economía.
“Es un caos no
saber qué es lo que propone un candidato que dice tener un plan para dolarizar
la Argentina. Es evidente que la Argentina no sale con fórmulas mágicas”,
remarcó Bullrich, en la primera alusión al economista.
A lo largo de su
exposición, la exministra desglosó los ejes medulares de su política económica
y buscó reforzar la idea de que JxC cuenta con anclaje territorial, sustento
legislativo y capacidad política para impulsar reformas de “fondo”. Dicho de
otro modo: intentó subrayar que el proyecto que lidera es la única alternativa
de gobierno al kirchnerismo. Así, procuró acentuar las dudas en torno a la
falta de gobernabilidad que tendría una eventual administración de Milei para
poner en marcha las transformaciones que propone, como la dolarización.
“Estamos para cambiar la Argentina, pero no somos aventureros. Tenemos los pies
en la tierra”, enfatizó Bullrich detrás del atril.
La exministra
puntualizó que “el equilibrio fiscal es fundamental” y reiteró que su eventual
gobierno terminará con “la emisión monetaria para bajar la inflación”. Resaltó
que procurará fortalecer el Banco Central, que, lamentó, está “vacío” de
reservas. Ante los empresarios, prometió que sacará las “trabas” para que el
país vuelva a crecer. “Si queremos un cambio de verdad, de raíz, la opción es
una opción que tenga claro que la construcción de la Argentina no es
destruyéndola”, subrayó. También prometió “hacer reformas laborales y
modernizar el mundo del trabajo”.
Al abordar la
sanción de la reforma de Ganancias, se preguntó: “¿A quién favorecen? ¿Y a
quiénes están dejando debajo de la línea de pobreza?”.
El CICyP, que
aglutina a las autoridades de las principales cámaras de la industria, la
construcción, el campo, la bolsa y el comercio, convocó a los candidatos a
presidente para que presenten sus planes. Bullrich llegó a la cita con los
empresarios escoltada por Melconian, su flamante vocero económico y presidente
del Ieral, de la Fundación Mediterránea, y el exministro Dante Sica, uno de los
referentes de la aspirante presidencial en materia laboral. La decisión de
Bullrich de nominar a Melconian como su candidato para ocupar el Ministerio de
Economía fue vista con buenos ojos por los empresarios más importantes del
país, según indican fuentes cercanas a la dirigente de JxC.
De hecho, concluido
su discurso y tras un descanso para degustar una burrata con tomates
confitados, Bullrich volvió a subir al escenario para responder inquietudes de
los empresarios. Esta vez lo hizo acompañada por Melconian, quien se encargó de
dar precisiones sobre cómo planean lograr una “drástica reducción de la
inflación”, eliminar el cepo cambiario o bajar el gasto público para lograr un
equilibrio fiscal. “No hay ninguna motosierra. Ya saldamos el pleito de la
dolarización”, remarcó Melconian, después de sus cruces con Milei, y despertó
risas entre los asistentes. Los escucharon Marcos Pereda, titular del CICyP;
Daniel Funes de Rioja, titular de UIA; Adelmo Gabbi (Bolsa de Comercio);
Eduardo Eurnekian (Cámara Argentina de Comercio y Servicios); Martín Cabrales
(Cabrales); Nicolás Pino (SR A); Gustavo Weiss (Camarco); Javier Bolzico
(Adeba); y Mario Grinman (CAC), entre otros. Bullrich se fue entusiasmada con
el feedback de los empresarios al plan “serio y cumplible”. “No hay magias”,
dijo antes de retirarse. ß |