Por Melisa Reinhold
- A costa de intervenciones en los dólares financieros y con ayuda del nuevo
dólar agro (que vencerá a finales de este mes), el Gobierno intenta mantener
una ficticia calma cambiaria de cara a las elecciones de octubre. Si bien esta
estrategia está dando resultados tanto en el MEP como el contado con
liquidación (CCL), el dólar blue se rige por otra lógica de mercado y ayer
inició la semana con una nueva alza.
Este lunes, el tipo
de cambio paralelo se negoció a $738 para la venta, entre los “arbolitos” y
“cuevas” de la ciudad de Buenos Aires. Fue un avance de $8 frente al cierre
previo ( 1%), aunque todavía se encuentra a $42 de distancia de su récord
nominal histórico ($780, a mediados de agosto).
“Crece la presión
sobre el dólar libre hacia octubre. El mes que viene desaparecerá la oferta de
divisas [por el dólar soja], al tiempo en que se extenderán la emisión
monetaria, la caída en la demanda de dinero y la búsqueda de cobertura. Todo
eso anticipa que volverían a acentuarse las tensiones sobre la brecha”, dijo
Gustavo Ber, economista de Estudio Ber.
De esta manera, el
blue volvió a superar al dólar contado con liquidación “libre” (mediante
compraventa de Cedear). Ayer cotizó a $734,43, una caída de $5,65 frente al
viernes pasado (-0,8%). En parte, la baja de las últimas semanas se debe a una
mayor oferta de dólares en la plaza, ya que los agroexportadores tienen la
opción de liquidar el 25% en este mercado (mientras que el 75% restante se hace
al oficial).
El dólar MEP se
mantuvo prácticamente estable en los $679,36, a pesar de haber marcado picos de
$688 en las primeras negociaciones del día. Este cambio de tendencia alcista se
revirtió en la última hora de operaciones, cuando el Banco Central (BCRA) salió
a contener el avance mediante intervenciones en el mercado de bonos.
Según estimaciones
de Portfolio Personal de Inversiones (PPI), la autoridad monetaria contaría con
un “poder de fuego” de US$1189 millones de activos líquidos y divisas
(descontado los pasivos exigibles de corto plazo y pagos al Fondo Monetario
Internacional en lo que resta de la administración Fernández) para intervenir
en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) y en los dólares financieros.
“Será clave para el
BCRA engrosar este stock hasta el 30 de septiembre, ya que, luego del fin del
dólar soja, solo podemos esperar una intervención neta negativa entre ambos
mercados. Por el lado del financiero, la presión dolarizadora preelectoral
tomará impulso, llevando a que la autoridad monetaria deba intervenir con más
de US$30 millones diarios para contener al MEP/CCL. Cabe recordar que en las
cuatro ruedas pre-PASO la intervención promedió US$108 millones, más que
duplicando el ritmo previo”, señalaron.
El tipo de cambio
oficial mayorista se mantuvo sin cambios en los $350, valor en el que se
encuentra desde que el Gobierno convalidó un salto devaluatorio del 22% durante
el lunes post-PASO. Así, la brecha cambiaria es del 110%.
En el mercado
accionario, el S&P Merval rebotó un 3,1% y se ubicó en las 585.204
unidades. En el panel principal, se destacaron Transener ( 7,8%),
Transportadora de Gas del Sur ( 7%) y Ternium ( 5,9%).
Los números en
verde también se observaron entre las acciones argentinas que cotizan en la
Bolsa de Nueva York (ADR). Los papeles de Transportadora de Gas del Sur
treparon un 7,3%, seguidos por Loma Negra ( 4,7%) y Pampa Energía ( 4,3%).
Los bonos del
último canje de deuda operaron con variaciones dispares. En el exterior, los
Bonar avanzaron un 1,18% (AL30D) y otros cedieron 2,15% (AL41D); los Global
registraron subas del 0,99% (GD41D) y retrocesos del 1,62% (GD29D). El riesgo
país se mantuvo sin variaciones, en los 2170 puntos básicos.● |