La dolarización
como cobertura marcha a pleno hacia fin de año, pero esa demanda no se plasma
completamente en una fuerte suba de los precios de la divisa (Bloomberg)
Por Juan Gasalla -
La dolarización como cobertura marcha a pleno hacia fin de año, pero esa
demanda no se plasma completamente en una fuerte suba de los precios de la
divisa por el accionar del Gobierno en varios frentes.
La
incesante intervención del dólar MEP, con el sacrificio de reservas,
las tasas de interés en pesos junto con un dólar oficial fijo y
el nuevo dólar soja, que permite ingresar divisas a través del “contado
con liquidación”, le ponen un techo a una variable que puede tener un efecto
decisivo en el humor del electorado.
La determinación de
apurar la devaluación del 14 de agosto, inmediatamente después de las PASO, con un
salto en un día de 21,8% para elevar el tipo de cambio oficial a $350, detonó
una rápida reacción alcista para las cotizaciones alternativas a los controles
de cambio, que disparó a la brecha por encima del 120 por ciento.
En la primera mitad
de septiembre, tanto el dólar libre como el contado con liqui recortaron
posiciones, mientras que el mayorista permaneció fijo
No obstante, en la
primera mitad de septiembre, tanto el dólar libre como el contado con liqui
recortaron posiciones, mientras que el mayorista permaneció fijo. Como
conclusión, se puede ver el “vaso medio lleno” o “medio vacío”.
Por una parte,
la brecha volvió a quedar más cerca del umbral del 100%, y otra vez en
los niveles pre PASO como balance positivo. Desde una perspectiva
negativa, devaluar de forma violenta no contribuyó a reducir la diferencia
entre los diferentes segmentos del mercado, como se esperaba al momento de
aplicar la medida, a la vez que impulsó un shock inflacionario sobre toda la economía.
En el caso del
libre -que tocó un récord de $795 el 16 de agosto y luego retrocedió-, fue
crucial para alejarlo de sus precios récord la fuerte inyección de divisas que
efectuó el BCRA en el mercado secundario de bonos, con su intervención
sobre el dólar MEP, que permaneció “pisado” debajo de los 700 pesos.
La autoridad
monetaria se habría desprendido de unos USD 1.000 millones de reservas líquidas
durante agosto, y otros USD 300 millones en lo que va de septiembre para dar
liquidez a la plaza, descomprimir la presión alcista sobre el MEP-que en parte
se transmitió al dólar libre- y sostener los precios de los bonos en moneda
extranjera del canje.
Inversiones
Asimismo, la
paridad de “contado con liquidación”, que llegó a pagarse sobre $800 a
fines de agosto, se asienta en los $740, según la cotización implícita en
las acciones, Cedear y bonos en dólares en operaciones de contado inmediato y
en el Senebi (segmento de Negociación Bilateral) de ByMA (Bolsas y Mercados
Argentinos). En el caso del “contado con liqui” influyó el nuevo esquema
delineado con el “dólar soja 4″.
El tipo de cambio
efectivo del dólar soja 4 termina definido por 75% de liquidación obligada en
MULC y 25% de libre disponibilidad (PPI)
Los analistas de
Portfolio Personal Inversiones explicaron que “esta renovada versión del dólar
‘soja’ tiene como novedad que el tipo de cambio efectivo termina definido por
75% de liquidación obligada en MULC y 25% de libre disponibilidad, a diferencia
de sus predecesores, en los que se fijaba un valor fijo en pesos. Con este
cambio, al mismo tiempo que acelera la liquidación en el MULC y da lugar a
compras oficiales, se promueve que las divisas de libre disponibilidad vayan
canalizándose por el contado con liquidación”.
“El BCRA optó por no subir la tasa de interés
de referencia tras conocerse el miércoles el retorno de la inflación de doble
dígito mensual a la Argentina tras 32 años, y podría poner en riesgo la
relativa calma en el ‘liqui’, añadieron desde Portfolio Personal.
El
economista Gustavo Ber aportó que “el ‘dólar soja 4′ viene
contribuyendo a transitar una etapa de alivio, donde el BCRA logra comprar
dólares y además liberar algunas importaciones, aun cuando los operadores
reconocen que sólo se están adelantando divisas por los incentivos que luego
volverían a escasear”.
La inyección de
divisas por el dólar soja y la intervención oficial en el MEP estabilizaron los
precios de los dólares alternativos
“Esta ‘ventana’ ha
venido acentuando la retracción que ya experimentaban los dólares financieros y
libre, luego de haber ‘testeado’ niveles de pánico, una dinámica de mayor calma
que podría prolongarse a corto plazo aunque sin ya demasiado recorrido a la
baja ante la aceleración de la inflación, la emisión monetaria, el clima de
incertidumbre y la constante búsqueda de cobertura en esta etapa de
transición”, añadió el director del Estudio Ber.
Para el
analista Salvador Di Stefano, el “dólar congelado en $350″ continuará
pendiente de los resultados de las urnas. “Ese precio seguirá hasta las
elecciones del 22 de octubre, si hay un ganador en primera vuelta el precio el
dólar se ajustará el 23 de octubre. Si no hay ganador en primera vuelta, y el
candidato del oficialismo no pasa a la segunda vuelta, el 23 de octubre hay
ajuste. Si no hay ganador en primera vuelta, y el candidato del oficialismo
pasa a segunda vuelta, tenemos dólar congelado a $350 hasta el 19 de noviembre
que es la segunda vuelta”.
El fin del dólar
soja el 30 de septiembre será una “prueba de estrés” para la estabilidad de los
dólares bursátiles (Reuters)
“En este contexto
el Gobierno tiene chances de mantener al dólar tranquilo hasta que se defina
quién será el próximo presidente. Está en los agentes económicos si deciden
acopiar dólares en este contexto o aprovechar una tasa del 9,83% mensual para
hacer una diferencia en moneda dura”, acotó Di Stefano.
“La suba de tasas
podría ayudar a contener los dólares alternativos. Asimismo, no descartamos que
una suba haya sido acordada con el FMI ante el requerimiento del organismo de
sostener tasas reales positivas -o menos negativas-, a la vez que puedan servir
al Gobierno como herramienta de control de los dólares alternativos”,
dijo Paula Gándara, CIO de Adcap Asset Management.
“Sin embargo, la
medida podría no ser optima ante el contexto de actividad económica y la hoja
de balance del BCRA”, expresó.
El analista financiero Adriano
Mandolesi explicó que “el mercado local está mostrando por el momento
menos presión sobre los tipos de cambio. Probablemente el dólar soja, el
programa de incremento exportador en esta versión 5.0, donde el 25% del precio
se fija a través del contado con liquidación, implica algún ingreso de flujo
por parte de agroexportadoras mediante este mercado y generó que haya un
ingreso de dólares que permiten cierta tranquilidad”.
“Eso sumado
al overshooting que habíamos visto con a salida de las PASO
genera un escenario de mayor estabilidad para el tipo de cambio. Pero es
probable que en las próximas semanas, y a medida que nos vamos acercando a la
fecha del 22 de octubre cuando se van a llevar adelante las elecciones, veamos
cierta cobertura tomando posiciones dolarizadoras aprovechando la caída d ela
brecha entre el dólar oficial y el dólar MEP, y también en activos de mediano y
largo plazo como los bonos hard dollar tras la corrección de
las últimas semanas”, precisó Mandolesi.
El BCRA casi no
suma reservas: revende a precio MEP las divisas que adquiere en el mercado de
cambios
El triunfo del
ultraliberal Javier Milei en las elecciones primarias dejó casi en
igualdad de condiciones al ministro de Economía y candidato presidencial
oficialista, Sergio Massa, y a la coalición de Juntos por el Cambio
liderada por Patricia Bullrich.
“A las crecientes
tensiones macroeconómicas con la inflación ya en dos dígitos mensuales se suma
el efecto Milei, donde el candidato más votado dice ser ‘pro mercado’, pero el
mercado tiene serias dudas sobra la viabilidad económica y política de su plan
de dolarización/competencia de monedas”, explicó Roberto Geretto,
economista de Fundcorp.
“De seguir las
dudas, mientras más cerca se perciba el plan dolarizador, más tensión habrá en
el mercado”, pronosticó.
“Un programa de
estabilización es condición necesaria para empezar a encarrilar el balance del
BCRA, corregir la distorsión de precios relativos, la brecha cambiaria y
establecer un ancla creíble que corte la inercia y reduzca la inflación”,
estimó en un informe la consultora EcoGo. “Para esto también es
fundamental una consolidación fiscal que lleve a cero la emisión de pesos para
financiar al fisco y permita reestablecer una tasa de interés en dólares de la
economía que permita el rollover de los vencimientos de la
deuda en dólares que arrancan en 2025″, añadió.
“Hay que considerar
que si el oficialismo logra entrar en un potencial balotaje, entonces
políticamente es poco probable que haya un nuevo salto cambiario entre octubre
y noviembre, sino más bien deberíamos ver nuevas devaluaciones fiscales -’dólar
agro’-, definió el agente de compensación y liquidación Neix. “Para luego
del balotaje ya no habría incentivos a mantener un dólar oficial atrasado con
respecto a la inflación de los últimos meses, agravando los incentivos
negativos dada la brecha y considerando una nueva revisión de metas por parte
del FMI”, señaló.
El tipo de cambio
oficial atrasado es uno de los factores que contribuye a la inestabilidad
económica mEl tipo de cambio oficial atrasado es uno de los factores que
contribuye a la inestabilidad económica (Trovato)
“El Gobierno ha
tensado la cuerda hasta extremos increíbles para llegar a las elecciones con
una apariencia de moderación en la situación del país”, estimó VatNet
Financial Research. “Sin embargo, el día del reconocimiento se acerca y deberán
afrontarse las consecuencias en la economía y en los instrumentos financieros”.
“El tipo de cambio
oficial atrasado es uno de los factores que contribuye a la inestabilidad
económica. Un reajuste ordenado y realista del tipo de cambio es necesario
para restablecer la competitividad de la economía en los mercados
internacionales”, consideró Marcelo Trovato, analista de Pronóstico
Bursátil.
“Esto puede ser un
proceso delicado, pero es esencial para alinear los precios internos y externos
y fomentar la inversión y el comercio”, añadió Trovato. |