Por Maia
Jastreblansky - Pese a que el fin de año los encontró al filo de un plan de
lucha y en tensión con la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, y
aunque habían advertido que se rompía “la paz” con el Gobierno cuando
negociaban el bono de Navidad, los movimientos sociales aliados al Frente de
Todos hoy bajaron la tensión. El anuncio de la ministra de Desarrollo Social de
que suspenderá a 155.000 beneficiarios del Potenciar Trabajo tras una auditoría
digital no generó una reacción en el grueso de los grupos piqueteros de la
Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), que están integrados al
oficialismo con cargos en la administración. La postura contrastó con los
grupos de izquierda de la Unidad Piquetera, que confirmaron una protesta
nacional para la semana próxima. “Si la ministra Tolosa Paz no da una respuesta
urgente frente al ajuste, vamos a salir a las calles la semana próxima”,
aseguró Eduardo Belliboni a la nacion.
Ni siquiera Juan
Grabois, el cuadro más combativo de la UTEP, alzó la voz por este tema. El
líder del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) dijo que la medida servirá
para “definir quiénes son estafados por aquellos que retienen sus planes” y que
“es importante que el reempadronamiento -del Potenciar Trabajo- no deje afuera
injustamente a nadie, pero que el Estado sea implacable” con las
irregularidades. Tampoco salieron a cuestionar la medida desde la conducción
del Movimiento Evita o de Somos-Barrios de Pie, las organizaciones más
gravitantes de UTEP. Tolosa Paz sabía, cuando anunció las bajas en una
conferencia de prensa en la Casa Rosada, que no encontraría ruido en esos
grupos.
La ministra anunció
el lunes la suspensión de 154.441 planes Potenciar Trabajo, debido a que esas
personas no cumplieron con el reempadronamiento virtual en el programa. El 89%
beneficiarios (1.210.571 personas) sí revalidaron sus datos y conservarán la
ayuda estatal. A quienes queden suspendidos se les va a liquidar a partir del 5
de febrero la mitad del plan y quedará sujeto a una instancia de reclamo para
poder regularizar su situación. “Todas las organizaciones de la UTEP hicieron
la validación de datos y nunca estuvieron en desacuerdo con las medidas de
transparencia, ni con las auditorías. El enfrentamiento de fin de año era otra
cosa”, señaló el referente de una de las organizaciones sociales. Se refirió
así a las amenazas de ruptura con el Gobierno que sobrevolaron entre las
organizaciones piqueteras cuando Tolosa Paz demoró dos días en desembolsar el
Potencias Trabajo de diciembre y los chispazos que se evidenciaron cuando la
ministra quiso endurecer los requisitos que deben cumplir los titulares de los
planes sociales.
Pero en lo referido
a la auditoría de los planes sociales, no hubo mayor resistencia de buena parte
de los referentes sociales de UTEP. La validación de datos comenzó el 22 de
noviembre y se extendió inicialmente hasta el 6 de enero, plazo que luego fue
extendido hasta el 15, justamente a pedido de los grupos piqueteros. ”Hay que
destacar que casi el 90% de los beneficiarios validaron sus datos y demostraron
que están asociados a una unidad de gestión productiva, es decir, que trabajan
como contraprestación al ingreso que reciben por el Potenciar Trabajo. También
hay que ver si hay más personas que se regularizan en las instancias que quedan
para hacerlo. El programa social acarrea derechos y obligaciones y está bien
que se audite”, dijo a la nacion Daniel Menéndez, referente de Somos-Barrios de
Pie.
Por su parte,
Emilio Pérsico, secretario de Economía Social dentro del Ministerio de
Desarrollo Social y líder del Movimiento Evita señaló en FutuRock: “Ahora se
abre un período en el cual los compañeros pueden hacer el trámite para que se
los vuelva a dar de alta, por eso se les avisa con un descuento del 50%”.
Agregó que los beneficiarios podrán validar su identidad presentándose en las
unidades productivas para hacerlo personalmente. “Tiene dos instancias más para
hacerlo”, aseguró el líder piquetero. El lunes, Tolosa Paz se ocupó de
mencionar a Pérsico y decir que será el funcionario a cargo de la nueva
instancia de validación de datos.
Cerca del
funcionario destacaron a la nacion que una auditoría similar se hizo en 2021 y
que hubo “mucho trabajo de información” para lograr que las personas vinculadas
a las unidades productivas -que hacen de enlace entre los titulares de planes y
los entes no gubernamentales- se inscriban.
“La auditoría fue
hablada con Grabois y con Pérsico”, aseguró un importante funcionario de la
Casa Rosada. En los últimos días del año, Tolosa Paz y los movimientos sociales
de la UTEP suscribieron un acuerdo de seis puntos, que contemplaba acuerdos con
cooperativas, construcción de módulos húmedos en barrios populares y la
discusión de una nueva reglamentación del Potenciar Trabajo.
Pérsico, no
obstante, advirtió que hay un proceso de “estigmatización” a los movimientos
sociales. “Hay una política de estigmatización del sector constante. No hay la
misma vocación de control para controlar a las empresas de litio, que a los
sectores populares. Es histórica la estigmatización”, dijo el funcionario. Es
un mensaje que repiten varios de los líderes piqueteros, que todavía recuerdan
la controversia que se abrió desde el propio Gobierno cuando se filtró un
informe de la AFIP que advertía que había beneficiarios de planes que habían
comprado dólares.
Ayer, por caso, el
intendente de José C. Paz, Mario Ishii, se refirió a los planes sociales y
lanzó: “Hay que dejar de ser parásito, hay que ponerse a laburar”. Estaba en un
acto oficial, al lado de Alberto Fernández. Si bien las caras visibles de los
movimientos sociales de la UTEP no salieron a cruzar a Tolosa Paz por la
suspensión de planes hay segundas y terceras líneas de los movimientos, más
cercanas a los referentes barriales, que puertas adentro manifestaron su enojo
en las últimas horas. “Hay gente que no pudo validar sus datos de forma
biométrica porque vive en la indigencia y no tiene los recursos y el
conocimiento, o tiene problemas de documentación”, dijo un colaborador de uno
de los movimientos de la UTEP.
Esbozó, así, una de
las hipótesis que explicarían por qué hay más de 150.000 personas que no
hicieron el reempadronamiento. Otras fuentes de la UTEP aventuraron que “puede
tratarse de personas que hace tiempo que no están vinculadas a una unidad de
gestión productiva (para cumplir con la contraprestación laboral) y no quieren
ordenarse al programa”.
Tal como publicó La
Nación, en el Ministerio de Desarrollo Social estiman que el número de personas
que podrían reclamar y terminar revalidando su identidad rondaría los 30.000
beneficiarios y consideran que el resto terminará cayendo. La sospecha en el
Gobierno es que las personas que no revalidaron es porque no saben que están
percibiendo el beneficio, por lo que algún intermediario estaría cobrando el
plan en su lugar. |