Por Mirta
Fernández - Pese al resultado exitoso del último canje de deuda del Tesoro, los analistas advierten que el
temor sobre la deuda en pesos no se despejó debido a la gran bola de
vencimientos que se concentra entre abril y septiembre, antes de las elecciones
presidenciales.
Y es que, tras el
canje, el problema de fondo no se resolvió, ya que $9 de cada $10 pesos de
deuda vencen antes de las elecciones. En el mercado consideran que es el
principal riesgo en materia económica de este año, dada la reticencia de los
inversores a tomar deuda más allá de diciembre de 2023.
Pero los analistas
también aseguran que despejar la incertidumbre sobre un eventual
reperfilamiento de la deuda en pesos depende más de los discursos de la
oposición que de lo que puede hacer el Gobierno.
Tras el
canje, otra luz de alerta que se enciende es el aumento de la deuda indexada,
debido a la mayor emisión de los Bonos Duales, que dan un rendimiento
ajustado por inflación o por variación del dólar oficial, lo que más pague al
momento de la fecha de vencimiento.
Deuda
en pesos: ¿por qué el canje no despejó el miedo?
El canje realizado
el 3 de enero descomprimió vencimientos del primer trimestre del año por $2,9
billones, y quedó un monto más manejable de $1,4 billones. La operación
tuvo una adhesión del 67%.
En ese sentido, la
consultora Equilibra estimó que "del total elegible, la mitad estaba en
manos del sector público, lo que implica que la aceptación dentro del sector
privado fue de solo 34%"
En este contexto,
en Facimex Valores plantearon que el canje "trajo un alivio de
corto plazo", pero "no resolvió el principal problema que
enfrenta el programa financiero, que es que los privados no están dispuestos a
financiar al Gobierno más allá de 2023".
"Las tasas
forward entre los instrumentos que vencen en 2023 y 2024 nunca se normalizaron
y, por esa restricción, la concentración de vencimientos en el corto plazo
sigue creciendo", señalaron.
De igual
diagnóstico, la consultora Eco Go remarcó que el Tesoro no logra
romper la pared de septiembre de 2023, ya que luego del canje "el problema
pasa para el segundo trimestre, donde ahora enfrenta pagos por $1 billón cada
mes (abril, mayo, y junio)".
"La pared sigue estando, solo que cada vez más alta y
está más acorralada contra las PASO", alertó la consultora, que también aseveró que "en el segundo y
tercer trimestre, el Gobierno debe encontrar algún mecanismo económico o
político que le permita extender los plazos".
Asimismo, Equilibra subrayó
que "los vencimientos se están concentrando en los meses pre-electorales y
es cada vez mayor la participación del sector privado en las tenencias de muy
corto plazo, lo cual anticipa que difícilmente veamos ratios de roll
over muy elevados en las próximas licitaciones". Y detalló
que "entre abril y julio, los vencimientos en manos privadas
promedian $915.000 millones por mes (0,6% del PBI)".
Deuda en pesos: peligrosa bola de vencimientos
En Facimex
evaluaron que "la contracara del canje fue que se cargó aún más el perfil
de vencimientos para el resto del año" e indicaron que en los próximos 12
meses "ascienden a 15% del PBI y 270% de la base monetaria".
Por su parte, un
informe de Invertir en Bolsa advirtió que "el problema de fondo
de la deuda sigue existiendo" y puso foco en que hay
"vencimientos en pesos por $11,2 billones entre abril y septiembre, el
equivalente a dos bases monetarias".
En tanto, en
Equilibra especificaron que, luego del canje, "los vencimientos
proyectados para el segundo trimestre se incrementaron desde $4,8 billones (3%
del PBI) hasta $6,3 billones (3,9% del PBI)".
Crece la indexación de la deuda en pesos
Otro factor que
preocupa es el aumento de la deuda indexada; es decir, inlicuable. Y es que el
61% de lo colocado en el último canje fue destinado a la canasta de Bonos
Duales.
En Delphos Investment recalcaron que "de este
modo, el stock de Bonos Duales sigue aumentando su importancia, alcanzando
los u$s30.000 millones emitidos en un proceso de creciente ‘dualización’ de la deuda en pesos".
A su vez
en Cohen Aliados Financieros indicaron que, luego del canje,
"los vencimientos para el 2023 se elevan a $13,1 billones, con el 60%
concentrados entre junio y septiembre, el 54% en manos del sector público y un
78% indexado".
Sobre esta
cuestión, en Equilibra estimaron que el "83% de lo que
vence en 2023 está indexado a CER o a la evolución del tipo de
cambio".
A su vez, un
informe de PPI comparó: "A fines de 2019, la indexación (tanto
por inflación como por tipo de cambio oficial) representaba el 54,9% de la
deuda, frente al 84,2% al cierre de 2022".
Deuda en pesos: el rol de la oposición
La consultora
1816 afirmó que "la deuda en pesos nunca se normalizó desde la crisis
de mediados de 2022. Básicamente, porque el mercado nunca volvió a animarse a
comprar instrumentos con vencimiento en el próximo mandato presidencial".
"Por fuera de
un muy improbable ajuste fiscal de grandes magnitudes en el año electoral, nosotros seguimos
pensando que no es mucho lo que puede hacer el actual equipo económico para
conseguir financiamiento a 2024", juzgaron.
Según la
consultora, "los incentivos políticos están totalmente desalineados: este
Gobierno tiene incentivos a pasarle los problemas al próximo, y el próximo
querrá que ‘la bomba le explote’ a esta administración, teniendo en cuenta que
existe un trade off entre mantener los actuales stocks de pesos y levantar el
cepo rápidamente".
"Sin un acuerdo político -lo que hoy luce imposible-,
es difícil imaginar una secuencia virtuosa para la
deuda en 2023", auguraron.
El analista
financiero Christian Buteler también cree que el rol de la oposición
es crucial, porque si en medio de la campaña electoral "son irresponsables
y ponen dudas sobre la deuda en pesos, será difícil la renovación de los
vencimientos por miedo a un reperfilamiento".
Con la misma
mirada, en Ecolatina aseguran que para calmar la incertidumbre
"resultará imprescindible que el Gobierno continúe transitando un proceso
de consolidación fiscal que permita mantener acotada las necesidades de
financiamiento", pero afirmaron que "más allá de esos
esfuerzos, el roll over no dependerá únicamente de lo que haga el Gobierno,
sino también serán claves las señales que de la oposición en cuanto al
tratamiento de la deuda soberana ante un eventual cambio de gestión".
En sintonía, un
informe de PPI sobre las perspectivas para 2023 señaló que "en la medida
que el mercado considere que la salida del control de cambios torne inviable
refinanciar los vencimientos, la salud de los títulos en pesos correrá
riesgo".
Por qué se espera mayor emisión de pesos
Ante este panorama
que se presenta difícil para la renovación de los vencimientos en los próximos meses, los
analistas esperan que el BCRA deberá actuar con mayor protagonismo para
financiar indirectamente al Tesoro con la emisión de pesos.
En Equilibra prevén
que en caso de ser necesario, "el BCRA saldrá a intervenir en el mercado
secundario" adquiriendo bonos de la deuda, "ya sea comprándole al
sector privado o a entidades y bancos públicos que podrían aportar algo de
financiamiento neto en las licitaciones primarias".
En 1816 también
creen que el BCRA tendrá que imprimir el 100% de las necesidades financieras de
2023: "Un poco por Adelantos Transitorios, pero mayormente vía compras en
el secundario que indirectamente fondearán las licitaciones y un monto
adicional (en el mercado secundario) por las ventas netas de títulos por parte
del sector privado. Sumando ambos conceptos, estimamos que el BCRA
podría tener que imprimir unos $6,5 billones en 2023, monto equivalente al
130% de la base monetaria".
Con el mismo
diagnóstico, en Facimex pronostican que "las necesidades de
financiamiento se van a cubrir exclusivamente con emisión, profundizando lo que
vimos en 2022". Al respecto, indicaron que el año pasado "cerca del
85% de las necesidades se cubrieron con emisión, y esperamos que en 2023 la
fórmula se repita".
Por su parte, en Ecolatina esperan que "ante
la imposibilidad del BCRA de participar en las licitaciones
primarias, el Tesoro impulse nuevamente operaciones de canje a lo largo del
año".
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