Por Carlos Lamiral - Tras
el canje de deuda de diciembre que le permitió al Ministerio de Economía
postergar vencimientos del primer trimestre por $3 billones, ahora el Gobierno tiene que enfrentar los compromisos que quedaron
pendientes. Más precisamente, para enero hay obligaciones por unos $400.000
millones.
El próximo miércoles se pondrá en marcha la maquinaria con el primer
llamado a licitación del 2023, que se supone ya tiene asegurados
fondos conseguidos del año pasado. Hay que recordar que el Tesoro cerró diciembre del 2022 con un financiamiento neto de
$700.000 millones. De allí saldrían dinero si no se pudiera renovar el 100%.
El desafío es
lograr una mayor participación del sector privado en este tipo de
operaciones y que se pueda estirar la “duration”, que no pasa de
los tres meses y medio.
De acuerdo con
la Oficina del Presupuesto del Congreso (OPC) en enero vencen bonos a
valores nominales por un total de $416.694 millones, de los cuales $408.268
millones son amortizaciones de capital y $8.426 millones intereses. Este
lunes vence un BOCON (PR13) por $1.036 millones y el miércoles intereses del
BONTE 2024 (TB24) por $1.648 millones. El principal compromiso será
este viernes cuando expire una LECER (X20E3) por $255.079 millones y LELITES
por $53.341 millones. Luego para el 26 de enero quedarán intereses
por $6.752 millones de un BONCER 2024 (T2X4) y para el 31 de enero $98.838
millones de una LEDE (S31E3).
Por otro
lado, el Tesoro tiene que pagar este mes $42.000 millones de Adelantos
Transitorios del Banco Central; intereses por $3.374 millones de un
Bonte en poder del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES y $653
millones de amortizaciones e intereses de préstamos varios.
En referencia a la
operación de conversión de deuda de diciembre, la administradora de
fondos WISE señaló en su último reporte que “el Gobierno canjeó
gran parte de los vencimientos del primer trimestre, a costa de seguir concentrando la deuda en el segundo y tercer trimestre”
. “La buena noticia es que más del 60% se encuentra en manos del sector
público. El problema son los $4 billones en manos del sector
privado que renuevan a corto plazo y no quieren nada que venza luego de las
elecciones”, indicó WISE.
El reporte sostiene
que “de no haber una promesa seria de parte de la oposición de que no van a
reperfilar la deuda en pesos es probable que buena parte de los privados se
corran del mercado”. “Asumiendo que, al igual que en el canje, sólo
decida acompañar un 35% del sector privado, significa que saldrían del mercado
unos casi $3,4 billones”, advirtió la administradora. En ese sentido,
WISE planteó que “el BCRA puede sostener los precios emitiendo para comprar la
deuda en el mercado secundario, pero a costa de una mayor presión sobre la
inflación y los dólares paralelos”.
Por su lado,
la consultora Vatnet Financial Research indicó que hasta el momento
el Gobierno “ha mostrado mucha inventiva; pero este año se chocará con la realidad
de grandes compromisos en pesos y en divisas que le ponen suspenso
al drama financiero local”.
En tanto, la consultora Quantum, que dirige el economista Daniel Marx,
realizó un análisis sobre el rendimiento de los diferentes instrumentos
financieros en pesos que hay en el mercado comparados contra la tasa de
devaluación y la inflación. La consultora sostiene que para los inversores
sería conveniente invertir en letras de descuento (LEDES) de tasa fija en caso de que se mantenga una inflación en baja, por debajo del
6,2% mensual. Actualmente ofrecen mejor rendimientos que las letras ajustables
por inflación (LECER) o que los bonos vinculados al dólar. |