Por Darío
Palavecino - MAR DEL PLATA.– “¡Volvé, Mauricio!”, le gritan. “¡Se siente, se
siente, Mauricio presidente!”, cantan cuando sube al escenario. Al cabo de casi
50 minutos de charla no hay respuesta concreta al pedido que, más tarde, le
repetirán a Mauricio Macri en la caminata de más de 200 metros, por Playa
Grande. “Estoy y siempre voy a estar. Y voy a estar porque creo que debemos
estar todos juntos, con todos los argentinos, para garantizar nuestra mejor
compañera: la libertad”, dijo el expresidente ante unos 1200 espectadores que
asistieron al panel donde presentó su libro Para qué.
Sin señales firmes
de una eventual candidatura para volver a competir por la Presidencia, Macri
decidió apuntar a la consolidación de la coalición que lidera. “Estamos
abiertos a una competencia para ver quién conduce y para ayudar a levantar el
nivel”, afirmó en medio de precandidaturas que se consolidan y campañas que,
con el arranque del año y sobre todo desde estas playas, se cimientan.
Optimista para la próxima elección, arriesgó que a fin de año “la Argentina se
despierta y arranca un período de 20 años de crecimiento”.
Por sobre todo,
Macri habló de aprovechar esa oportunidad e imprimirle a la gestión “un cambio
profundo y veloz” para que los jóvenes que hace tiempo están buscando un futuro
fuera del país “no se vayan a la mierda”.
El exjefe de Estado
hizo doblete. Llenó el salón de primer piso del complejo La Normandina, al
mismo tiempo en que los pasos de cachengue colmaban la discoteca del subsuelo y
la playa inmediata; y un rato después hizo otra presentación en el hotel Costa
Galana, donde lo esperaban invitados especiales, en su mayoría empresarios de
la ciudad y la región.
Lo acompañaron
quienes pujan por su bendición para pelear por la gobernación bonaerense.
Siempre con Hernán Lombardi a las corridas para organizar y ordenar, se vio a
Joaquín De la Torre, Cristian Ritondo, Néstor Grindetti y Diego Santilli.
También estuvieron María Eugenia Vidal, Jorge Macri y varios intendentes, entre
ellos el anfitrión, Guillermo Montenegro, y su colega de Pinamar, Martín Yeza,
que además ofició de entrevistador durante la presentación.
Macri fue crítico
con el gobierno nacional y otros de la región que identificó con similar
perfil: cuestionó “los problemas gravísimos que nos generaron el populismo” y
definió a la actual gestión de Alberto Fernández como “la peor de la saga que
nos ha perjudicado tanto”.
También advirtió
que el gobierno nacional, que finaliza en diciembre, “tiene y deja dos bombas
activadas” para quien lo suceda. Mencionó una deuda de 13 billones de pesos que
vence este año y la deuda del Banco Central “que no para de crecer, cada siete
meses un PBI”, puntualizó.
En paralelo, dijo
que el país está en manos de un gobierno que solo “busca cómo llegar” al fin de
su mandato y “oculta, utilizando hasta la última ventaja, sin encarar los
problemas de fondo”.
Por eso, Macri
interpretó que con una segura derrota del actual oficialismo llegará “el final
de una era de oscuridad y de muchos años de mentiras”. “De populismo y de
engañar que la cultura de trabajo no nos vincula y que el mérito no es lo que
nos lleva a la felicidad”, dijo y lo graficó: “El rey está desnudo y nos dimos
cuenta que acá no hay futuro”.
“No les salió ni
una bien, no embocan una”, dijo Macri y los definió con una referencia a Lionel
Messi: “Son bobos”.
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