Por Ruben
Ramallo - ¿Es buen negocio invertir en acciones en términos de dólares y, más
aun, en un año electoral? Para contestar estas dos preguntas, nada mejor que
basarse en la información que brinda el propio mercado. En tal sentido, es
interesante analizar la evolución del índice S&P Merval que se elabora en función de las
acciones que cotizan en el Panel Líder desde fines de 2010 a la fecha, ya que
se pueden identificar varias etapas bien diferenciadas entre sí.
La primera abarca
todo el año 2011 y se caracteriza por una marcada caída de las cotizaciones, ya
que se pasa de los u$s900 a menos de 400 dólares.
Luego, prácticamente con el inicio de 2012, comienza un
rally ascendente que, si bien en su primera parte muestra
una marcada volatilidad, a partir de fines de 2015, con el cambio de gobierno,
logra consolidarse. Alcanza su punto máximo a fines de 2017, con una ganancia
entre extremos de más del 360% en dólares, de
acuerdo a la evolución del dólar contado con liquidación.
Cabe recordar
que el 28 de diciembre de ese año fue una fecha de quiebre para
el Gobierno de Cambiemos. Hasta ese momento, el Banco Central de la República
Argentina (BCRA), que era presidido por Federico Sturzenegger, había fijado una
meta de inflación para 2018 de 10%, con posibilidades de dos puntos más o dos
puntos menos.
Sin embargo, desde
el ala político- económica del Gobierno decidieron que era necesario
"sincerar" las metas y presionaron al BCRA para que corrigiera y
elevara el objetivo al 15%. Los mercados rechazaron el anuncio, no por la
noticia que se daba en sí mismo, sino porque sintieron que el Gobierno estaba
interviniendo de manera encubierta al Banco Central. Es más, algunos analistas
le endilgan al "28D" la responsabilidad de algunos de los principales
eventos desafortunados que tuvo la economía argentina durante 2018; es decir:
la corrida cambiaria, la suba del riesgo país y la inflación.
Es por eso mismo que la segunda etapa se inicia en ese punto
de inflexión, se extiende hasta el tercer trimestre de 2019
y se caracteriza por una fuerte caída de las cotizaciones, agravada luego de las
PASO de ese año.
Las acciones y un histórico desplome post PASO
Cabe recordar que
una vez conocido el inesperado resultado de esas elecciones primarias, la plaza
local tuvo una de sus peores ruedas desde las crisis de 1989 y 2001, con
caídas de hasta el 59% en las acciones argentinas que cotizan en
Wall Street y del 38% de la bolsa porteña, junto a una suba del 23% en el
dólar. Comparando el punto final con el inicio de esta etapa, la pérdida acumulada en el período fue del orden del
78 por ciento.
Finalmente, desde
agosto de 2019 hasta la actualidad, el S&P Merval ingresó en un "canal
horizontal" que en estos tres años y medio osciló entre un piso de los 260
puntos básicos y un máximo de 590 p.b.
Como corolario de
lo expuesto, en la actualidad el indicador del Panel Líder en dólares vuelve a ubicarse en niveles
similares a los de los años 2012/2013 y muy lejos del máximo histórico de 2017.
Rally electoral: oportunidad para invertir
La historia
reciente, según un informe de Portfolio Personal Inversiones (PPI),
indica que cuatro de las últimas cinco elecciones pro-mercado resultaron en un
rally atractivo del índice de acciones locales medido en dólares.
En el caso de las
elecciones de 2021, hubo un claro impacto positivo en el Índice Merval, que
logró revalorizarse más de 25% en dólares en los 6 meses previos a las elecciones.
El rally electoral en el mercado de acciones tiende a
arrancar alrededor de 4 meses antes de las elecciones
generales y se extiende hasta 9 meses pasado el evento, con subas promedio del
30% antes de las elecciones y otro 33% adicional post elecciones.
Para los analistas
de PPI, "la reacción del mercado en las elecciones donde triunfaron los
candidatos anti-mercado no fue pareja. Pese a la victoria ampliamente
anticipada por los analistas políticos del FdT en 2007, el mercado de renta
variable acumuló un alza de 28,3% en el período pre-electoral".
Por aquel entonces,
el producto bruto crecía "a tasas chinas", favorecido, entre otros
factores, por la suba de las commodities. Luego, en 2011, siguió jugando a
favor la recuperación económica, que empujó al salario real y la imagen
positiva de la Presidenta que iba por su reelección.
Finalmente, según
el informe de PPI, "2019 fue un año caracterizado por la volatilidad,
donde el mercado bailó al ritmo que marcaron la definición de las alianzas, las
candidaturas y las encuestas". No obstante, la derrota del oficialismo en
las PASO fue peor del esperado, se montó un escenario irreversible y el mercado
colapsó con la noticia.
Bolsa y elecciones: qué pasó y qué se puede esperar
Como resumen, las
principales conclusiones son:
Las elecciones muestran tener
influencia en la performance del mercado de acciones.
El mercado de acciones tiende a acentuar la suba unos cuatro
meses antes de la fecha fijada para
las elecciones.
En los casos donde el candidato vencedor era el favorito del
mercado, el rally suele extenderse en los meses siguientes. No obstante, la
reacción post electoral no suele ser feroz porque, hasta ahora, el mercado siempre logró anticiparse.
En cambio, esto no
sucedió en los casos donde perdió un candidato "market-friendly". Por
ejemplo, en 2019, la sorpresa negativa de las PASO generó un colapso de 48% en
la cotización del índice accionario y una suba de más de 1.000 pbs de riesgo
país en 3 ruedas.
Finalmente, según
PPI, los drivers a monitorear para los próximos meses serán las elecciones
provinciales, las encuestas y las alianzas y programas electorales que se vayan
definiendo y conociendo. Y ya pasadas las elecciones, el devenir del mercado
podría estar atado a que se conforme o no un paquete de medidas tendientes a
conformar las reformas estructurales que la economía necesita. |