Por Belkis Martínez
- Por la sequía, la liquidación de divisas podría caer este año entre US$12.000
millones y US$13.500 millones, según estimaciones al interior de la cadena
agroindustrial.
El año pasado, los
exportadores de granos y subproductos ingresaron poco más de US$40.438
millones, un 22% más que durante 2021 y un nivel récord. De acuerdo a las
previsiones, si bien habrá meses más críticos que otros, entre marzo y mayo,
antes de que ingrese la cosecha, la situación será preocupante para la
necesidad de divisas.
“Las estimaciones
de la campaña gruesa de maíz y soja van a ser menores que la anterior”, admitió
a la nacion Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera
y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC). “Esto muestra la gravedad
del efecto de la sequía en el ingreso de divisas para la recaudación fiscal de
2023”, agregó el directivo.
En rigor, en el
caso del maíz, el ingreso de divisas bajará en US$3000 millones, según fuentes
vinculadas con la agroexportación que manejan un posible volumen de cosecha
total de 43 millones de toneladas. La merma en valor en el cereal tiene que ver
con habituales embarques que se realizan de febrero a mayo y que ahora no se
harán.
En la campaña
pasada (2021 /2022), según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en el país se
cosechó para grano comercial 52 millones de toneladas del cereal. En lo que va
de este ciclo, según esa entidad, se sembró el 69,9% de una previsión de 7,3
millones de hectáreas. Falta hacer un 30% cuando quedan pocos días para el
final de la implantación. Esto le agrega presión a la futura cosecha.
Para la soja,
fuentes ligadas a la agroexportación no descartan una producción de 37 millones
de toneladas, por debajo de 45 millones de cantidad del ciclo pasado. Con el
carry [mercadería de la campaña precedente] en 2022 se llegó a 52 millones de
toneladas de oferta. Pero la situación será distinta para 2023. “Este año va a
ser cero el carry, porque el dólar soja de diciembre se llevó el stock. Por lo
tanto, vamos a una campaña pobre en ese sentido”, agregó.
En este contexto,
en el sector de la agroexportación hay fuentes que prevén un ingreso de divisas
en 2023 de aproximadamente US$17.500 millones por soja. Esto sumando grano,
harina y aceite de la oleaginosa. Para comparar, en este complejo fue de
US$28.000 millones en 2022. Habría así una poda de US$10.500 millones.
Para tener en
cuenta, solo entre maíz y soja la reducción en el ingreso de divisas podría
alcanzar con estas proyecciones los US$13.500 millones entre un año y otro.
La campaña
2022/2023 ya tuvo un fuerte cimbronazo con el trigo, que perdió 10 millones de
toneladas de cosecha a causa de la sequía. Esto recortará las exportaciones.
“Se considera que de nueve millones de toneladas que había de registro de
exportación se ejecutará alrededor de 4,5 millones de toneladas”, señaló
Idígoras a este medio.
Estimaciones
oficiales
En una reciente
entrevista con la nacion, el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, dijo
que en el Gobierno eran conscientes de que por la sequía podrían ingresar menos
dólares al país. Pero habló de un efecto de compensación por los precios
internacionales.
“Lo que tenemos que
hacer es ir evaluando en conjunto, hablo de lo que me corresponde a mí, que es
agricultura, después la macroeconomía me excede, pero hay que evaluar cómo se
comportan los precios internacionales. Soy un convencido de que una parte de la
menor oferta exportable que vamos a tener va a ser neutralizada por mayores
valores en dólares, pero son los funcionarios de Economía los que tienen la
responsabilidad de ver esto”, señaló el funcionario.
David Miazzo,
economista jefe de la Fundación para el Desarrollo Agropecuario de Argentina
(FADA), dijo que ya antes de la sequía el frente cambiario iba a ser uno de los
principales desafíos para el Gobierno para “aguantar o llegar hasta las
elecciones”.
“Nunca ingresaron
tantos dólares al país por exportaciones como en 2022. Previo al efecto de la
sequía, ese frente cambiario iba a ser el principal desafío del Gobierno en su
plan de aguantar por toda la incertidumbre que generan las elecciones. Ahora, a
eso que ya era complicado, se le suman los efectos de la sequía, que va a
restar de la exportación cerca de US$12.000 millones. Aún no sabemos bien qué
va a pasar con maíz y soja, pero podría ser un primer número. Es mucho, pero
basta con pensar que con las dos ediciones del dólar soja, en septiembre y en
diciembre, [llegaron] cerca de US$12.000 millones”, afirmó el especialista.
Para Miazzo, en la
antesala de las elecciones presidenciales, los productores que no estén
necesitados de vender van a esperar el nuevo de gobierno. Esto ante la
expectativa de lo que ocurra con las definiciones sobre el tipo de cambio. |