Por Andrés Lerner - Las
conversaciones entre el Gobierno y la industria para planificar el año en
cuanto importaciones de insumos, bienes intermedios y finales, ya comenzaron. Según afirmó el ministro de Economía, Sergio Massa, apuntan
a incrementar entre un 6% y 7% en cantidades la oferta para este año. Para
alcanzar ese objetivo se aceleraría aún más el porcentaje de dólares a
desembolsar en la comparación interanual por los efectos de la inflación
global. Esperan mayor ingreso de divisas por vía de las exportaciones,
activan el swap con China y hay expectativa por anuncios durante la visita de
Lula a Argentina.
Con la perspectiva
de una recesión que impactará sobre China, Estados Unidos y Europa, los
organismos multilaterales vienen recortando las previsiones de crecimiento para
casi todos los países. Argentina no es la excepción. La Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), por ejemplo, la redujo del 1,9%
al 0,5% en su último relevamiento. Sin embargo, en la Casa Rosada las
expectativas de que la actividad encadene su tercer año consecutivo de
crecimiento no se trastocaron.
Por el contrario,
en el Ministerio de Economía están convencidos de que la expansión estará por
encima del 2% que marca el presupuesto. Apuestan a que será incluso superior al
5%. Pero para que esto suceda, las industrias deberán contar con los dólares
necesarios para importar los insumos y bienes intermedios, indispensables para
no frenar la producción, resentir el empleo, el consumo ni la actividad.
“Nos estamos
sentando para planificar las necesidades, como hicimos por ejemplo con la
industria automotriz”, explicó
un funcionario del equipo económico que participa de esas conversaciones a Ámbito. En ese sentido, detalló: “La idea es que los industriales tengan previsibilidad. Les
garantizamos todo lo que importaron para producir el año pasado y les ponemos
un 5% o un 10% adicional”.
Massa, en
referencia a las empresas que participan de Precios Justos, sostuvo en una
entrevista reciente: “Les planteamos que de la producción de 2022,
calculen un 6% o 7% de crecimiento en oferta de bienes. Hasta ahí estamos
dispuestos a ayudarlos desde el Banco Central con la provisión de insumos o
bienes intermedios necesarios”.
El inconveniente
que surge es que los precios en dólares de los insumos también se vienen
incrementando por efecto de la inflación global. Por lo que el funcionario
consultado por este medio sostuvo que “hay que revisar caso por caso”.
De todas formas, está claro que para alcanzar un crecimiento del 5%, con alza
de precios a nivel global, las importaciones deberán expandirse más del 2%
previsto en el presupuesto.
La pregunta que
surge es de dónde saldrán las divisas para sostener la actividad. Un primer
indicio lo dio este domingo el presidente del Banco Central de la República
Argentina, Miguel Pesce, quién anunció que se activará un tramo
35 mil millones de yuanes (unos u$s 2.700 millones) del swap con China para compensar
operaciones del mercado cambiario.
Al mismo tiempo, la
Cancillería apunta a que, tras marcar un récord histórico en 2022, las
exportaciones vuelvan a acelerarse este año y superen los u$s 105.000 millones.
Pese a los efectos de la sequía, cuyas consecuencias concretas en el plano
comercial todavía no se conocen, la agroindustria volvería a estar por encima
del promedio histórico y otros sectores como los servicios basados en el
conocimiento podrían evidenciar un despegue.
Un tercer factor,
pero no menos importante, es la vuelta de Lula Da Silva al
poder en Brasil. El flamante mandatario del principal socio comercial de
Argentina visitará Buenos Aires entre el 23 y 25 de enero. En ese marco, se
esperan anuncios de relevancia para reforzar el frente financiero y cambiario.
Podrían ir desde una moneda común para comerciar sin pasar por el dólar, un
swap de monedas similar al que rige con China y una cesión de Derechos
Especiales de Giro.
En cualquier caso,
habrá que tomar en cuenta lo que una inmejorable fuente de la Casa Rosada le
dijo a este medio: “Brasil nos va a ayudar. Y mucho”. |