Por Damián Di
Pace - Ahorrar implica que en un plazo determinado la diferencia entre ingresos
y egresos lo dejemos refugiado e inmóvil hacia el futuro. Invertir es renunciar a ese resguardo y al consumo
actual para obtener un beneficio futuro. Eso puede ser asegurando una renta fija o ir más allá hacia una
renta variable con el beneficio de obtener mayor rendimiento y el riesgo de
perder su valor en el tiempo.
En 2022, los argentinos que optaron por el clásico ahorro en
la divisa norteamericana obtuvieron un rendimiento promedio del 60% por debajo
de la inflación del período. El dólar oficial rindió 67%, el dólar blue 65%, y los dólares financieros
como el MEP y CCL rindieron 64,67% y 64,82%, respectivamente.
Ahora si analizamos
otras alternativas dolarizadas como el oro, veremos que obtuvo 0,32%,
el BTC (Bitcoin) -64% y el plazo fijo logró un 75%, por lo que
se observa que este último fue el que mejor rindió entre estos activos
financieros.
Si tenemos en
cuenta la inflación (dato que pronosticó el REM) el cual se estima
que termine en un 98%, veremos que ninguna de estas
actuales inversiones en el 2022 pudo hacerle frente a la suba de precios.
Cómo les fue en 2022 a los activos financieron más sofisticados
Avancemos en el
camino hacia los activos financieros más sofisticados. Entre el
abanico de opciones se encuentran Cedears (certificados de depósitos
argentinos, que permiten operar localmente en grandes compañías
internacionales), acciones argentinas que cotizan en el mercado
de capitales, bonos (promesa de pago por el cual el Estado se
compromete a devolver capital e interés) e índices bursátiles (formados
por valores o acciones que tienen rendimientos de acuerdo con un mercado
especifico).
Si un argentino
invirtió en activos como un bono del Estado argentino ya sea un TV23 (Bono con
vencimiento en abril 2023) o un GD30 (Titulo publico con vencimiento en julio
2030), veremos que estos tuvieron un rendimiento anual de un 62% y 36%,
respectivamente.
Si evaluamos
índices americanos como Nasdaq con rendimientos de 7% y S&P500 con 26% con Cedears
como Google se obtuvo un -95%, Tesla -83% y Coca Cola con 74%. Todos estos
últimos activos estuvieron por debajo de la evolución de la inflación, no
lograron generar valores reales positivos. Si vamos hacia el panel
de acciones energéticas o financieras, vemos que la situación mejora, es decir, con GGAL (acción del
Banco Galicia) se obtuvo 66%, SUPV (acción Banco Supervielle) se obtuvo 87 por
ciento.
En el caso de acciones como Pampa Energía, vemos que
tuvo un rendimiento de un 172% y Ternium con 78%; y si
vemos al Merval (índice bursátil representativo de la Bolsa Argentina) con 128%
son uno de los mejores instrumentos con rendimiento reales positivos.
El mercado local, con mejores resultados frente a la inflación
El mercado
local tuvo el mejor performance acumulado del año con mejores resultados
(empujado mayormente para el sector energético) si lo comparamos con los
rendimientos. La inflación es un gran problema para el gasto por que
destruye el poder adquisitivo, es una desilusión para el ahorro por que
deteriora su valor en el tiempo, es un desincentivo a la inversión por que
destruye la acumulación de capital y
agregado de valor genuino en la economía en el tiempo.
Al analizar los principales activos financieros a
través del tiempo tanto para la gestión de Alberto Fernández (AF) como para la
de Mauricio Macri (MM), vemos que en toda la gestión pasada algunos activos como BTC con 3.489%, todos
los dólares tanto el oficial como los financieros obtuvieron resultados de
entre el 370% y 448%, y si agregamos a los índices americanos como S&P 500
y Nasdaq vemos rendimientos de más de 700 por ciento.
Todos los valores
antes mencionados, actualmente se encuentran con rendimientos mucho
menores, pero que sin lugar a duda las acciones que cotizan en el mercado
argentino como Merval se encuentran en un ciclo de subas importantes en mayor
medida por el sector energético, pero también por el financiero.
En un año
eleccionario, es de esperar que al producirse el cambio de gobierno por efecto
de expectativas estas repunten a la espera de una mejora en el sendero del plan
económico futuro con cambio radical del actual horizonte para los diferentes
agentes económicos.
Al realizar un análisis de lo sucedido en 2022 con el lente
hacia afuera, el S&P 500 tuvo una caída del 20%, su peor desempeño
desde la crisis financiera de 2008. El Nasdaq, en tanto, registró un derrumbe del 33 por ciento.
Para el caso de
Alberto Fernández, el mercado local tuvo un muy buen cierre de año incluso
superando a lo largo de la gestión actual de gobierno a lo acontecido en el
acumulado del a gestión de Macri.
Invertir en lo seguro en 2023
Con proyecciones de crecimiento nulo o tibio de la economía
para 2023 quizás esta tendencia positiva de las acciones en el mercado local no
sea sostenible. A su vez, en año elecionario prima la búsqueda de renta fija, dolarización de carteras y
búsqueda selectiva de instrumentos de corto plazo que sean resguardo frente a
la inflación.
En 2017, Nicolás
Dujovne señaló que "si vieran un futuro sombrío para la economía sería
raro ver tantas inversiones". Lo increíble que el futuro sombrío llegó y
las inversiones escaparon del riesgo de un Estado deficitario, con un gasto
público elevado sin fundamento y sin deseo de continuar financiándolo hacia el
fin de mandato de Mauricio Macri.
Para el fin de
mandato de Alberto Fernández, el financiamiento del déficit fiscal encuentra
solo al sector privado y público con mercado de deuda local en pesos para
llegar hacia la otra orilla del final de mandato. Hay $15 billones
de pasivos remunerados del Banco Central a la espera de este 2023 más los que
aún se generarán.
Quizás la respuesta
a esta pregunta marque el futuro incierto hacia el cual nos dirigimos. En su
libro "La hierba roja", el novelista francés Boris Vian expresaba que
"una solución que te hunde vale más que cualquier
incertidumbre". |