Poe Melisa Reinhold - El acuerdo de intercambio de
información automática con los Estados Unidos ya está vigente. Luego de largas
idas y venidas entre ambos gobiernos, que incluyó desde arduas negociaciones
hasta la aprobación de los requisitos que exigen desde el país del norte, el 1°
de enero entró en pleno funcionamiento el IGA 1A (por Intergovernmental
Agreement, en inglés). Sin embargo, la Administración Federal de Ingresos
Públicos (AFIP) no podrá “ir a la pesca” de los contribuyentes.
Tal como había adelantado la nacion, la primera información
llegará al país a finales de septiembre de 2024, el primer año de mandato del
próximo presidente. El acuerdo que alcanzó el ministro de Economía, Sergio
Massa, prevé un intercambio de información automático recíproco y no retroactivo.
Una particularidad que, según publicó anteayer el Departamento del Tesoro de
los Estados Unidos, la Argentina comparte únicamente con Vietnam.
“De las 113 jurisdicciones con las
cuales Estados Unidos firmó el acuerdo Fatca [ley de cumplimiento tributario de
cuentas extranjeras], en 111 casos tuvieron efectos a partir del 30 de junio de
2014 o 30 de noviembre de 2014, independientemente de la fecha de firma. Salvo
con la Argentina y Vietnam, donde no se ha querido brindar información
retroactiva”, observó Sebastián Domínguez, socio de SDC Asesores Tributarios.
Por ejemplo, Estados Unidos alcanzó un
acuerdo con Argelia el 18 de enero de 2017, pero se consideró que la fecha de
vigor del IGA sería el 30 de junio de 2014. Lo mismo sucedió con Angola, cuando
se firmaron los papeles el 10 de febrero de 2017. O con Bahrein, el 3 de mayo
de 2018. Incluso con Antigua y Barbuda, el 7 de junio de 2017. En cambio, con
Vietnam se firmó y entró en vigencia el 7 de julio de 2016. Y en la Argentina,
se empezó a recolectar información hace solo cinco días.
“Hay un montón de estos convenios que
están vigentes desde el 2017, 2018 o 2019, y se retrotrajeron al 2014. Pero el
nuestro no va para atrás, sino para adelante, la primera información llegará en
septiembre de 2024. Recién allí el fisco se encontrará con un sinnúmero de
cuentas de argentinos, y le podrá requerir tanto a los contribuyentes como al
IRS (Internal Revenue Service, el servicio de impuestos estadounidense) que le
envíe los extractos de estas cuentas bancarias y se ‘deschaven’ determinadas
cuestiones”, agregó Mariano Ghirardotti, tributarista del estudio homónimo.
La retroactividad
Según recordó César Litvin, CEO de
Lisicki, Litvin & Asociados, seguirá vigente el Tax Information Exchange
Agreements firmado el 23 de diciembre de 2016. El mismo se trata de un
intercambio a requerimiento, donde la AFIP debe tener sospechas sobre un
contribuyente en específico para poder solicitarle información a los Estados
Unidos. En caso de que la administración tributaria detecte grandes cuentas sin
blanquear, podría hacer uso de esa herramienta, estimó.
“La estrategia puede ser ir para
atrás, pero no podrán hacerlo más allá de enero de 2018, cuando entró en
vigencia el acuerdo anterior. La AFIP podrá pedir datos precisos de una cuenta
que identificó como no declarada, pero no podrá ir a la pesca. Es más trabajoso
que el intercambio automático de información previsto por la Organización para
la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el cual forman parte la
Argentina y otras 111 jurisdicciones, como Suiza o Uruguay. Utilizando ambos
acuerdos con Estados Unidos, la retroactividad podría llegar como mucho a enero
2018 y haciéndolo caso por caso”, hizo hincapié el experto.
Por lo pronto, con el acuerdo ya en
marcha, el Gobierno argentino prevé que entre al Congreso Nacional un nuevo blanqueo
de capitales durante las sesiones extraordinarias. Los contribuyentes tendrán
la oportunidad de declarar los bienes que se tienen en Estados Unidos, antes de
que arribe al país información relacionada a los titulares de las cuentas
bancarias (personas físicas), instituciones financieras, montos brutos de
intereses, dividendos y otros ingresos de fuente americana percibidos por
residentes argentinos en el extranjero.
“Pero si la AFIP tiene sospecha sobre algunas cuentas y hace
uso del acuerdo anterior, podrá pedirle a la IRS que envíe los extractos
bancarios de estos contribuyentes. En ese caso, la información es más precisa,
porque podrán tener información sobre pagos a nombre de una sociedad o compañía
en Estados Unidos, o el mantenimiento de una propiedad en Miami. Si eso no está
declarado, se abre un abanico de fiscalización más grande, aunque la AFIP tiene
que ir caso por caso. Por eso, algunos argentinos tendrán que pensar seriamente
qué hacer con el blanqueo”, cerró Ghirardotti.ß |