Por Jorge Herrera - El stock total de los depósitos en dólares del sector privado
finaliza el 2022 por encima de los u$s16.200 millones, recuperando así el nivel
de un año atrás. Al día 29 de diciembre, último dato disponible del
Banco Central (BCRA) el total de los argendólares sumó u$s16.280 millones lo
que implica que a lo largo del año pasado acumularon un crecimiento de u$s528
millones.
Si bien los
guarismos son magros, el hecho de que hayan crecido ya es una señal positiva
dado el contexto imperante. Lo cierto es que la performance de los argendólares
no solo es un indicador del humor y las expectativas de los ahorristas sino
también un factor ligado íntimamente con las reservas del BCRA. Porque los
encajes de los argendólares, es decir la porción de los depósitos que los
bancos no pueden prestar sino guardar como reserva de liquidez son computados
por el BCRA como parte de su tenencia de reservas internacionales. Por
ende cuando suben los argendólares, suben los encajes y las reservas
aproximadamente en la misma proporción, y viceversa. Pero los
argendólares cumplen también con un importante rol en la oferta crediticia
doméstica en moneda extranjera, sobre todo, para satisfacer la demanda de las
empresas exportadoras que se financian localmente. De modo que cuando crecen
los argendólares también lo hace la capacidad prestable en dólares del sistema.
El año pasado, el
comportamiento de los argendólares fue fiel reflejo de la montaña rusa de
eventos políticos y económicos. Así protagonizaron una diáspora tras la
intempestiva salida del exministro Martín Guzmán a principios de julio pasado y
la efímera sucesión de Silvina Batakis. En el bimestre julio-agosto el stock de
argendólares experimentó una sangría de u$s979 millones (865 millones en julio
y 114 millones en agosto). Vale señalar que antes que comenzara la crisis en el
Palacio de Hacienda el stock de argendólares venía de meses de estancamiento en
niveles de u$s15.500 millones promedio.
Luego vino el
primer programa Dólar soja de la mano del
reemplazante de Batakis, Sergio Massa, y con este mecanismo que nutrió las
anoréxicas reservas del BCRA los
argendólares crecieron u$s390 millones en setiembre. Un mes después apenas
aumentaron u$s79 millones, pero luego las expectativas se afianzaron gracias a
los desembolsos del Fondo Monetario Internacional (FMI). De esta manera en
noviembre registraron un crecimiento de u$s347 millones. Pero en diciembre, ya
con el nuevo Dólar soja, los argendólares acusaron un aumento de u$s925
millones. O sea, en el último bimestre crecieron u$s1.272 millones. De modo que
se tardaron más de tres meses en recuperar los depósitos que se perdieron en
julio-agosto. El stock de los argendólares volvió así a niveles de u$s16.000
millones, tras varios meses recién irónicamente en la previa del Día de los
Inocentes, un monto similar al de mediados de noviembre del 2021. Vale recordar
que casi a fines de octubre recién había trepado de nuevo a los u$s15.000
millones.
Claro que hay un
factor que no puede soslayarse en la performance, sobre todo, de diciembre y es
el tema impositivo. Muchos ahorristas e inversores depositan antes del cierre
del año para así optimizar sus compromisos con el fisco. Por eso es muy común
que al comenzar cada nuevo año, los argendólares muestran un tenue éxodo, una
vez que dichas colocaciones cumplieron un objetivo impositivo.
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