Por Mariano Boettner. La semana pasada, en el ocaso del 2022, el
Gobierno terminó de encaminar la meta de acumulación de reservas en el Banco
Central prevista en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y ya
en el inicio del 2023, comenzarán a correr los nuevos objetivos para los
primeros tres meses del año, que incluirán un techo bajo a la emisión monetaria
y una exigencia de mayor cantidad de dólares acopiados en el Banco Central.
El 31 de diciembre fue la última fecha de corte de las metas
cuantificables del primer año de vigencia de acuerdo Extended Fund Facility
(EFF) que el Poder Ejecutivo firmó con el FMI en marzo pasado. En el amplio set
de objetivos de fin de año, la que aparecía como más crítica -la acumulación de
reservas- estaba hasta el viernes sobrecumplida por unos USD 440 millones,
según estimaron desde el Ministerio de Economía. En el mercado también dan por
seguro que alcanzará el Gobierno el objetivo de financiamiento monetario al
Tesoro y que la meta fiscal obligaba a mantener a raya el gasto para el último
mes del año, que tradicionalmente es muy expansivo para las cuentas públicas.
Un informe de Invecq aseguró que “el Gobierno habría cumplido con lo
justo la meta de reservas netas del último trimestre del año gracias a que el
sector sojero liquidó USD 3.154 millones a lo largo del “Dólar Soja 2.0″ o,
formalmente, Segundo Programa de Incremento Exportador (PIE)”, consideró. “Si
las cerealeras liquidaban los USD 3.000 millones que se habían acordado y si el
Gobierno vendía no más de USD 1.000 millones al resto de los sectores en el
MULC a lo largo del Dólar Soja 2.0 (vendió USD 833 millones), se cumpliría la
meta de reservas netas”, mencionaron.
Con datos hasta el 29 de diciembre, el Banco Central llevaba acumulados
USD 4.645 millones de reservas netas según el método de contabilidad del FMI,
calculó Invecq. “Si bien esta cifra es menor a los USD 5.000 millones (objetivo
de acumulación anual), el Central podrá hacer uso del ajustador a la baja por
desembolsos de organismos internacionales (no FMI) menores a los proyectados en
el acuerdo por hasta USD 250 millones. Considerando que en el último día del
PIE II el BCRA acumuló alrededor de USD 133 millones en el mercado de cambios,
es casi certero que bastarán para cumplir la última meta de reservas del año”,
concluyó.
Desde el Ministerio de Economía aseguraron sobre el cierre de la semana
pasada que “el BCRA compró USD 133 millones en la última jornada del año en el
mercado de cambios y logró acumular en diciembre USD 1.987 millones y a lo largo
de 2022 USD 5.824 millones y superó la marca de 2021 por USD 300 millones”,
explicaron.
“El cierre del año muestra un sobrecumplimiento de las metas de
acumulación de reservas superior a los USD 440 millones. Los exportadores de
soja cerraron operaciones por USD 34 millones y otros USD 84 millones se liquidarán
entre lunes y martes próximos. De esta manera, los exportadores de soja llevan
liquidados USD 3.154 millones desde el 28 de noviembre. Estas ventas se suman a
las del resto del complejo cerealero”, estimaron.
Para la consultora PxQ, por su lado, “las reservas internacionales
netas llegaron a USD 7.900 millones”, estimaron en su semáforo de cumplimiento
de metas con el FMI. “De esta forma, el BCRA habría cumplido con la meta del
FMI para cuarto trimestre del 2022. Al igual que en septiembre, la liquidación
por dólar soja fue clave para cumplir con la meta de acumulación de reservas
internacionales”, apuntaron. Ese sobrecumplimiento habría sido cercano,
proyectaron, a los USD 620 millones.
Ese colchón “extra” de acopio de divisas conseguido sobre el final del
2022 con ayuda del dólar soja también serviría como sostén de la meta del
primer trimestre del 2023. La hoja de ruta que propuso el Gobierno y aprobó el
directorio del Fondo implica que en el primer trimestre del 2023 el BCRA
debería sumar USD 500 millones. Ya para el tramo de abril-junio el mínimo de
acopio de divisas ascendería a nada menos que USD 3.100 millones netos. Para el
tercer y cuarto trimestre el objetivo de acumulación sería de USD 100 y USD 900
millones, respectivamente.
Meta fiscal y de emisión monetaria
Los otros dos objetivos vertebrales del acuerdo con el FMI son el techo
al déficit primario y el límite al financiación del Tesoro a través del Banco
Central. Este segundo elemento, según creen en el mercado, no corrió peligro en
la última parte del año tras las licitaciones de deuda en pesos que
sobrepasaron los vencimientos y eliminaron la necesidad de emisión monetaria.
“El BCRA cumplió con el compromiso asumido al momento de la asunción de
Massa de no financiar al Tesoro a través de adelantos transitorios. Aunque, por
otro lado, financió indirectamente al Tesoro a través de sus intervenciones en
el mercado secundario de deuda en pesos. Estimamos que el Central compró
títulos por alrededor de $2 billones en la segunda mitad de 2022.
Principalmente, la intervención se concentró en junio y julio y entre octubre y
diciembre. Esto ayudó a que, entre julio y diciembre, el Tesoro logre un roll
over promedio en el mercado de deuda en pesos de 190%”, consideró PxQ en su
informe.
Para la consultora fundada por el ex viceministro de Economía Emmanuel
Álvarez Agis, el margen a favor con el que quedó el Banco Central para
financiar al Tesoro por la vía de la emisión fue de casi $34.000 millones.
Por otra parte, respecto a la meta de tope al déficit primario, el
límite que impone el programa es de poco más de 2 billones de pesos. Con los
datos de noviembre el margen con el que contaba el equipo económico para
expandir el rojo fiscal era de $562.687 millones, que para algunas consultoras
era considerado exigente por el carácter fuertemente expansivo del último mes
del año.
“A noviembre, el déficit primario acumulaba 1,8% del PIB, lo cual le
deja al Tesoro un espacio de 0,7% para diciembre si se quiere cumplir la meta
con el FMI. Si bien este margen parece chico, dado que diciembre suele ser el
mes con mayor déficit del año, la recaudación extraordinaria por dólar soja
ayudará a cumplir con el objetivo”, mencionó PxQ.
Para el año que comienza, el Gobierno deberá reducir el déficit fiscal
primario desde 2,5% del PBI con el que habría terminado 2022 hasta 1,9% del
PBI, con un techo de emisión monetaria para asistir al Tesoro de 0,6% del PBI.
Sobre este último punto, los primeros tres meses del año tendrán como techo
para la financiación del déficit unos $139.000 millones, cerca de un sexto del
tope nominal de todo el año, que es de $883.000 millones.
“En 2023, el FMI sostiene que las principales herramientas para el
cumplimiento del objetivo de 1,9% de déficit serán la reducción del gasto social
(-0,8 puntos porcentuales) y de los subsidios energéticos (-0,6 puntos
porcentuales). El Fondo prevé que los ingresos totales caigan -1,2 puntos
porcentuales en 2023. En cuanto a la distribución del déficit durante el año,
se prevé que en el primer semestre de 2023 no deberá superar -0,8% del PBI”,
concluyó PxQ. |