Por Enrique Pizarro. El dólar volverá a ser uno de los grandes
protagonistas en Argentina este año. Los enormes desequilibrios de la
macroeconomía local, sumado a las tensiones que se generarán en torno al
proceso electoral, harán que las cotizaciones de la divisa en todas sus
versiones sigan avanzando e inevitablemente renueven sus máximos en términos
nominales.
Las mayores
tensiones estarán nuevamente sobre los mercados paralelos, en el marco de un
cepo cambiario reforzado que mantiene muy controlado al tipo de cambio oficial.
Aunque la evolución de este último podría mostrar cambios y hasta sorpresas en
un momento del año, advierten algunos analistas.
Además de las
encuestas de intención de voto, uno de los principales elementos que mirará el
mercado es el gasto público. Probablemente, como es habitual, el Gobierno
buscará aumentarlo para llegar mejor posicionado a las urnas (recuérdese el
"plan platita" de 2021), lo que impactaría en la plaza cambiaria y en
la inflación.
PRESIÓN EN
PARARELO
Pablo Repetto, jefe
de investigación de Aurum Valores, espera que durante 2023 los dólares
paralelos sigan un camino similar al de los últimos años, en los que corrieron
a un ritmo cercano al crecimiento de los agregados monetarios (M3 privado), por
lo que estarán condicionados a la emisión y al excedente de pesos.
"Nuestras
proyecciones macro, en un escenario base de 'economía precaria', nos llevan a
estimar que el ritmo de crecimiento del agregado monetario más amplio en pesos
rondaría el 5,5% mensual promedio. Esta correlación nos hace estimar como
factibles subas anuales de entre el 80% y 90% en los dólares paralelos",
indicó.
Probablemente, el
Gobierno buscará aumentar el gasto público para llegar mejor posicionado a las
elecciones.
Repetto aclaró que
lo anterior es sólo sin considerar eventos que generen tensiones muy grandes,
lo que elevarían ese porcentaje. O, en caso opuesto, situaciones consideradas
como positivas por el mercado, en las que el Gobierno consiga ejecutar un mayor
ajuste de las cuentas públicas, lo que consecuentemente haría reducir la
variación.
Algunas consultoras
privadas, como Econviews, que dirige el ex secretario de Finanzas Miguel
Kiguel, estiman que las cotizaciones paralelas del dólar treparán más del 100%
en el año. Otras, como la que conduce el economista Fernando Marull, proyectan
un avance nominal en torno al 75 por ciento.
"El escenario
es complejo para este año. Dependerá de cómo evolucione la economía, la
política y el sector externo. Pero probablemente habrá faltante de divisas y
eso presionará sobre los paralelos. Y si hay grandes tensiones políticas,
impactará con mayor dolarización. De base, hay más pagos de deuda",
advirtió Sebastián Menescaldi, director de EcoGo.
Menescaldi prevé
saltos y volatilidad, en caso de conflictos e incertidumbre. Sobre todo,
teniendo en cuenta el contexto electoral. Advierte que habrá una mayor demanda
de dólares y que la oferta, que se dará principalmente por el ingreso de
exportaciones, estará afectada por las dificultades climáticas (sequía) que
enfrenta el complejo agrícola.
Los analistas
seguirán de cerca la política monetaria que llevará adelante el titular del
BCRA, Miguel Pesce.
"Cualquier
exceso de pesos va a presionar más a la brecha cambiaria, la cual además se
verá afectada por la expectativa electoral. Pero, por lo límites que le impone
la realidad, el Gobierno va a seguir ciertos márgenes, en el marco del acuerdo
con el FMI, para seguir reduciendo el déficit y la asistencia monetaria",
afirmó Santiago Manoukian, economista de Ecolatina.
En ese sentido,
destacó que puede haber buenas noticias en algún momento del año ante una
eventual buena expectativa electoral. Pero resaltó que la inquietud traerá
volatilidad. Sobre todo, en la primera mitad del año, debido a una menor
cosecha del agro y porque el sector adelantó liquidaciones durante la segunda
versión del programa del "dólar soja".
"El mensaje
clave es que no hay margen para desvíos expansivos en el gasto público porque
no hay financiamiento que lo permita y porque esos desvíos tendrían un impacto
en el roll over de la deuda y en la brecha cambiaria. Es lo principal para
evitar saltos de los paralelos e intentar transitar 2023 sin nuevos episodios
de gran inestabilidad financiera", agregó.
EL OFICIAL,
¿CONTROLADO HASTA...?
El Gobierno prevé
que el tipo de cambio oficial, en su versión mayorista, termine el año en casi
$ 270. Esto significaría un incremento anual del 52%. En caso de cumplirse esa
proyección, volvería a quedar muy por debajo de la inflación, que según
estimaciones del mercado ascenderá nuevamente cerca del 100 por ciento.
El equipo económico
que conduce Sergio Massa proyectó una suba del dólar oficial de apenas 52% en
el año, por debajo de la inflación.
En tanto, los
economistas creen que el Gobierno evitará de cualquier forma tener que disponer
un salto abrupto del tipo de cambio y apuntará mantener el ritmo de devaluación
como lo viene haciendo hasta ahora. Eso, hasta noviembre. En diciembre, tras un
eventual cambio de presidente, podría haber otra dinámica.
"El Gobierno
querrá frenarlo, como en años electorales, pero luce difícil. La sequía es un
riesgo y el exceso de pesos, otro. A priori, pensamos que se mantendría un
ritmo de suba similar al actual, con un probable salto en diciembre, con el
cambio de Gobierno. Pero en todo momento va estar el riesgo de un salto",
comentó Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores.
Asimismo, Repetto
señaló que en su estimación divide en dos partes la evolución de la moneda
estadounidense en la plaza oficial. Hasta las elecciones, espera que siga
corriendo en línea con la inflación, aunque no descarta que cerca de los
comicios el Banco Central desacelere de forma moderada el ritmo devaluatorio.
El mercado estima la
inflación rondará nuevamente el 100% este año.
"En diciembre,
un nuevo Gobierno deberá ajustar los precios relativos y, con ello, estimamos
un salto discreto del dólar oficial, que al menos permita que el tipo de cambio
real vuelva a los niveles de 2021, como figura en el compromiso con el FMI que
firmó este Gobierno y que no se ha cumplido", añadió.
Por su parte,
Manoukian coincidió en que el Gobierno hará todo lo posible para evitar un
salto abrupto del tipo de cambio oficial, debido a los impactos que esto
tendría sobre la aceleración inflacionaria, en los niveles de consumo y en la
actividad económica.
"El Gobierno
tiene como principal premisa mantener el esquema de devaluación diaria para
evitar un mayor atraso cambiario, contribuir a reducir la brecha desde abajo y
profundizar el rumbo enmarcado en el acuerdo con el FMI, con tasas de interés
reales positivas, menor asistencia monetaria directa e intentar mejorar el
stock de reservas", sostuvo Manoukian. |