Por Francisco Jueguen - En el quinto piso del Ministerio de
Economía, la calma es absoluta. No importa que afuera, en la City porteña, el
termómetro argentino del bienestar económico, político e institucional –el
dólar– suba.
“Siempre que hay algo, lo resolvemos”, sentencian cerca del
ministro de Economía, Sergio Massa. “Las reservas se resuelven; la inflación se
resuelve; ahora el dólar. Se acomoda en enero y febrero”, vaticinan. El dólar
blue subió $35 en ocho días ($357), y junto a los financieros toma vuelo a la
caza de la marca oficial más cara: el dólar Qatar. Todo se da cuando hay más
pesos en el mercado y mientras –pese a la mayor demanda estacional de billetes–
muchos siguen hallando en la dolarización la mejor opción para las vacaciones y
el ahorro.
El equipo económico de Massa encuentra
tres razones para el salto de los dólares “libres” de fin de año. En principio,
el cobro del aguinaldo. Esos pesos extras, en el actual contexto incierto de la
Argentina, vuelan hacia una moneda dura, o sea, al dólar. Crece la demanda. Un
segundo motivo implica a la oferta: según contaron fuentes oficiales, hay
“cuevas mayoristas” que entraron en modo vacaciones. La tercera cuestión sería
el desarme de depósitos chicos de argentinos en EE.UU., por la entrada en vigor,
el 1º de enero, del intercambio automático de información financiera con ese
país y la posibilidad de que un blanqueo se abra en la Argentina. Además,
impactaría la menor oferta de dólares de turistas en el mercado paralelo por el
mayor uso de la tarjeta de crédito al valor del MEP, una posibilidad que
comenzó a funcionar de manera fehaciente hace muy poco.
Otros viejos inquilinos del Ministerio
de Economía no están tan confiados como los actuales. En off the record
remarcaron que los tipos de cambio “libres” sí estaban desactualizados frente a
la inflación y que se mueven principalmente con un motor: la emisión monetaria
de diciembre, que ya supera los $700.000 millones.
Esto ocurre en medio de una elevada
inflación, cercana al 100%, que hace del peso argentino una exmoneda de
imposible demanda para el ahorro y que ya no sirve de referencia para muchos
precios en la economía. Por ahora sí sigue siendo la moneda transaccional.
“Es una combinación de cosas”, dice un
exministro de Economía cuando la nacion lo consulta por qué sube el dólar blue.
“Básicamente, la cantidad de dinero está creciendo a un ritmo muy grande. La
última licitación de deuda fue casi toda financiada con desarme de pases y
Leliq, porque no hay compradores marginales para la deuda del Tesoro. La idea
de que se está cumpliendo con las metas de financiamiento monetario es válida
solo si se miran los adelantos transitorios del Banco Central al Tesoro. Por
ejemplo, por compra de DEG [derechos especiales de giro del FMI] es una fuente
de emisión, pero hay más”, estimó. “La cantidad de dinero sube a un ritmo
grande. Además, se sumó el ruidito político de esta semana”, completó.
La emisión monetaria de diciembre
directa o indirecta para asistir al fisco ronda los $710.000 millones, si se
considera la impresión de billetes realizada por la compra de DEG, la causada
por la baja de Leliq y pases para suscribir bonos y la estimada por la
adquisición directa de bonos de parte del Banco Central. A eso se le debe
sumar, además, la compra de divisas en el marco de la segunda edición del dólar
soja.
“Están un poco atrasados”, afirmó un
exsecretario de Finanzas, que explicó que el dólar está al mismo nivel desde
agosto y la inflación mensual está arriba del 6%. Hace la siguiente cuenta: 6%
de $300 es $18 por mes que debiera subir el dólar solo para acompañar los otros
precios de la economía, pero no lo hizo. “Un dólar de $370 no sería una
locura”, dijo.
Sin embargo, el exfuncionario señaló
que no hay nada por lo que asustarse. “Sergio [Massa] la tiene bien manejada”,
estimó con un dejo de ironía. Habla particularmente de los controles que ejerce
el Gobierno a las importaciones.
“¿Por qué sube el blue?”, le preguntó
la nacion a otro exministro de Economía, que también prefirió el anonimato ante
la inestabilidad cambiaria actual. “¿Quizá porque el Gobierno intenta no
respetar un fallo de la Corte?”, respondió el exfuncionario, que deseó, quizá
con algo de premura, un feliz año nuevo de cara al fin de semana que viene. ß |