Por Hernán
Cappiello - El Gobierno formalizó ayer una presentación ante la Corte Suprema
de Justicia en la que recusa a todos sus integrantes y pide que un tribunal de
conjueces revoque la sentencia a favor de la ciudad de Buenos Aires por los
fondos que le había recortado la Nación.
A través de un
recurso del procurador general del Tesoro, Carlos Zannini, el Ejecutivo avanzó
con la inédita intención de recusar a todos los miembros del máximo tribunal
para que, en su lugar, una Corte de conjueces revoque el fallo que el Gobierno
se ha negado a cumplir hasta el momento.
En ese contexto, el
gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, acentuó la provocación a la
Corte y el llamado a incumplirla sentencia: “Si tengo que ir preso, que
vengan”, desafió al lado del presidente Alberto Fernández. Hastaahora, el Gobierno no ha efectivizado ninguno
de los pagos exigidos por el fallo.
El Gobierno,
mediante dos escritos firmados por el procurador del Tesoro, Carlos Zannini,
pidió a la Corte Suprema que revoque su propio fallo en el que le ordenó al
Estado nacional restituirle fondos coparticipables a la Ciudad, y solicitó el
apartamiento de todos los jueces del máximo tribunal.
Alberto Fernández
cumplió, de esa forma, el anuncio de enfrentar la decisión de la Corte Suprema
e intentar separar a sus actuales integrantes, pese a las escasas
probabilidades de que la respuesta prospere. El Presidente primero había
amenazado con incumplir la orden judicial a favor de la ciudad de Buenos Aires
y la criticó duramente. Luego dijo que pediría que se revoque, como hizo
finalmente ayer, pero que cumpliría la decisión pagando con bonos.
Los jueces de la
Corte recibieron los escritos, pero no tienen previsto reunirse esta semana por
el caso. Por lo tanto, el debate del asunto pasará al mes de febrero, cuando se
reanude la actividad judicial, luego de la feria de enero, mes en el que
permanecen cerrados los tribunales.
El escrito del
Gobierno señala que en la decisión de la Corte Suprema sobre la medida cautelar
se adelantó opinión sobre el fondo del caso. Además, argumentó que el fallo es
“arbitrario” porque el tribunal no explicó los motivos por los cuales
estableció la transferencia a la Ciudad de un monto fijo del 2,95% de los
fondos coparticipables de la Nación.
El Gobierno indicó,
además, que el fallo no tuvo en cuenta que el pago no está previsto en el
presupuesto, por lo que el cumplimiento de la medida “es de por sí inviable”. Y
dijo que la Corte incurrió en un “exceso de atribuciones constitucionales”.
Zannini solicitó, además, que se informe de su presentación a la Ciudad, para
que opine, y que luego se lo conceda con efecto suspensivo. Es decir, pese a
las escasas probabilidades de que sea aceptado, el Gobierno reclamó a la Corte
que suspenda su propia orden de transferir de manera diaria, a través del Banco
Nación, unos 1100 millones de pesos a la administración porteña para restituir
lo quitado en 2020, primero por decreto y luego por ley.
El escrito de la
revocatoria menciona los antecedentes de este tipo de recursos y reclama que
los jueces que lo resuelvan deben ser otros y no los actuales integrantes
juzgado, anticipadamente, sobre distintos aspectos que hacen al fondo de la
disputa”. Además sostiene que al afirmar que el pago no afecta a las provincias
está dando a entender el porcentaje que le corresponde a la Ciudad, lo que a su
entender es un adelanto del fondo del caso.
Por eso, la Casa
Rosada dijo que el fallo no es una medida cautelar sino “una ejecución
anticipada en favor de la ciudad de Buenos Aires de una hipotética sentencia
definitiva”.
Argumentó, además,
que el fallo es “arbitrario” porque no responde a las objeciones que hizo la
Nación. “Ni siquiera ha tratado mínimamente en este marco preliminar la defensa
central del Estado nacional, que desacredita la supuesta verosimilitud del
derecho invocado por la Ciudad”, esto es, que una cosa es el sistema de
coparticipación y otra los mecanismos de compensación por transferencias de
servicios, como el traspaso policial.
“La Corte anticipa
su criterio sobre el fondo: los gastos derivados del traspaso de funciones de
seguridad deben ser atendidos, según el tribunal, en el marco del régimen de
coparticipación. En concreto, mediante la modificación del porcentaje de
coparticipación asignado a la CABA, desvinculado del costo real de los
servicios transferidos, cuando en rigor este último es el parámetro que debería
ser tomado a tales efectos”, dijo Zannini.
Fundó además la
idea de que la sentencia es arbitraria en que la Corte no explicó cómo llegó a
la cifra a transferir del 2,95% de los fondos coparticipables. “La fijación de
dicho porcentual no encuentra sustento en razonamiento alguno; no existe
informe documentado en las presentes actuaciones, ni pericia producida –en esta
etapa preliminar– que justifique la concesión de tal coeficiente”, dice el
escrito.
Así las cosas, el
Gobierno pidió que le concedan el recurso, pero otros jueces y no la actual
integración de la Corte, “a fin de asegurar una revisión que preserve la
objetividad del decisor, no influida por el juicio previo que ya ha adelantado
este tribunal” y que el fallo tenga efecto suspensivo de la sentencia dictada.
En su escrito de
recusación, el Gobierno reiteró los argumentos mencionados sobre el
prejuzgamiento en que habrían incurrido los jueces, según su lectura, y dijo
Zannini que deberían excusarse por razones de decoro. En caso de que no lo
hagan, planteó su recusación.● |