Sábado 24 - Por Gabriela Origlia -
CÓRDOBA.- La industria de la maquinaria agrícola es otro de los sectores que
sufre “complicaciones muy serias” por las autorizaciones para que ingresen importaciones.
“Déjennos que desarrollemos nuevos productos y que salgamos a competir al mundo
y no que perdamos horas y horas llenando planillas. Nos tenemos que dedicar a
lo que sabemos hacer, que es trabajar”, resume Luciana Mengo, presidenta de la
Asociación de Fabricantes de Maquinaria Agrícola y Agrocomponentes de Córdoba
(Afamac).
Describe que los problemas llevan meses y que, desde octubre
cuando entró en vigencia el Sistema de Importaciones de la República Argentina
(SIRA) -que reemplazó las SIRI- no se resolvieron. “Está totalmente congelado;
no hay aperturas para insumos esenciales. Son muchos los componentes que se
necesitan y todo está trabado”, enfatiza.
Por ejemplo, en el caso de rodamientos especiales, cuando
salen los permisos lo hacen con pagos a 180 días, un plazo que “ningún
proveedor financia”. También hay demoras en la nacionalización una vez que las
partes llegan a la Argentina. Los trámites burocráticos insumen “mucho tiempo”.
La Afamac, al igual que las cámaras industriales de los
diferentes rubros, viene pidiendo que se les explique cuál es el parámetro que
toman para determinar qué entra y qué no. “Que nos digan a los sectores
productivos qué esquema se usa -añade Mengo a LA NACION-. No existe un solo
sector que tenga todo lo que necesita para producir en el país; ni en la
Argentina ni en el mundo. La producción, desde hace años, es globalizada y
complementaria”.
La empresaria -que esta semana renovó por dos años su cargo
de presidenta de Afamac- subraya que los problemas son “transversales” a toda
la industria y a todas las cadenas. En la maquinaria agrícola hay
inconvenientes para conseguir re puestos para líneas de producción. Por la
falta de partes, también hay equipos finalizados pero que no se pueden entregar
porque les resta incluir una pieza.
“Se complican los compromisos; se rompe la confianza con los
clientes -plantea-. No se pueden cumplir los contratos de exportación. La
inteligencia comercial requiere años de esfuerzos para después no poder hacer
un envío porque falta un importado. Importamos por dos y exportamos por 20,
ingresan divisas para el país pero eso no parece importar”.
Mengo lamenta que en la agenda política: “Parece no haber
espacio para los reclamos del interior, de los pueblos de 20.000 habitantes
donde hay tres fábricas que emplean a todos los habitantes y dan trabajo a los
de localidades vecinas. Si seguimos así vamos a impactar en el pleno empleo que
existe”.
La industria de la maquinaria agrícola es muy fuerte en el
interior de Córdoba y Santa Fe, seguida de localidades con fábricas en Buenos
Aires y Entre Ríos. A los problemas de importación, desde octubre se suma una
caída en las ventas por la suba de tasas de interés y por las expectativas
negativas que genera la sequía.
La presidenta de Afamac enfatiza: “No estamos pidiendo
subsidios. No queremos reducir la jornada a un solo turno ni mandar a nuestros
trabajadores al Ministerio de Desarrollo Social”, en referencia a la solicitud
de planes de ayuda. |