Buenos Aires, 09/09/2025
Corredor de Cambio ¿Por qué ABC? Quiénes somos Servicios Cierres Noticias Registración Consultas
 Nombre de Usuario:
 Contraseña:
Recordar Clave
 Olvido su contraseña?
 Modificar contraseña
 Regístrese aquí.
EUR/USD Pronóstico del Precio 2023: ¿Controlar la inflación o evitar la recesión? ¿Existe una receta para el éxito?
ABC Mercado de Cambios S.C. comunica sobre la fuente de la siguiente nota:
Texto informativo: 26/12 - 07:50 FxStreet
 Recomendar  Imprimir

Por Valeria Bednarik - El par EUR/USD arrancó 2022 con un tono débil, pero en aquel momento nadie habría imaginado que acabaría tocando fondo en 0.9535. En general, los mercados financieros se mostraban optimistas respecto a la recuperación económica posterior a la pandemia, a pesar de cierto regusto residual vinculado sobre todo a la puesta en marcha de nuevo de la maquinaria mundial.

El abrupto final del apoyo del dinero barato al dólar estadounidense

La alegría por la recuperación económica pospandémica duró poco, ya que las economías mundiales se enfrentaron a otro golpe inesperado: la inflación. Un Índice de Precios al Consumo (IPC ) desbocado se convirtió en la nueva norma en medio de las interrupciones de la cadena de suministro y el aumento de la demanda de los consumidores, con una inflación en las principales economías que alcanzó máximos de varias décadas y cogió desprevenidos a gobiernos y responsables políticos. La inflación "temporal" de 2021 pasó a afianzarse a principios de 2022.

Como efecto inmediato, la demanda de bonos del Estado de Estados Unidos a corto plazo se disparó. Los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense saltaron a máximos de varios años, pero lo que es más relevante, el rendimiento de los bonos del Tesoro a 2 años se disparó por encima del de los bonos a 10 años, lo que suele interpretarse como una señal temprana de una próxima recesión. El dólar siguió su curso y alcanzó máximos de varias décadas frente a la mayoría de sus principales rivales.

Los bancos centrales pensaron que era una buena idea pasar de políticas monetarias ultralaxas a un endurecimiento cuantitativo masivo para enfriar la inflación. En marzo de 2022, la Reserva Federal (Fed) de EE.UU. inició una modesta subida de tipos de 25 puntos básicos (pb), hasta una horquilla del 0.25%-0.50%, pero rápidamente le siguieron cinco subidas consecutivas de 75 pb.

La inflación se mantuvo obstinadamente al alza en Estados Unidos, aunque los primeros signos alentadores surgieron a finales del tercer trimestre. El Índice de Precios al Consumo de Estados Unidos subió a un ritmo anual del 9.1% en junio, su nivel más alto en más de cuarenta años. A partir de ahí, el IPC subió a un ritmo más lento y los participantes del mercado se apresuraron a incluirlo en el precio a la baja, lo que dio al euro (EUR) la oportunidad de recuperar parte del terreno perdido a lo largo de los nueve primeros meses del año.

Al otro lado del charco, la situación ha sido bastante diferente. Bien entrado el último trimestre del año, las presiones sobre los precios siguen aumentando, mientras que los responsables políticos del Banco Central Europeo (BCE) esperaron hasta diciembre para adoptar una postura más agresiva. El IPC anual de la zona euro subió un 10.1% interanual en noviembre, mientras que el de la Unión Europea fue del 11.1% en el mismo periodo. En septiembre, la inflación de la zona euro alcanzó un máximo de varias décadas (10.6%).

El Banco Central Europeo se había mostrado mucho más conservador durante el primer semestre del año. La Presidenta del BCE, Christine Lagarde, y compañía apretaron el gatillo por primera vez en julio, con una subida de tasas de 50 puntos básicos, seguida de dos subidas consecutivas de 75 puntos básicos en septiembre y octubre. Al igual que su homólogo estadounidense, el BCE ralentizó el ritmo de endurecimiento y subió 50 puntos básicos en diciembre.

La Reserva Federal y el Banco Central Europeo vuelven a cambiar de rumbo

Los anuncios de diciembre de los bancos centrales se consideraron de línea dura, y tanto Christine Lagarde como el presidente de la Fed , Jerome Powell, aportaron volatilidad. Por un lado, el presidente de la Reserva Federal sorprendió a los agentes del mercado con sus duras palabras, ya que señaló que la Fed aún tiene subidas bajo la manga. "La experiencia histórica advierte fuertemente contra una relajación prematura de la política. Yo no nos vería considerando recortes de tasas hasta que el comité esté seguro de que la inflación está bajando al 2% de forma sostenida", añadió Powell.

El Resumen de Proyecciones Económicas (SEP) de la Reserva Federal no prevé recortes de tipos en 2023, mientras que los responsables políticos revisaron al alza las previsiones de inflación al tiempo que rebajaban las perspectivas de crecimiento.

Por su parte, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, afirmó que los responsables políticos esperan subir los tipos "significativamente más" porque la inflación es demasiado alta, y añadió que es "obvio" que deben esperarse más subidas de 50 puntos básicos durante un tiempo. Todo un giro de línea dura a sus habitualmente moderadas palabras.

Así, la Fed y el BCE convergieron en ralentizar el ritmo de endurecimiento, pero se comprometieron a más subidas en el futuro, aun a riesgo de perjudicar el crecimiento económico. Powell y Lagarde también convergen en poner la inflación por encima del crecimiento. Y es lógico. El principal objetivo de los bancos centrales es mantener la inflación bajo control, no impulsar la economía.

Sus decisiones monetarias drenarán una liquidez masiva, en claro detrimento del progreso económico. Los riesgos de recesión son altos, mientras que las presiones sobre los precios siguen siendo elevadas de cara a 2023.

El crecimiento económico seguirá ralentizándose

Echemos un vistazo a las cifras de crecimiento. En Estados Unidos, el Producto Interior Bruto (PIB) real aumentó a una tasa anual del 2.9% en el tercer trimestre de 2022, tras una contracción del 0.6% en el segundo trimestre. El PIB también se contrajo en el primer trimestre del año, un 1.4%, lo que significa que el país entró técnicamente en recesión. Surgió el pánico, pero la Reserva Federal de EE.UU. se mantuvo obstinada en controlar la inflación. Las acciones se desplomaron ante el temor de que el progreso económico se estancara pronto, mientras que las apuestas a la continuación de las presiones inflacionistas empujaron al alza los rendimientos del Tesoro estadounidense a corto plazo.

En la zona euro, el Producto Interior Bruto desestacionalizado aumentó un 0.3% respecto al trimestre anterior, según Eurostat. En el segundo trimestre de 2022, el PIB había crecido un 0.8%, tras un modesto repunte del 0.6% en el trimestre anterior.

Pero la Unión Europea se enfrenta a un reto más. Rusia decidió invadir Ucrania. A finales de febrero, el Presidente ruso Vladimir Putin anunció una operación especial "destinada a la desmilitarización y desnazificación" de Ucrania. Como consecuencia, las naciones occidentales impusieron sanciones sin precedentes contra Moscú, ya que este último se anexionó ilegalmente las regiones ucranianas de Donetsk, Luhansk, Zaporizhzhia y Kherson. Como resultado, el Kremlin golpeó a Europa donde más le duele: el suministro de energía.

Las sanciones del Consejo Europeo incluyen "medidas restrictivas selectivas (sanciones individuales), sanciones económicas y medidas en materia de visados ". También implican algunas restricciones a la importación y exportación, entre las cuales, el petróleo y sus derivados se convirtieron en el talón de Aquiles de Europa.

Crisis energética a punto de agravarse

En junio de 2022, el Consejo Europeo adoptó el sexto paquete de sanciones que, entre otras cosas, prohíbe la compra, importación o transferencia de petróleo crudo transportado por vía marítima y determinados productos petrolíferos de Rusia a la UE. Las restricciones se aplican desde el 5 de diciembre de 2022 para el petróleo crudo y desde el 5 de febrero de 2023 para otros productos refinados del petróleo. Se hizo una excepción temporal para las importaciones de petróleo crudo por oleoducto, en particular para algunos estados miembros de la UE que no tienen opciones alternativas.

La respuesta de Moscú a las sanciones no se hizo esperar. El Kremlin empezó a reducir y finalmente cortó su suministro de gas a Europa antes del invierno, generando una crisis energética y avivando aún más la presión sobre los precios. La escasez de energía disparó las facturas de energía de los hogares en todo el Viejo Continente, lo que avivó aún más las presiones inflacionistas y obligó a los gobiernos a tomar distintas medidas para enfriar los precios.

Antes del comienzo de la guerra, el gas ruso cubría aproximadamente el 40% de las necesidades europeas. En noviembre de 2022, la UE ha logrado cubrir la capacidad de almacenamiento para hacer frente al invierno, pero la escasez para 2023 está en la agenda, sobre todo si los flujos de gas por gasoducto ruso se detienen por completo y en medio de las expectativas de que la demanda mundial siga creciendo.

¿Aterrizaje duro, aterrizaje suave o qué?

De cara a 2023, existe incertidumbre sobre si los bancos centrales conseguirán guiar las economías hacia un aterrizaje suave. Es decir, controlar la inflación sin desencadenar recesiones. Como se ha dicho, las presiones sobre los precios siguen siendo demasiado elevadas, con una inflación tres veces superior a lo tolerable.

Enfrentarse a la escasez mundial de energía será el principal reto del próximo año, y no sólo para la Unión Europea. A medida que China se aleje de su política de covid cero, se espera que se dispare la demanda de combustibles fósiles en el país. Si Rusia persiste en su guerra con Ucrania -y es probable que así sea si Vladimir Putin conserva el poder-, aumentará la escasez de petróleo, gas natural y carbón, y los precios se mantendrán altos. Esto afectará tanto a la capacidad de Estados Unidos como a la de la UE para prepararse para el invierno de 2023-2024 y mantendrá la inflación muy por encima de los niveles de confort de los responsables políticos.

La persistencia de las presiones inflacionistas debería dar lugar a nuevas subidas de tasas, lo que acabará frenando las perspectivas de crecimiento de las principales economías.

Los bancos centrales han prometido más subidas de tasas de interés a lo largo del primer semestre de 2023, en contra de la creencia del mercado de que el final del ciclo de endurecimiento está cerca. Los posibles recortes de tasas deberían guardarse en el congelador para el próximo año.

Es probable que Europa sufra mucho más que Estados Unidos por su dependencia de la energía rusa. Será más difícil para la UE encontrar fuentes/proveedores alternativos, sobre todo si la demanda china resurge como se espera. En tal escenario, es probable que aumenten los costes de producción, lo que restará competitividad a las industrias locales.

Tras años trabajando para sustituir las fuentes de energía por otras ecológicas, es posible que a la UE no le quede más remedio que reactivar la energía nuclear. Eso supondría otra carga para las empresas locales que dedicaron tiempo y recursos a cambiar hacia fuentes de energía renovables.

El par EUR/USD cayó ocho de los doce meses del año, recuperándose al máximo en noviembre, cuando los participantes del mercado se apresuraron a descontar un ritmo más lento de subidas de tasas en Estados Unidos y la creciente posibilidad de un pronto final del ciclo de endurecimiento. Sin embargo, el presidente de la Fed, Jerome Powell, no sólo enfrió tales expectativas, sino que la presidenta del BCE, Christine Lagarde, sorprendió con una postura de línea dura.

El par subió durante la primera quincena de diciembre en medio del anterior impulso alcista basado en la especulación sobre la relajación del endurecimiento cuantitativo y en que los recortes de tasas estaban a la vuelta de la esquina. Pero ese no fue el escenario real y el par EUR/USD cotiza por debajo de los niveles previos a los anuncios de los bancos centrales, ya que el dólar estadounidense ha recuperado algo de terreno.

Perspectiva técnica del EUR/USD

Analizando el gráfico mensual del EUR/USD, la recuperación de aproximadamente 1.100 puntos desde el mínimo de varios años en 0.9535 parece una corrección. Midiendo la caída de 2022 desde 1.1494 hasta el mínimo mencionado, el retroceso de Fibonacci del 61.8% se sitúa en torno a 1.0735, también el máximo mensual de diciembre.

No obstante y según el mismo gráfico, los indicadores técnicos han perdido su fuerza alcista dentro de niveles negativos tras corregir lecturas extremas de sobreventa, lo que refleja el largo camino que queda por recorrer antes de que los alcistas tomen realmente el control. En el mismo gráfico, la media móvil simple (SMA) de 20 mantiene una pendiente firmemente bajista por debajo de las más largas, que también se dirigen hacia el sur, lo que refleja el dominio de los osos a largo plazo.

Bajando a la perspectiva semanal, el riesgo de un próximo descenso parece bien limitado. La SMA de 20 está cruzando por encima del retroceso del 50% de la caída del año en torno a 1.0510, aunque las medias móviles más largas presentan pendientes de neutrales a bajistas muy por debajo de la más corta. El Índice de Fuerza Relativa (RSI) consolida por encima de 60 sin signos de agotamiento alcista, manteniendo el riesgo sesgado al alza. Por último, el indicador de Momentum rebota en torno a su línea media, tras corregir las condiciones de sobrecompra alcanzadas a mediados de noviembre.

Desde finales de 2014, la zona de precios de 1.1460/80 ha sido un hueso duro de roer en uno u otro sentido. Con el EUR/USD cotizando más de 800 puntos por debajo del nivel, y con perspectivas de subidas adicionales de tasas a ambas orillas del Atlántico, las posibilidades de que el par pueda alcanzar dicha zona de precios en el primer trimestre de 2023 no son muchas. Sin embargo, si logra superar la resistencia de Fibonacci mencionada, el par puede avanzar hacia la zona de precios de 1.1060/1.1120. Para que se produzca el empate y los alcistas retomen el control a largo plazo del par, sería necesario un cierre mensual por encima de 1.1500.

Los osos del euro podrían tener más confianza si el par rompe por debajo de 1.0300, donde el EUR/USD también tiene el 38.2% de retroceso de fibonacci de la caída de 2022. Por debajo de este nivel, el interés especulativo buscará volver a probar la paridad, aunque otra caída por debajo del umbral psicológico dependerá de los desequilibrios del crecimiento, más que de las decisiones de los bancos centrales. Sin embargo, si la Reserva Federal de EE.UU. reanuda un endurecimiento cuantitativo agresivo, el par podría caer hacia 0.9500. Este escenario parece más probable hacia el segundo trimestre del año.

ABC Mercado de Cambios S.C. le acerca las noticias y novedades de mayor trascendencia relacionadas con el comercio y operaciones cambiarias a través de una fuente segura y confiable.
09-09-2025 Paliza bursátil: los ADRs y bonos se hundieron hasta 25%, y el riesgo país rozó los 1.100 pun...
09-09-2025 EUR/USD fluctúa cerca de máximos favorecidos por la debilidad generalizada del Dólar
09-09-2025 Dólar hoy: a cuánto cerró este lunes 8 de septiembre
08-09-2025 Economía enfrenta un desafío clave tras la derrota: renovar un vencimiento de deuda que puede...
08-09-2025 El riesgo país superó los 900 puntos ante el nerviosismo inversor por las elecciones bonaerenses
08-09-2025 EUR tranquilo antes del BCE el jueves – Scotiabank
08-09-2025 Dólar hoy: a cuánto cerró este viernes 5 de septiembre
04-09-2025 El riesgo país saltó a casi 900 puntos, récord en 5 meses, y volvieron a caer los ADRs en Wal...
04-09-2025 El EUR/USD mantiene su tono bajista tras los decepcionantes datos de ventas minoristas
04-09-2025 Dólar hoy: a cuánto cerró este miércoles 3 de septiembre
  Nota: Haga click sobre la noticia o novedad que desea ver
1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 | 10 Siguientes...
Fecha
...que contenga: en  
 
Consultenos | Términos y Condiciones | Corredores de Cambio

ABC Mercado de Cambios S.C. © 2003 - 2025 | Email: info@abcmercadodecambios.com 
Paraguay 635 Piso 7 Dto. "A" y "B". Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
Teléfono: (+54) 11 4312-6660
Desarrollado por Serga.NET