Por Maia Jastreblansk y Cecilia Devanna - El
gobierno nacional y un grupo de mandatarios provinciales acordaron hoy no
acatar el fallo de la Corte Suprema de Justicia que restituyó fondos de la
coparticipación a la ciudad de Buenos Aires. La postura de la Casa Rosada fue
influenciada directamente por los gobernadores del PJ,
que durante horas estuvieron reunidos con el presidente Alberto Fernández, algunos en forma presencial y otros de
manera virtual. En especial, primó el reclamo del mandatario chaqueño, Jorge Capitanich, que exigió desconocer la sentencia del
máximo tribunal.
Al caer la noche de
este jueves se conoció el comunicado con la decisión de Fernández y 14
mandatarios provinciales que asistieron a la reunión en Casa Rosada y subieron
la tensión con una decisión de enorme voltaje político cuyas consecuencias son
aún desconocidas. En el mensaje se consideró al fallo como “inédito,
incongruente y de imposible cumplimiento”. Además, acusaron al máximo tribunal
del país de no haber fundado “el modo por el cual construye dicho monto, decide
aumentar ese porcentaje [de la coparticipación para la Ciudad] al 2,95; es
decir, le otorga a la Ciudad de Buenos Aires más de 180.000 millones de pesos
adicionales a los que ya percibe”.
En el Palacio de
Tribunales adelantaban hoy que el impacto de una decisión de esta magnitud
podía tener un enorme impacto a nivel de la economía, con “lo que implica que
el propio Poder Ejecutivo Nacional (PEN) no acate un fallo de esta envergadura
y competencia”.
Este mediodía, en
la reunión de urgencia convocada ayer, los gobernadores del PJ le reclamaron a Fernández que el Gobierno asuma
una postura firme frente al fallo de la Corte que repuso parte de la coparticipación a
la ciudad de Buenos Aires que había sido detraída en 2020, cuando el Presidente
decidió girarle esos fondos al gobierno de Axel Kicillof para apagar una
revuelta policial. Los mandatarios provinciales dispensaron palabras fuertes contra los ministros del máximo tribunal y
pidieron hacer “algo” para evitar que se vean afectados
los fondos coparticipables que hoy reciben las provincias
para, entre otras cosas, invertir en obras públicas.
Fernández pidió
recusar a los cuatro miembros de la Corte: Horacio Rosatti, Juan Carlos
Maqueda, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti y presentar el pedido de
revocatoria “in extremis” de la resolución dictada ayer por los cortesanos.
En su fallo, la Corte había advertido que era falso el argumento de que
restituirle fondos a la Ciudad significaba quitarle recursos de la
coparticipación a las provincias, puesto que sus porcentajes en
nada varían. ¿Por qué? Porque los recursos restituidos a la Ciudad corresponden
a los fondos de la recaudación nacional que retiene para sí la Nación, no la
torta que reparten entre los distritos. En el comunicado, los gobernadores
desconocieron ese argumento: “Esto es completamente falso: esos recursos
saldrían del presupuesto nacional, que se ejecuta en políticas públicas, en
todo el territorio de la Nación”. A lo que apuntaron que “es un fallo político,
de cara al año electoral” y que la Corte Suprema pretende sustraerles recursos
a todas las provincias para dárselos al jefe de gobierno de la CABA”.
Los gobernadores
firmantes fueron Kicillof, de Buenos Aires; de Catamarca, Raúl Jalil; de Chaco,
Jorge Capitanich, de Chubut, Mariano Arcioni; de Entre Ríos, Gustavo Bordet; de
Formosa, Gildo Insfrán; de La Pampa, Sergio Ziliotto; de La Rioja, Ricardo
Quintela; de San Juan, Sergio Uñac; de San Luis, Alberto Rodríguez Saá; de
Santa Cruz, Alicia Kirchner; de Santiago del Estero, Gerardo Zamora; de Tierra
del Fuego, Gustavo Melella; y de Tucumán, Osvaldo Jaldo.
En el comunicado se
evitó usar el concepto de “conflicto de poderes” algo que había trascendido
como una posibilidad durante el correr del día, pero que finalmente no se
concretó. “No es porque no
creamos que no lo hay”, deslizó una fuente sobre un punto sensible. En el
Palacio de Tribunales anticipaban que era “imposible” que se hablara de un
conflicto de poderes, “porque no se está violando la Constitución Nacional”.
“Sí se está violando”, replicaban en Balcarce 50, pero evitaban con mesura
ahondar en el tema.
En su declaración
pública, Fernández y los gobernadores insistieron en que en las condiciones
actuales, la medida es “de imposible cumplimiento,
toda vez que el Congreso Nacional aprobó por ley el presupuesto 2023 sin
contemplar crédito presupuestario para tal finalidad”.
Los gobernadores
también advirtieron que al verse afectadas las provincias “en forma directa por
la arbitraria decisión” de la Corte “instruirán a las autoridades competentes
de sus jurisdicciones para que los estados provinciales soliciten ser tenidos por
parte en el expediente acompañando la recusación de los ministros firmantes de
dicha medida cautelar y para que soliciten la revocación ‘in extremis’ de la
misma”, como recurso legal.
“El rechazo es muy
fuerte porque el fallo altera toda la conformación de lo que significa la
coparticipación”, resumió a LA NACION una alta
fuente de Casa Rosada, desconociendo también la explicación dada por la Corte
en su fallo. “Los gobernadores están furiosos porque alteraron la igualdad”,
insistió la fuente.
Fernández había
convocado a los gobernadores peronistas ayer, apenas se conoció el fallo de la
Corte que ordenó reponer a la Ciudad parte de la
coparticipación que el Gobierno había recortado en 2020 y que
significó una victoria política para Horacio Rodríguez Larreta.
Hubo mandatarios provinciales que viajaron hasta Buenos Aires para asistir a la
reunión con el Presidente en el Salón Eva Perón, mientras que otros cuatro se
conectaron de forma remota.
Durante la reunión,
varios de los gobernadores pidieron tomar una posición firme, de implicancia
institucional. Algunos reclamaron iniciar un juicio político contra
los jueces de la Corte y otros, directamente, pidieron que el Gobierno
desconozca y no acate el fallo dictado por el máximo tribunal.
Capitanich -uno de los mandatarios provinciales
más afines a Cristina Kirchner- fue uno de los que consideró que “el
Presidente de la Nación debe desconocer este fallo pues objetivamente es
una atribución constitucional del artículo 99, y no depende de una intromisión
de carácter judicial arbitraria y discrecional”.
Kicillof, por su parte, se limitó a decir que el
fallo de la Corte es “una verdadera inmundicia”. Según
pudo reconstruir LA NACION, Quintela, Jalil y Zamora fueron de
los que expresaron las posturas más duras. El espíritu de lo que transmitieron
es que el Gobierno no puede dejar que “cuatro jueces” -los miembros del
máximo tribunal- definan las políticas públicas de un país.
El encuentro
Convocados por el
Presidente, a la sede de gobierno asistieron diez mandatarios
provinciales: Gildo Insfrán (Formosa), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Gustavo
Bordet (Entre Ríos), Sergio Uñac (San
Juan), Mariano Arcioni (Chubut), Sergio Ziliotto (La
Pampa), además de Quintela, Zamora, Kicillof y Jalil.
De forma remota, en
tanto, se conectaron a la reunión Capitanich (Chaco), Oscar Herrera Ahuad (Misiones), Gustavo Melella (Tierra del Fuego) y Alicia Kirchner (Santa Cruz).
En medio de la
discusión jurídica, participaron del encuentro, que fue en el Salón Eva Perón,
la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra; el
vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos y el
secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello. Los
dos primeros participaban de la redacción del comunicado conjunto.
Al encuentro
faltaron Arabela Carreras (Río Negro), Juan Schiaretti (Córdoba), Gustavo Sáenz (Salta), Omar Gutiérrez (Neuquén), mandatarios que no abrevan
en el Frente de Todos. Los gobernadores que integran Juntos por el Cambio no
fueron convocados.
Sorprendió, en
cambio el faltazo de otros dos gobernadores oficialistas: Alberto Rodríguez Saá (San Luis) y Omar Perotti (Santa Fe). Cerca del gobernador alegaron
que tuvo “problemas de conexión”. Ayer, el diputado Roberto Mirabella -del
riñón de Perotti- fue uno de los que no dio
quórum para la última sesión del año en la Cámara baja.
De la reunión el
ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, que
recibió a algunos en sus oficinas de la planta baja de la Casa Rosada antes de
subir al Salón Eva Perón para reunirse con el Presidente. De Pedro, así, volvió a compartir así una actividad política e
institucional con Fernández, una novedad luego del vacío que él y
otros funcionarios kirchneristas le hicieron al Presidente la semana pasada en
el acto por los tres años de gestión.
De Pedro había sido
un actor protagónico de la puja con Horacio Rodríguez Larreta por
los fondos asignados a la Capital Federal. Hubo un sinfín de reuniones entre
funcionarios de su ministerio y representantes del gobierno porteño para
intentar llegar a un acuerdo -que no se logró- antes de que la Corte resolviera
la cautelar que presentó la Ciudad. “Incoherente y antifederal es sacarles
recursos a las provincias para darle al Gobierno de la Ciudad, el más rico del
país”, dijo el ministro hoy en Twitter.
El contexto
Ayer, los ministros
de la Corte ordenaron una medida cautelar a favor de la ciudad de Buenos Aires
y dispusieron que el Estado Nacional “entregue a la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires el 2,95% de la masa de fondos″ coparticipables. Además,
le ordenaron al Gobierno que, “durante la tramitación del proceso, se abstenga
de aplicar la ley 27.606″, que fue la norma con la que hace dos años se
formalizó un nuevo cálculo de lo que le correspondía a la Ciudad por el
traspaso de la Policía. La Ciudad, no obstante, viene
reclamando que le repongan el 3,5% de la coparticipación.
La puja con la
Ciudad por la coparticipación le sirve a Fernández para intentar hacer causa común con los gobernadores peronistas en un
momento delicado, tanto por el desdén que recibe del kirchnerismo como por la frialdad que exhibieron en los últimos
días los mandatarios provinciales y la CGT.
En la Casa Rosada
esperaban que el fallo del máximo tribunal fuera favorable a Rodríguez Larreta. No los sorprendió. La Corte Suprema ya
notificó al Poder Ejecutivo del fallo y ahora la Ciudad espera que, de forma inmediata,
la Nación le transfiera el monto actualizado de fondos.
Si el Gobierno
acatara el fallo de la Corte, el Ministerio de Economía debería darle la orden
al Banco Nación para que actualice los giros de inmediato. |