Por Esteban Lafuente - Muchos argentinos intentan abandonar
el peso y buscan proteger sus ahorros en otras monedas, a partir de la
inestabilidad económica que arrastra desde hace años el país, la inflación de
doble dígito desde hace más de 15 años y la pérdida de confianza en el peso. En
ese contexto, año a año crece el monto de dinero que los ciudadanos atesoran
fuera del sistema financiero: según las últimas estimaciones oficiales, la
cifra ya supera los US$261.490 millones.
Es una cifra que crece trimestre a trimestre, según las
estimaciones del Indec, y contempla el dinero atesorado en cajas de seguridad,
los fondos alojados en cuentas bancarias declaradas en el exterior y los
billetes conservados “en el colchón”, tanto en dólares como en otras divisas.
El último dato, difundido ayer,
corresponde al tercer trimestre de este año, y se incluye en el informe
“Balanza de pagos, posición de inversión internacional y deuda externa”, que
contempla todas las operaciones financieras entre la Argentina y el exterior,
tanto del sector público como el privado. La cifra es un 3,7% superior con
relación al monto estimado un año atrás (US$252.186 millones). No obstante, si
bien en términos nominales refleja un crecimiento, esa alza se ubica por debajo
de la inflación registrada en EE.UU. (8,2% interanual en julio).
El dinero guardado fuera del sistema,
contemplado dentro del segmento “otras inversiones” en la posición de inversión
internacional, se incrementó en US$9304 millones (3,7%) en los últimos 12
meses, si se compara este último dato con el de igual período de 2021. Si se
considera la evolución en el último trimestre (julio-septiembre, últimos datos
disponibles), el monto atesorado fuera del sistema local creció en US$3569
millones (1,4%).
La dolarización de los ahorros y la
huida del sistema local es una tendencia que hace años marca a la economía
argentina y no distingue gobiernos y administraciones. La acumulación de
sucesivas crisis económicas, cepos, confiscaciones de depósitos, inflación,
cambios de moneda, déficit fiscal, emisión y pérdida del poder adquisitivo
configuró un escenario de desconfianza hacia el sistema financiero y hacia el
peso como refugio para los ahorros.
Mientras la inflación local se
encamina a las tres cifras (el último REM del Banco Central ubica el consenso
de proyecciones en torno al 99,7% para 2023), los argentinos intentan huir del
peso para evitar el impacto de su pérdida de poder adquisitivo. Así, la moneda
local es usada para concretar pagos y transacciones cotidianas y perdió su rol
como reserva de valor. Por eso, muchos de quienes tienen capacidad de ahorro
recurren al dólar para intentar cuidar su capital.
El crecimiento del stock de ahorros
fuera del sistema local cobra mayor peso cuando se coteja ese dato con otras
variables de la economía. Por ejemplo, la cifra informada por el Indec equivale
a más de cinco veces las reservas brutas del Banco Central.
“La acumulación de activos externos
que quedan por fuera del sistema tiene larga data, por lo que la cifra actual,
si bien es significativa, no es más que un reflejo de la continuidad de la
debilidad en la demanda de pesos”, dijo Milagros Suardi, economista de la
consultora Eco Go. “El fenómeno se fue profundizando con el correr de los años,
en tanto la economía convive con una restricción a la compra de dólares
oficiales y una elevada brecha cambiaria”, cerró. ß |