Por Carlos
Arbia - En medio de los festejos en el país por la obtención de la tercera Copa del
Mundo en Qatar 2022, en el
equipo económico del ministro Sergio Massa hay preocupación con
respecto a la inflación futura.
La preocupación
está relacionada con la evolución del IPC de diciembre. De acuerdo a lo
que pudo saber iProfesional el número de acuerdo a los relevamientos
de la primera quincena estaría por encima del 5 % mensual. El valor se conocerá
en la segunda semana de enero de 2023.
El impacto de
algunos precios de tarifas, a lo que se deben sumar aumentos de
productos estacionales relacionados por las fiestas de fin de año y el comienzo
de las vacaciones, podrían sumar más presión sobre los precios al consumidor.
En el mercado
financiero local también hay incertidumbre con respecto al número de diciembre.
Un reciente relevamiento de precios minoristas de la consultora Eco
Go dio como resultado una inflación proyectada para diciembre del 5% y está es
impulsada por los precios regulados en particular tarifas de servicios públicos
pero lo que se observó es una menor variación en los precios del rubro
Alimentos y Bebidas.
La inflación de noviembre, una sorpresa para todos
Hay que recordar
que la inflación minorista del 4,9 mensual medida a través del IPC del INDEC en
noviembre mostró un número mucho más bajo que el del consenso de los analistas
por el REM del BCRA que proyectaba un 6,1% mensual y también que el
5,8 % mensual del IPC de CABA.
Ese número
sorprendió a varios analistas consultados por iProfesional algunos de
los cuales manifestaron dudas con respecto a un proceso de baja de la inflación
de aquí hasta abril del 2023 cómo proyecta el equipo económico.
Al respecto un
reciente informe de la consultora Invecq destaca que noviembre sorprendió
con un muy buen dato de inflación, ayudado por los precios de los
productos estacionales y por el congelamiento de precios del programa Precios
Justos pero que, no obstante, se sostuvo a pesar del incremento de precios
regulados.
El informe describe
que: "un buen (o mal) dato no cambia el escenario: seguimos previendo una
inflación del orden del 100% para el 2023. Será crucial que las medidas
llevadas a cabo se complementan con la cierta prudencia
monetaria-fiscal que viene mostrando el Gobierno en los últimos meses,
producto de una macro que comenzaba a crujir".
No hay fundamentos para la baja de la inflación
Por su parte el
especialista Salvador Di Stefano explicó a iProfesionall que
"por el momento es difícil encontrar algún fundamento para esperar un
proceso de reducción de la inflación y agregó que la ínfima reducción de la
inflación mensual que se habría observado en noviembre pasado tiene que ver un
fenómeno estacional que es la peor sequía de los últimos años que afecta al
sector agropecuario y no por algún tipo de medida macroeconómica para reducir
la inflación".
Di Stefano destacó
además que "hay que estar alerta porque parece que se adelantó
el día de los inocentes, porque la inflación de noviembre 4,9% que la inocencia
les valga". Una frase que también dio a conocer por su cuenta de twitter.
La mayoría de los
analistas económicos consultados por iProfesionall cree qué hay que esperar
para ver si se trata de un proceso de reducción y consideran
que será difícil llegar a una cifra cercana al 3% mensual en abril como
pregonan desde el equipo económico que sería , coincidente con un ritmo
anualizado de 40 % como proyecta el equipo económico de Sergio Massa para abril
del 2023 frente al 60 % anual que figura en el Presupuesto 2023.
Los analistas
consultados por iProfesional coinciden que el buen número de
noviembre, perforó el valor del 5 por ciento mensual, está íntimamente
relacionada con el precio de la carne que en los dos últimos meses bajó en
promedio un 15 por ciento e impactó en el IPC de noviembre. El precio de los
alimentos aumentó sólo un 3,5 % frente a un aumento del 6 % del mes anterior.
Inflación:
cuál es el mayor problema a la vista
Pero el problema
más grave no son las remarcaciones de los precios atenuadas por el programa
de Precios Justos sino la mega emisión de pesos del BCRA de los
últimos meses para financiar el déficit fiscal.
Además detrás de
esto se esconde una especie de trampa inflacionaria para los próximos
meses que es la incidencia del dólar soja a 230 pesos en el valor de los granos
que se utilizan para alimentar al ganado en el campo y también en el sector
avícola. El aumento del precio del dólar soja se ha trasladado a todos los
insumos relacionados con la producción agropecuaria.
Por ese motivo
mientras que el precio de la carne bajó el precio de los cereales
aumentó en promedio un 50 % por lo que se denominan pass through que
es el traslado de ese aumento transitorio del tipo de cambio diferencial
a los precios.
En este aspecto hay
que señalar qué tal como opinan desde el equipo económico una unificación
del mercado cambiario como pide el FMI provocaría un fuerte aumento de la
tasa de inflación.
Cuáles
son las causas del descenso inflacionario de noviembre
El trabajo de
Invecq se pregunta cuáles son las posibles causas detrás del descenso
de noviembre y qué esperar a futuro.
En ese aspecto
explica que: "en primer lugar, cabe destacar que los bienes y
servicios cuyos precios tienen un elevado componente estacional jugaron muy a
favor en noviembre. Es un mes en el que habitualmente ciertas verduras
disminuyen sus precios, lo cual le quita presión a la categoría alimenticia,
principal división del IPC".
Esto se combinó
también con un muy bajo avance del precio de carnes, aceites, grasas y
mantecas. Según el INDEC en GBA las Verduras, tubérculos y legumbres
registraron una deflación mensual del 6,1%, liderados por las bajas de 14,3% y
14,1% m/m del tomate y la cebolla respectivamente (dos de los bienes de la
subdivisión con mayor incidencia).
Las carnes y sus
derivados aumentaron apenas 0,9% m/m y los Aceites, grasas y mantecas
0,6%. Así, excepto por las Frutas que en promedio avanzaron un 13,5% mensual,
Panes y cereales y productos lácteos que corrieron al 5,9% y 5,6% mensual
respectivamente (cifra más en línea con la dinámica inflacionaria de meses
anteriores), el bajo registro mensual de Alimentos y bebidas alcohólicas ( 3,1%
en GBA y 3,5% a nivel nacional) se explicó en buena medida por este componente
estacional.
La diferencia con meses anteriores
Este comportamiento
de la categoría de estacionales fue diametralmente opuesto al de
meses anteriores. Como destacamos en informes previos, en 2022 la macro
atravesó un cambio del régimen de nominalidad al que estábamos
acostumbrados. Resulta más relevante aún notar
que la desaceleración de la inflación de noviembre muy por
debajo de lo esperado se dio a pesar de la categoría de precios regulados
mostró una aceleración.
Aunque es muy
difícil pronosticar la dinámica de los precios con elevado componente
estacional, a futuro ésta podría ser una fuente de alivio inflacionario. No
obstante, posiblemente la misma se contrarreste con el necesario catch-up que
tengan que realizar los regulados que todavía corren casi 10 puntos por
detrás de la inflación núcleo en los últimos doce meses, a pesar de la
aceleración que registraron en noviembre.
El estudio también
destaca que en noviembre comenzó a regir el programa "Precios
Justos", que congeló por completo el precio de más de 1.500 productos y
que además puso un techo de 4% de suba mensual para demás productos que se
venden en los supermercados. Por supuesto, el gran desafío de este programa es
que la estructura de costos acompañe, ya que de lo contrario no será
sostenible. Frente a esto, el Gobierno decidió aplicar más controles de precios
a otros eslabones de la cadena productiva y avanzó esta semana con un nuevo
programa de precios con proveedores de insumos para el envasado, como cartón,
vidrio, aluminio y productos químicos. Por este acuerdo, que se mantendrá hasta
marzo de 2023, las empresas proveedoras de insumos industriales adheridas no podrán
modificar sus precios por encima del 3,9% en promedio respecto del mes de
diciembre.
En línea con lo
anterior, cabe destacar que el Gobierno también firmó un acuerdo de
precios para los medicamentos. Junto con las cámaras del sector farmacéutico,
acordaron que los medicamentos tendrán un tope de aumento mensual del 3,8%
hasta marzo. Sin embargo, el acuerdo contiene una cláusula gatillo, que
establece que en caso de que la inflación supere el 5% mensual, al siguiente
mes las empresas podrán aplicar un aumento de hasta un punto por debajo de la
medición del INDEC. De esta manera, contemplamos la desesperación del gobierno
por bajar la inflación de cara a un año electoral, vía la colocación de parches
en la mayor cantidad de sectores posibles. Lo que por el momento es
evidente es que todas estas medidas son una especie de salida transitoria
para no devaluar el peso en el mercado oficial de cambios pero en el fondo
inciden en el fenómeno inflacionario como la dinámica fiscal, monetaria y el
canal de indexación-expectativas. |