Por Carolina Paparatto - Los bonos
soberanos en dólares profundizaron su tendencia alcista y consolidaron la
recuperación que comenzaron en noviembre. Ante una combinación de factores
locales y externos, la deuda argentina en dólares logró potenciar su repunte.
Por un lado, la desaceleración de inflación en Estados Unidos aumentó
expectativas de una moderación en la política monetaria de la Fed y dio lugar a
un clima global más favorable para activos emergentes. Y, por otro lado, en el
ámbito local, la búsqueda de dolarización por parte de los inversores y una
mayor credibilidad en el plan del Gobierno de moverse en un sendero de
equilibrio fiscal llevaron a que la deuda soberana en dólares se aprecie.
En ese marco, los bonos en dólares acumularon subas del 18% en promedio
en los últimos 30 días. Los globales mostraron un alza promedio del 17,8%,
impulsados por el GD30, que tuvo un alza del 21,2%, y el GD29, con un alza del
20,7%. En la misma tendencia, los Bonares evidenciaron una suba del 18% en el
mismo período, impulsados por el AL30 que exhibió subas del 19%. Esta
recuperación hizo que el riesgo país retrocediera 6,6%, hasta los 2.227 puntos
básicos.
Nicolás Cappella, sales trader de Grupo IEB, señala que la recuperación
responde a un buen ambiente internacional que ayudó mucho a la deuda de los
países emergentes. “Los datos de EE.UU. muestran que una desaceleración marcada
en la inflación ayudó en ese contexto. Estos datos apuntan que las subas de
tasas de la Fed ya estarían cerca de sus niveles más altos. Este año la tasa de
la Fed subió 4% mientras que para el año próximo se espera 1% aproximadamente
de suba únicamente. Por lo tanto, esto generó un clima más constructivo con los
bonos de Estados Unidos y por consiguiente al resto de la deuda de los países
emergentes. Sumado a ello, argentina se encontraba muy rezagada en el
rendimiento de los bonos de la región, y este buen clima le permitió tener un
crecimiento lineal con los rendimientos de la región”, remarcó.
Además del favorable clima internacional, que abriría un panorama de
menor restricción a la liquidez de dólares y un respiro extra para la economía
del Tesoro a la hora de pagar los vencimientos de la deuda en dólares, Mariano
Torres, portfolio manager en Quaestus Advisory, destacó dos factores locales
que influyeron en la recuperación de los bonos. “En primer lugar, hay una mayor
credibilidad hacia el plan del Gobierno de moverse en un sendero de equilibrio
fiscal, con cuentas más sustentables que puedan converger en un escenario donde
la argentina pueda repagar la deuda, y dejar atrás las altas probabilidades de
default. Actualmente, ante la recuperación de las cuentas fiscales no parecería
complejo cumplir con los vencimientos hasta el 2027-2028. El hecho de
acercarnos a un sendero fiscal de equilibrio aumenta las probabilidades de
repago y daría una situación donde la deuda puede ser rolleada y no
necesariamente financiada con la caja de ganancias fiscales”.
En segundo lugar, Torres señaló “muchos compradores de deuda argentina
habían migrado desde la deuda en dólares a la deuda en pesos porque
consideraban la escasez de dólares como un riesgo, y que los pesos podían, en
última instancia ser emitidos, lo que los llevó a comprar bonos CER y dólar
linked. El acuerdo con el FMI llevaba a que argentina tenga que continuar este
financiamiento en el mercado de deuda en pesos, que funcionó bien en el año,
pero tuvo momentos de agotamiento, además de limitar la asistencia al Tesoro.
Ante estos momentos de saturación, muchos inversores abandonaron la deuda en
pesos y volvieron a ocupar posición de compra en la deuda en dólares, y eso
generó una apreciación ante precios muy atractivos”.
Perspectivas
Pablo Repetto, head of research en Aurum Valores, subrayó: “Creemos que
son un vehículo interesante para quienes busquen dolarizar su posición porque
siguen estando baratos tanto contra pesos como contra dólares. Cubren la
expectativa de suba de los dólares libres, lo que los haría subir en su cotización
en pesos, pero además deberían ir subiendo los precios en dólares. Deberían ir
mejorando porque los rendimientos son muy altos. Si bien han estado cotizando
más por paridad que por retorno, en algún momento deberíamos ver una compresión
de rendimientos o al menos por el mero transcurso del tiempo los altos
rendimientos deberían ayudar a que suban de valor”.
Por su parte, Torres
señaló que “el mercado considera que por lo menos hasta los valores del año
pasado es un target que debemos solucionar, tomando otro tipo de medidas
estructurales”. “Dada las condiciones actuales, podemos tranquilamente volver a
los valores de 2021, donde la probabilidad de default era elevada pero no algo
seguro, tal como se consideraba a mitad de este año, con probabilidad de
default superior al 95%. Actualmente, las valuaciones parecerían acercarse un
poco más a la capacidad de pago que tiene la Argentina”, concluyó. |