Por Francisco Jueguen - No llegarán datos de cuentas de argentinos en
EE.UU. –si el acuerdo de intercambio financiero entra en vigor el 1º de enero
próximo– antes de fines de 2024. Incluso, por algunos trámites pendientes, todo
podría retrasarse un año más. Si todo sale bien, en septiembre de 2024 arribará
un paquete de información con la identificación de titulares de cuentas (una
persona física), instituciones financieras, montos brutos de intereses,
dividendos y otros ingresos –no se especificarán saldos– de fuente americana
percibidos por residentes argentinos y depositados en cuentas estadounidenses.
El Departamento del Tesoro terminó con el misterio el martes por la
tarde, cuando publicó en su página la letra chica del IGA 1A (por
intergovernmental agreement) firmado entre la Argentina y EE.UU.
Tal definición temporal complicará el éxito del blanqueo que el ministro
de Economía, Sergio Massa, buscaba enviar al Congreso y quería poner en vigor
en 2023. Ese proyecto de exteriorización de capitales, sin embargo, ya había
ingresado en un limbo por un conflicto de poderes en curso como consecuencia de
la guerra que Cristina Kirchner encara contra la Corte. Esa batalla de la
vicepresidenta hizo estallar todos los puentes en el Parlamento y está, además,
afectando el trabajo cotidiano del Poder Judicial en medio de un panorama
económico complejo que estos días se oculta detrás de las intratables gambetas
de Lionel Messi.
La foreign account tax compliance act (Fatca) fue firmada en 2010, pero
entró en vigor en 2014. Estados Unidos tiene ya acuerdos en el marco de esta
ley de intercambio de información con 114 países, contando el sellado con la
Argentina a comienzos de la semana pasada. Ese acuerdo es universal y no
incluye particularidades por país. Es recíproco y además no es retroactivo (no
incluirá la información de 2022, pese a que algunos expertos recuerdan que
sigue vigente el tax information exchange agreements firmado en diciembre de
2016, el paso previo y requerido para un IGA 1A). Por eso, los expertos en
management patrimonial se llenaron de trabajo y consultas en las últimas
semanas. Cuentan en el Gobierno además que algunos bancos en Miami abren los
sábados para evacuar miedos de sus clientes y hasta ofrecerían a los
interesados argentinos ciudadanía y pasaportes paraguayos. En el Ministerio de
Economía afirman que ya hay conversaciones con el Ejecutivo paraguayo por el
tema.
Massa logró una pequeña victoria. Meses atrás, nadie creía seriamente
que EE.UU. cerrara un IGA 1A con el Gobierno. Esa fue pura gestión del
ministro. Días atrás, se dudaba de que efectivamente el acuerdo se hubiera
firmado. Los papeles están camino a Washington. Sin embargo, el alcance temporal
y práctico es limitado. Sólo incluirá información del formulario 1042-s
(declaración informativa que presentan las instituciones financieras al IRS y
en el que se declara la renta de fuente norteamericana recibida por no
residentes) y nada del W8, como se sugirió.
Todos los estados, como pasa con todo país federal, quedan incluidos en
el acuerdo firmado. Solo se excluye a Samoa Americana, Guam, las Islas Mariana
del Norte, Puerto Rico y las Islas Vírgenes de los Estados Unidos, porque no
tienen la misma relación que los otros 50 estados con la IRS (Internal Revenue
Service o la AFIP americana).
Las salvaguardas informáticas para que el IGA 1A entre en vigencia
fueron cumplidas por la AFIP tras una visita estadounidense en 2019. Solo
faltan algunos pasos burocráticos: una resolución de la AFIP y la notificación
–no requiere aprobación– al Congreso de EE.UU. Las traducciones en las que se
están trabajando no serán un problema.
Guerra total
Mientras estos detalles van saliendo a la luz lentamente, la maniobra
cristinista para evadir el fallo de la Corte con relación a la composición del
Consejo de la Magistratura, sumado al “manejo” de Cecilia Moreau –que responde
a Massa y a Cristina Kirchner– en la última sesión quebró el diálogo en la
Cámara de Diputados. “Rompieron todo”, cuenta un diputado de la oposición. Tras
el partido de la Argentina y Croacia, en Juntos por el Cambio se repasó la
agenda legislativa. “Lo que vemos es que el Frente de Todos no sabe cómo
arrancar”, contó. “Quieren sesionar como si nada y nosotros queremos otra
agenda”, agregó.
“No estamos para acompañar el blanqueo”, dijo el legislador de Juntos
por el Cambio. Sin embargo, no todos son tan contundentes. Cerca de Massa,
acostumbrados a las negociaciones difíciles en el Congreso, son más optimistas.
“Va a salir”, dicen a la espera del dato de inflación que se conocerá esta
tarde. En los pasillos del quinto piso del Ministerio de Economía esperaban por
estas horas un número mejor al del índice de precios porteño, que marcó 5,8%
para noviembre. Además, el Gobierno anunció dos bonos acotados para fin de año.
Una victoria pírrica del presidente Alberto Fernández sobre la vicepresidenta,
que pedía una suma fiestadounidenses ja. Puede sumarse a los “logros” de estos
tres años celebrados ayer.
La guerra contra la Corte desató además un silencioso conflicto laboral
ahogado por los gritos del éxito argentino en la copa del mundo. El Gobierno
está reteniendo una partida de fondos para pagar el cuarto tramo de un acuerdo
salarial ya sellado con los judiciales. Los trabajadores iniciaron un paro de
60 horas que podría extenderse la semana que viene. “Somos rehenes de
conflictos entre el Gobierno nacional y la Corte Suprema”, dijo Julio Piumato.
Todo está trabado en la oficina de Juan Manzur.
Mientras Massa logró más financiamiento neto luego de un mes de sequía,
la falta de agua complica la provisión de dólares a mediano plazo. Un informe
que publicará en las próximas horas el economista Salvador Di Stefano junto al
climatólogo el Leo Debenedictis afirma que los eventos climáticos “niña fuerte”
fueron la antesala de la crisis de los años 1976, 1989, 2001, 2008 y 2018. Los
últimos tres años fueron “niña” en la Argentina y nadie se anima a pronosticar
qué pasará en 2023, pero se anticipa un año duro para el campo. La sequía
cambió el gobierno de Mauricio Macri en 2018. Fernando de la Rúa tuvo tres años
de “niña”. Es un problema a futuro para toda la política: sobre 25 eventos
“niña”, siete se dieron en los últimos 13 años. Se trata de una situación que no
se observa en el resto de la serie histórica desde 1950 hasta la fecha.ß |