Por Yanina Otero. Inicia este lunes la segunda semana de la nueva
edición del dólar soja, con la que el Gobierno busca que ingresen al menos
u$s3.000 millones hasta el 30 de diciembre. El balance de los primeros
siete días parece ser positivo, los productores vendieron 1,8 millones de
toneladas, cuando el promedio semanal estaba en apenas 160.000 toneladas, e
ingresaron en el mismo período u$s955 millones que fueron indispensables para
que el BCRA culmine con compras por u$s457 millones. En este marco, los
próximos días terminarán de confirmar o no la tendencia, pero lo cierto es que
todo depende de la decisión de venta por parte de los agricultores que aún
conservan alrededor de 10 millones de toneladas en los silos. La polémica de la semana pasada estuvo en torno a cuánto recibe el
productor por la mercadería disponible. Desde el Gobierno marcaron como precio
ideal $80.000 por tonelada, pero algunas empresas agroexportadoras ofrecieron
menos. Ese escenario redujo las ventas durante unas horas en las primeras jornadas,
pero lo cierto es que en seguida se acomodó en $84.000 por tonelada y algunas
empresas llegaron a pagar hasta $88.000. De cara a la semana que
inicia, los productores buscarán entonces el mejor premio. Allí, el rol de las
empresas agroexportadoras es clave, porque en definitiva vende el que realmente
consigue un buen valor y hace negocio con la mercadería que viene guardando en
sus silos. En realidad, los pequeños y
medianos productores a esta altura del año ya vendieron la soja cosechada de la
campaña 2021/22 para hacerle frente las necesidades financieras de la siembra
de trigo, primero, y ahora a la siembra de la nueva campaña de la oleaginosa. Por ende, los que aún conservan soja son los grandes grupos de siembra que cuentan con una fuerte espalda financiera. Así las cosas, el compromiso de los agroexportadores de alcanzar los
u$s3.000 millones en ingreso de divisas hasta el próximo 30 de diciembre está
prácticamente confirmado, pero lo que resta saber si se podrá superar esa cifra
y ahí entra en juego la decisión de venta de los productores. Lo ideal y a lo
que apunta el Gobierno es que con esta nueva edición del dólar soja se venda
todo el saldo disponible de la campaña 2021/22 y que ingresen así más de
u$s5.000 millones hasta fin de año. En paralelo, más allá del dólar soja y las divisas que ingresen en
las próximas semanas, la preocupación principal hoy en el campo y en el
Gobierno es la sequía que está afectando ya no solo a la cosecha de trigo sino
a la siembra de la nueva campaña de soja. Según el último reporte de la Bolsa de Comercio de Rosario, en la
actualidad hay alrededor de 1,5 millones de hectáreas sembradas en la región
núcleo, la más productiva del país, que presentan condiciones de regular a
mala. Más concretamente, son 200.000 hectáreas en condiciones
malas y 1,23 millones de hectáreas regulares. Lo que se trata del 5% y el 30%
de la soja de primera de la región núcleo. La falta de agua y las altas
temperaturas de las últimas semanas dejaron a numerosos lotes de soja en
condiciones criticas. La falta de humedad en los suelos y las escasas precipitaciones
definitivamente atrasaron la siembra de soja de primera y eso en la cosecha
terminará de impactar en los rindes esperados. Por el momento todo es
incertidumbre respecto a la actual campaña y mientras se cuentan los dólares de
la campaña previa, será fundamental para el Gobierno y la economía en general
prever una posible y considerable caída en el ingreso de divisas del próximo
año en caso de que la sequía continúe prolongándose. Todo está por verse. |