Por Paula Krizanovic - Si bien aún está lejos de ser revertido el
saldo completamente negativo, las últimas
encuestas de opinión pública entusiasmaron al Gobierno con la
posibilidad de un leve repunte de su imagen positiva.
El muy menor descenso intermensual de la inflación pesaría más a favor
de la imagen de la administración de Alberto Fernández que otros factores que
se esperaba que influyeran en el "humor"
de los argentinos, como el Mundial. Ya en varias encuestas los ciudadanos declararon
que si bien influye la performance de la Selección en su día a día, no impacta
para nada en su intención de voto.
Sin embargo, esta leve mejora que se viene confirmando mes a mes no deja
luga al Gobierno para dormirse en los laureles. Un "cisne
negro" se asoma claramente en el horizonte para 2023.
Sostenido avance del oficialismo
La consultora Zuban Córdoba y Asociados publicó recientemente su
análisis de noviembre, desarrollado a partir de consultas a 1.300 mayores de 16
años de edad, con un nivel de confianza de 95%.
"En estas semanas previas al inicio del 2023, que se están
gestando las grandes tendencias electorales que vamos a ver el año que
viene", aclara el reporte de la consultora liderada por Gustavo
Córdoba.
En la encuesta se comprobó el leve repunte mencionado por estudios
previos también de la imagen del oficialismo -representado en el Gobierno pero
también en sus principales figuras políticas- frente a los resultados que
obtenía en meses anteriores.
En noviembre,
como se puede ver en el gráfico, la aprobación de la gestión a nivel nacional
llegó a los 33 puntos y dejó la reprobación en 66,1%. Vale la pena mencionar
que esa mejora se viene consolidando lenta pero sostenidamente
desde agosto, cuando el apoyo al Gobierno estaba en torno a los 27
puntos.
Así y todo, solo el 21,8% opinó que el país va en la dirección correcta
y casi el 73% considera lo contrario. Y esos números aparecen ya con mucha
menos variación en los últimos meses.
"El oficialismo tiene algunas razones para respirar con algo de
alivio", afirman los analistas. "Hay que seguir esa tendencia en los
próximos meses. Entender si se trató solo de un "veranito" o de
una tendencia que se seguirá profundizando, será clave para tener una mejor
idea sobre la competitividad del oficialismo. Competitividad atada 100% al
funcionamiento de la economía", advierten.
Las principales figuras
La oposición
sigue liderando las encuestas de imagen política, con el Jefe de Gobierno,
Horacio Rodríguez Larreta, como el único con un saldo
positivo entre los apoyos (51%) y sus detractores (43,9%).
Detrás de él aparece la líder del PRO, la exministra de Seguridad
Patricia Bullrich, con 46% de respaldo y 52,6% de imagen negativa. Y en tercer
puesto el Libertario Javier Milei, que venía creciendo pero si imagen positiva
parece haberse quedado por el momento en 41,9%, en tanto que la negativa
está en 55,9%.
Del oficialismo la primera figura que aparece en el ranking es la
vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, con 35,5% de apoyo en
esta encuesta de noviembre 61,9% por la negativa. Esto ocurrió pese
a que la funcionaria enfrentó en el mes del relevamiento duros
cuestionamientos por la causa conocida como "Vialidad".
El Presidente Alberto Fernández, por su parte, exhibe 34,1% y 64%
respectivamente, y el ministro de Economía, Sergio Massa, con números similares,
33,3% y 59,7%.
"La vicepresidenta sigue siendo la figura con el voto duro más
fidelizado. Un 29% la votaría seguro en prácticamente cualquier escenario. Ese
piso sigue siendo la principal explicación de su centralidad política y es la
columna vertebral de todas las posibilidades electorales del Frente de
Todos", aclara Zuban Córdoba y Asociados sobre la exmandataria que además
tiene otro 9,6% que "probablemente la vote" si se postula en 2023.
También Cristina Fernández de Kirchner es la que genera un profundo
rechazo: el 56% asegura que jamás la votaría, y en este punto solo es superada
por Alberto Fernández (69%).
En este
sentido, de cara al 2023 el mejor parado es Rodríguez Larreta, con un 59% de
adhesiones. En segundo lugar aparece una de sus rivales
internas, Patricia Bullrich, con un 51% de apoyos seguros o probables.
Sobre esta posición de la oposición, la consultora realizó una
advertencia: "aunque sus figuras tienen mayor imagen positiva, la falta de
liderazgo centralizado y de mecanismos adecuados para construirlo empiezan a
hacer mella en la opinión pública. Una interna competitiva es siempre un
oxigenador de los espacios políticos, pero cuando esa interna se transforma en
caos y polémica, el oxígeno puede desaparecer."
Las consecuencias de esto podrían ser mayores a las que imagina el
espacio de Juntos, ya que ese caos, advierte Zuban Córdoba, "hace rato
empezó a tener impacto en sus estructuras provinciales, poniendo en riesgo
incluso elecciones que podrían reportarle buenas noticias a la
oposición"
El cisne negro
Al hablar de cómo a un año de los comicios se comienzan a perfilar las
tendencias electorales, Zuban Córdoba y Asociados remarcan que el apoyo a
Javier Milei hoy está en 41% y su rechazo llega al 54%.
Pero esto ocurre en un escenario en el que el "oficialismo busca
hacer pie y recuperar algo de competitividad", en tanto que "la
principal fuerza opositora esforzándose por ordenar su propia interna y evitar
que las peleas dañen sus chances electorales."
"En ese
tipo de caos y desorden de la oferta electoral es cuando aparecen los cisnes
negros de la política. Y el posible cisne negro en Argentina hace rato que está
mostrando sus plumas", dicen los analistas.
Lo que detectan los últimos relevamientos en las provincias argentinas
es que se viene repitiendo un dato en distintas regiones más que diversas unas
con otras: Milei mide muy bien en casi todas, incluso encabezando en
intención de voto en algunas.
Por eso los politólogos concluyen que "el libertarianismo dejó de
ser un fenómeno de grandes centros urbanos (donde incluso su crecimiento parece
haberse estancado) y se transformó en un fenómeno nacional que
empieza a cosechar buenos resultados en distritos inimaginables hace algunos
meses."
Así como a Cambiemos en sus comienzos, hoy la falta de estructura a
nivel nacional del partido La Libertad Avanza sería uno de sus mayores
obstáculos a superar. La incógnita es si podrá hacerlo a tiempo para las
elecciones de 2023 de manera de obtener el mejor resultado posible.
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