Por Javier Blanco - El plan del Gobierno para ir reemplazando financiamiento con emisión monetaria por emisiones de deuda en pesos sufrió un golpe: en una nueva licitación de bonos, el Ministerio de Economía captó ayer del mercado un 6% menos de los fondos que se había propuesto buscar y un 2,5% menos de lo que necesitaba para cubrir los vencimientos de deuda que afronta el viernes. Mediante la oferta de cinco instrumentos (dos a tasa variable y tres ajustables por inflación) captó $70.557 millones, contra los $75.000 millones que se había fijado como meta y los $72.400 millones que necesita para atender vencimientos dentro de 48 horas, pagos que no enfrentan ningún riesgo por el colchón que el Tesoro había armado en meses anteriores. De este modo, Economía no logró el objetivo que se había fijado para obtener del mercado un financiamiento por al menos 10% más de la deuda en pesos que vence, tras readaptar su discurso sobre los riesgos que supone una emisión monetaria sostenida para cubrir el enorme déficit fiscal. Con ello, además, complica la posibilidad de seguir devolviéndole préstamos al Banco Central (BCRA), para no superar los límites de endeudamiento permitido por esa vía y dar señales que calmen la situación cambiaria. El plan de financiamiento ya había recibido una luz amarilla la semana pasada, cuando Economía ofreció por primera vez a inversores suscribir letras atadas a la tasa de pases pasivos a 7 días, que el BCRA fijó en el 34,5% anual desde comienzos de mes. En ese momento, recibió 298 ofertas por un total de $18.085 millones, pero terminó adjudicando $9755 millones para no convalidar tasas mayores al 38% anual. En la subasta de ayer insistió con esas letras, con la idea de captar unos $25.000 millones, y agregó al menú tres bonos en pesos ajustables por inflación (CER) con vencimiento en abril y agosto de 2021 y marzo de 2022, intentando obtener otros $50.000 millones. Pero el mercado no acompañó. Con las letras a tasa de pases obtuvo $14.369 millones (42,5% menos de lo que buscaba) y con los bonos con cobertura inflacionaria, los casi $56.100 millones restantes. “Es un llamado de atención, considerando que en diciembre van a tener que financiar unos $450.000 millones”, juzgó Santiago Bulat, de la consultora Invecq. Otros analistas creen que el traspié fue consecuencia de haber vuelto a la estrategia de licitaciones que se convocan con precios mínimos para limitar las tasas por pagar. “Del comunicado del lunes 02/11 de Economía surgía que las licitaciones serían por tasas, pero para la de hoy volvieron a fijar precios mínimos que suponían rendimientos del 36% anual para las letras, por caso”, había alertado un informe de Delphos Investment. Para Juan José Vázquez, jefe de análisis de Cohen, en la decisión oficial de no convalidar tasas hay que buscar la menor respuesta que obtiene del mercado. “Evidentemente, no quieren convalidar más tasa, pero se arriesgan a esto”, sostiene. Vázquez coincide en que la respuesta del mercado debe ser leída con atención, pero cree que el Gobierno tiene tiempo para readaptar su estrategia. “En noviembre creo que restan vencimientos por $348.000 millones, pero casi la mitad corresponde al bono TN20, que los bancos pueden usar para constituir encajes, por lo que se descuenta que no tendrá problemas para hacer roll over con un instrumento similar”, explica el analista. |