Por Jaime Rosemberg - El Gobierno convocó para hoy a referentes empresariales y sindicales para discutir futuras medidas económicas, luego de una semana en la que los anuncios para frenar la presión sobre el dólar estuvieron lejos de detener la sangría de reservas del Banco Central. Desde la Casa Rosada definieron la convocatoria como un llamado para avanzar con la “agenda de la reconstrucción”. Será un nuevo intento del gobierno de Alberto Fernández de mejorar las expectativas, luego del impacto insuficiente que tuvieron los anuncios cambiarios. A la cita fueron invitados referentes de la CGT, la UIA y las cámaras de Comercio y la Construcción. Por el Gobierno estarán el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; el ministro de Economía, Martín Guzmán, y los principales miembros del equipo económico. Ante la necesidad de divisas, los expertos prevén que la liquidación del sector agropecuario será menor que las estimaciones oficiales, en torno a los US$2800 millones. Mañana, en tanto, llegará al país la primera misión del FMI durante el gobierno de Fernández, con el objetivo de monitorear la economía. Días después de anunciar en la Casa Rosada una batería de medidas para frenar la sangría de dólares del Banco Central, que no encontraron el eco deseado en el valor local de la divisa norteamericana, el Gobierno dará hoy otro paso en la búsqueda de reforzar su “agenda de reconstrucción” de una economía golpeada por la recesión, las consecuencias de la pandemia y la incertidumbre. La reunión de gabinete económico que encabeza el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, tendrá esta tarde, a las 17, como invitados especiales a las principales espadas del sindicalismo y a los empresarios industriales, de la construcción y del comercio. El objetivo, prenunciado desde la Casa Rosada, es “seguir construyendo la hoja de ruta de trabajo y producción” declamada por el presidente Alberto Fernández desde el inicio del mandato, una agenda afectada por el parate que llegó con la cuarentena y la crisis de confianza en la marcha de la economía. Representantes de la CGT, la CTA y la CTEP, de Juan Grabois, fueron invitados al cónclave, al igual que la dirigencia de la UIA y las cámaras de Comercio y de la Construcción. En la entidad mercantil negaban anoche haber recibido esa invitación. Además de Cafiero, estarán del otro lado de la mesa el ministro de Economía, Martín Guzmán; sus pares Matías Kulfas (Producción) y Claudio Moroni (Trabajo); los titulares de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont, y del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, y la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca. La selección de los funcionarios tampoco es casual: Pesce y Guzmán estarán juntos luego de las repetidas versiones sobre disidencias en torno al “cepo del cepo”, anunciado poco después del exitoso canje de la deuda pública y que fue seguido por una nueva caída de las reservas de dólares en la entidad monetaria y un aumento de la desconfianza de muchos agentes económicos en la gestión del Gobierno. En relación con el cónclave, en la Casa Rosada admitieron que son los mismos actores convocados al incipiente consejo económico y social pergeñado por el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, anunciado una y otra vez entre bambalinas y cuyo proyecto aún no llega al Congreso. “Esa idea tiene un camino largo todavía por recorrer. Mientras tanto, avanzamos por este lado”, confesaba una alta fuente oficial. La búsqueda de mecanismos para la creación de empleo, la capacitación y la presión impositiva, que fueron parte de las conversaciones de la CGT con la Asociación Empresaria Argentina (AEA), también se pondrá en la mesa de negociación, acordaron fuentes oficiales, que pusieron énfasis en la construcción pública y privada como “motores” de la recuperación de la actividad. Algunos empresarios consultados, en coincidencia con dirigentes gremiales, consideraron que la reunión de esta tarde podría mostrar la semilla de un futuro acuerdo social. Del lado del Gobierno, en tanto, un alto funcionario anticipó que plantear políticas para la recuperación del empleo, una mayor coordinación de precios y salarios y una salida “ordenada” del esquema de Precios Máximos también estará en el debate. En la Casa Rosada afirman que “aún es muy pronto” para evaluar el éxito de las medidas anunciadas el jueves, que incluyeron la baja de tres puntos en las retenciones al grano de soja y cuatro a las exportaciones mineras, además de la emisión de bonos en pesos ajustables por el valor de la moneda norteamericana (bonos dollar-linked, en la jerga). “El lunes [por hoy] se publica recién en el Boletín Oficial”, puntualizaban en el Gobierno, para negar que las iniciativas ya tuvieran un primer resultado negativo. En relación con las críticas de la Mesa de Enlace, en el Gobierno las calificaban de “esperables”, ya que –según el habitante de un despacho clave–, “el acuerdo de la Casa Rosada es con los aceiteros, que tienen para liquidar divisas y generan empleo, y no con los chacareros”. Como contó la nacion días atrás, los productores agrupados en las entidades rurales que se opusieron en 2008 a la resolución 125 hoy distan de ser interlocutores privilegiados para el kirchnerismo, que prefiere al Consejo Agroindustrial (CAA), entidad con preeminencia de exportadores de subproductos de la soja que no incluye a la Sociedad Rural Argentina (SRA). De todos modos, hasta el propio presidente de la Cámara de la Industria Aceitera, Gustavo Idígoras, dijo el viernes a LN que “la baja de retenciones [a la soja] es insuficiente” y que esperaban nuevas rebajas en los próximos meses. Al respecto, expertos del sector agroindustrial advirtieron que, pese a la expectativa del Gobierno de que aún resten liquidar exportaciones por US$7700 millones hasta fin de año, esa cifra solo llegaría a US$2800 millones, de acuerdo con el ritmo de liquidación que viene aplicando el sector, en línea con la práctica de los últimos años (ver página 20). Mientras apuestan a que muchos de los particulares ahora impedidos de comprar dólares se vuelquen al consumo –en Economía señalan un repunte de planes como el Ahora 12 para electrodomésticos en cuotas–, en el Gobierno aseguran que la proporción de la demanda de dólares destinada a importaciones supera largamente a la del “dólar ahorro”, cuando “hace un mes era al revés”. También vislumbran una reanimación del trabajo informal: “las changas”, como las define el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo. |