Por Santiago Dapelo - Tras meses de negociación, el Gobierno anunció ayer que cerró el canje de deuda bajo ley extranjera con el 99% de los acreedores y así dejó atrás el default con los bonistas privados. La adhesión explícita fue del 93,5% y gracias a las cláusulas legales de esos bonos se extendió a la casi totalidad. Con ese impulso, Alberto Fernández dio algunos ejes de la política económica que presentará en el presupuesto 2021, que incluye un déficit fiscal de 4,5% del PBI y la puesta en marcha de un plan de obra pública y vivienda por unos $500.000 millones. Acompañado por la vicepresidenta Cristina Kirchner –volvió a la Casa Rosada tras 265 días y aprovechó para mantener dos reuniones–, gobernadores y legisladores, el Presidente utilizó casi 40 minutos para hacer un balance de gestión, criticó la “herencia” que dejó Mauricio Macri y avanzó sobre el futuro. “Tenemos por delante el desafío de casi crear otra Argentina”, dijo. “Hoy, el 99% de la deuda en moneda extranjera ya ha quedado reestructurada. Esto pone a la Argentina en una situación más sólida en comparación con aquella que enfrentaba en 2019”, describió el ministro de Economía, Martín Guzmán. Mientras avanza la negociación con el FMI, el jefe del Estado marcó parte de la hoja de ruta sobre la que avanzará a partir de ahora, que, según dijo, tendrá como pilares la recuperación del mercado interno, la obra pública –la que describió como “el motor” que moverá la economía en lo inmediato–, la promoción de inversiones y el desarrollo de la economía del conocimiento. El Gobierno anunció que el 99% de la deuda bajo ley extranjera fue reestructurada y dio algunos detalles del programa económico que presentará en el presupuesto 2021, que incluye un déficit primario de 4,5% del PBI y la puesta en marcha de un ambicioso plan de obra pública y vivienda de unos $520.000 millones. El presidente Alberto Fernández, acompañado por la vicepresidenta Cristina Kirchner, el ministro Martín Guzmán, gobernadores y legisladores, hizo un extenso balance de los primeros meses de su gestión, recordó con fuertes críticas la “herencia” que dejó la administración de Mauricio Macri y avanzó sobre el futuro. “Tenemos por delante el desafío de casi crear otra Argentina”, dijo”. “Hoy el 99% de la deuda pública en moneda extranjera ya ha quedado reestructurada. Esto pone a la Argentina en una situación más sana y sólida en comparación con aquella que enfrentaba el 10 de diciembre de 2019”, describió Guzmán, uno de los protagonistas del acto en el Museo de la Casa Rosada. Enseguida aclaró que el 93,5% de los tenedores de bonos habían adherido al canje propuesto, pero gracias a la activación de las cláusulas de acción colectiva (CAC) ese porcentaje llegaba al 99%. Desde el primer momento, el Presidente le cedió el protagonismo a su ministro para que no haya dudas sobre el responsable máximo del “éxito” del canje de deuda. “Para poder tranquilizar a la Argentina era necesario sacarse de encima la deuda insostenible”, agregó el titular del Palacio de Hacienda, que se sentó a la derecha de la expresidenta, que asintió en gran parte de su discurso. Tras la exposición de Guzmán, el Presidente adelantó parte de su agenda económica, que, dijo, tendrá como pilares la reactivación del mercado interno, la obra pública y la construcción de viviendas –la que describió como “el motor” que moverá la economía en lo inmediato–, la promoción de inversiones y el desarrollo de la economía del conocimiento. Todo estará concentrado en el proyectode presupuesto que el gobierno enviará al Congreso el 15 de este mes. “Vamos a impulsar políticas que se enfocan en la reactivación. Y un detalle importante: habrá un aumento sustancial de la participación del gasto de capital en el presupuesto, por encima de 2% del producto. El Estado tendrá un rol fundamental. También buscamos generar un estímulo que genere condiciones positivas para el sector privado”, respondió Guzmán a la nacion en un breve contacto con la prensa tras el acto. Fernández también marcó límites para los potenciales inversores. “Vamos a tratar de promover todas las inversiones que se puedan promover porque nos hacen falta, pero vamos a pedirles a los que inviertan que lo hagan para producir y dar trabajo, para hacer crecer el país, no para aprovechar una ocasión financieramente oportuna”, sostuvo el mandatario. En este punto, no mencionó el efecto que tendrá el significativo cambio sobre las empresas de telecomunicaciones tras la firma del decreto que transformó a los servicios de telefonía celular, internet y TV por cable en servicios públicos. El Presidente además habló sobre la negociación que aún queda pendiente con el Fondo Monetario Internacional (FMI). “Hoy despejamos la deuda con los acreedores externos. Días atrás, el sábado, pudimos hablar con la directora ejecutiva del FMI, Kristalina Georgieva, y entonces le dije: ‘Deje que lo hagamos a nuestro modo, porque lo que nosotros no vamos a hacer es pedirle a nuestra gente más sacrificio, porque nuestra gente ya no está en condiciones de hacer más sacrificio’”, contó el mandatario. Minutos después, en diálogo con los periodistas acreditados en la Casa Rosada, Guzmán aclaró que la negociación con el organismo multilateral de crédito podría concluir en marzo. El Presidente, que destacó en varios pasajes de su presentación a Néstor y a Cristina Kirchner, dijo que aún falta que la sociedad asuma lo que pasó en los últimos años. “Asumamos la responsabilidad de que no nos vuelva a pasar nunca más, porque ya salí dos veces de ese laberinto [por la renegociación de la deuda] y todos nosotros salimos dos veces de ese laberinto, no volvamos a entrar nunca más a ese laberinto, por favor lo pido”, señaló. Fue ahí cuando cargó contra el gobierno de Macri. “Un país que se endeuda quiere decir que los ministerios de Salud se cierran, que la ciencia y la tecnología pasan a segundo plano, que 25.000 pymes se cierran, que cientos de miles de trabajos registrados se pierden, que empieza a nacer al margen de la sociedad una economía que llaman economía popular, de aquellos a los que la misma sociedad impulsa hacia los márgenes”, manifestó el Presidente, quien resaltó que entre mayo de 2018 y diciembre de 2019 “la Argentina soportó tres grandes devaluaciones” y “la inflación más alta en 30 años”. Lo escuchaban atentamente el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y los gobernadores Jorge Capitanich (Chaco), Horacio Rodríguez Larreta (Ciudad de Buenos Aires), Gustavo Valdés (Corrientes), Gildo Insfrán (Formosa), Gerardo Morales (Jujuy), Ricardo Quintela (La Rioja), Rodolfo Suárez (Mendoza), Omar Gutiérrez (Neuquén), Juan Manzur (Tucumán), Arabela Carreras (Río Negro), Omar Perotti (Santa Fe), Axel Kicillof (Buenos Aires) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero), entre otros. • |