Por Florencia Donovan - Los industriales observan en las últimas semanas una mejora heterogénea de la producción desde los tiempos de la cuarentena más estricta. Pero ese rebote aparece atenazado, por un lado, por la incertidumbre que generan las restricciones al dólar –clave para importar insumos y fabricar, y para pagar deudas– y, por el otro, por la fuerte caída de la demanda de productos. “La previsibilidad en el funcionamiento del mercado cambiario es clave para la economía argentina”, afirma el presidente de la Unión Industria Argentina (UIA), Miguel Acevedo, en una entrevista con la nacion. “Las demoras en el acceso al dólar son una preocupación entre las empresas por las dificultades para el abastecimiento de insumos y para el pago de obligaciones en el exterior”, explica el directivo de Aceitera General Deheza (AGD), y aclara que el diálogo con el Ministerio de Desarrollo Productivo y con el Banco Central es “permanente”. Acevedo pide “ampliar y dar continuidad” al Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) y a los créditos para capital de trabajo a tasas subsidiadas. Sobre el objetivo de aumentar las ventas al exterior para sumar divisas, reclama una mesa nacional para la promoción de exportaciones e impulsar iniciativas “para consolidar medidas que promuevan exportaciones con valor agregado, con objetivos de corto y mediano plazo”, no específica, pese a los reclamos industriales por una baja de retenciones y suba de reintegros. –¿Cuál es hoy la situación de las empresas industriales? ¿Hay más producción con la flexibilización de la cuarentena y los protocolos en las fábricas? –La situación se recompone. Pero la industria es heterogénea, cada sector tiene su propia dinámica. Luego de meses de una caída muy pronunciada de la producción en marzo y abril, se registró una recuperación en mayo y junio. Ya son menos las empresas que están paralizadas. Hay otro problema importante en este momento: el bajo nivel de demanda, tanto local como externa, así como dificultades operativas y logísticas derivadas del Covid. –¿Qué sector fabril dejará la pandemia entre despidos, quiebras y concursos? –Las industrias, que ya venían atravesando situaciones complejas antes de la pandemia, han aumentado forzosamente sus niveles de endeudamiento. Esto es producto de la acumulación de atrasos en los pagos y la falta de crédito para hacer frente a la abrupta caída de las ventas. En este contexto de emergencia sanitaria con caída de ventas y de la actividad, las empresas, especialmente las pymes, están haciendo muchos esfuerzos para sostener el empleo y la producción, algo que cada vez se hace más dificultoso. –¿Alcanzaron los ATP y créditos subsidiados propuestos por el Gobierno o faltaron medidas? –En el inicio de la pandemia, la llegada fue más lenta. Luego, con el correr de los meses, las medidas fueron alcanzando a las empresas más afectadas. El diálogo constructivo que mantuvimos con el Gobierno y los trabajadores fue muy útil en ese sentido. De todas formas, es importante ampliar y dar continuidad a estos programas. –¿Preocupa la brecha entre el dólar oficial y los alternativos? ¿Qué impacto tiene? ¿Cómo puede afectar la producción, la recuperación y los precios? –La previsibilidad en el funcionamiento del mercado cambiario es clave para la economía. El acuerdo por deuda es un aporte en la generación de un horizonte de previsibilidad. Mientras, es importante mantener el acceso al mercado para que el sector productivo pueda conseguir los insumos que el país no fabrica. –¿Hay restricciones a las importaciones? –Las demoras en el acceso al mercado cambiario son una preocupación entre las empresas por las dificultades para el abastecimiento de insumos y para el pago de obligaciones en el exterior. Estamos en permanente diálogo con el Banco Central y con el Ministerio de Desarrollo Productivo para identificar los puntos sensibles y agilizar la operatoria. –¿Qué medidas debería impulsar el Gobierno para que impulsar las ventas al exterior? –Fortalecer la inserción exportadora desde el valor agregado de nuestro sector productivo es una de las claves. Impulsamos la necesidad de contar con una Mesa Nacional para la Promoción de Exportaciones, ámbito de articulación entre el sector público y privado estableciendo objetivos de corto y mediano plazo. –La AEA y la CGT se reunieron sin el Gobierno presente. ¿Por qué cree que aún no aparece el Acuerdo Económico y Social? –Hay un consenso: la institucionalización del diálogo social y económico es un activo que más temprano que tarde tenemos que poner en valor. En la UIA promovemos ese diálogo, articulando con la CGT y participando todas las semanas en mesas de trabajo con ministros. Para resolver los temas estructurales, promover la inversión productiva y generar empleo necesitamos trabajar sobre un conjunto de consensos indispensables. Hay una agenda de largo plazo que requiere del esfuerzo y el compromiso de todos.
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