Por Javier Blanco - Los precios del dólar “financiero” alcanzaron nuevos máximos ayer tras registrar alzas superiores al 1,5% en la jornada, lo que volvió a dejar la brecha cambiaria en la zona del 80%, como en mayo. Tanto la cotización del dólar MEP, que permite el cambio entre inversores locales usando un bono que se opere tanto en pesos como en dólares, como el contado con liquidación (CCL), que permite girar divisas al exterior, operaron muy firmes para terminar a $127,60 y $131,40, nuevos máximos históricos con alzas de 1,5 y 1,8% respectivamente. En ambos casos, registran una suba acumulada que va del 9,7 al 10,3% desde que reiniciaron su escalada el 4 de este mes, horas después de conocerse el arreglo con los acreedores del país. “La brecha está de nuevo en 80%, la zona incómoda de mediados de mayo que disparó medidas más duras”, observó el analista Nery Persichini, de GMA Capital, recordando ese antecedente no por casualidad. El dato llega en medio de la preocupación por la endeble posición de reservas líquidas con que está operando el Banco Central (BCRA) tras haber sacrificado casi US$1200 millones en el último mes y medio en intervenciones para mantener bajo control el cansino ritmo de desplazamiento que quiere darle al dólar “comercial” . Este cerró a $73,48 tras subir 8 centavos (0,1%) en la rueda. De este modo, la diferencia entre el tipo de cambio oficial y estos precios se amplió al 73,7% y 78,8% en cada caso o incluso llega al 82,36% con al dólar paralelo que subió de $132 a $134 ( 1,52%) para la venta. Un récord inoportuno La sostenida tendencia alcista que vuelven a mostrar estos precios del billete, pese a las reiteradas trabas impuestas en los últimos meses a sus operaciones en un intento de desalentarlas y mantener bajo control sus cotizaciones, preocupa a los analistas y al propio Gobierno. Sucede que le dan impulso a la brecha cambiaria, lo que alimenta las expectativas de devaluación. “Una brecha tan alta mantiene la expectativa de devaluación y no ayuda a tranquilizar la economía”, advierte el economista Gabriel Rubinstein. Para el economista de FIEL Daniel Artana “cuando uno tiene un esquema cambiario como el actual la tensión se manifiesta así. El problema es que esa brecha cambiaria genera incentivos para que la gente venda la menor cantidad de dólares posibles al cambio oficial y la demanda intente llevarse todo lo que puede: eso hace que el BCRA pierda reservas aun con balanza comercial superavitaria”. Para controlarla sugiere “acotar la emisión monetaria y dar a conocer un programa fiscal” antes que seguir poniendo “más controles que no resuelven nada”. A su vez, según la consultora a cm, si el gobierno no rompe esta dinámica del mercado en pocas semanas, el BCRA podría sufrir un drenaje superior a U$S4000 millones por la vía del dólar ahorro, cifra que representa 9% de las reservas brutas. Ese egreso, “al combinarse con una menor liquidación de granos por cuestiones estacionales, y una mayor demanda de dólares para la importación ante la relativa recuperación en los niveles de producción a medida que se flexibiliza la cuarentena”, podría generar una crisis de reservas en la medida en que el BCRA no intente algo para sostenerlas. “La disponibilidad de divisas y otros activos convertibles es bastante limitada y debería fortalecerse en el mediano plazo”, alertan. |