Por Jaime Rosemberg - En los principales despachos de la sede oficial de Parque Patricios reconocieron que a la amabilidad y los guiños cómplices les siguieron recientes reproches y miradas críticas. “Hay tensión, es cierto, pero hay que diferenciar”, afirmaron cerca de Horacio Rodríguez Larreta, criticado durante el fin de semana por el presidente Alberto Fernández por insistir en la apertura de comercios en avenidas –que comenzó ayer– y a la vez fustigado de manera directa por la vicepresidenta Cristina Kirchner por los incidentes en la marcha en recuerdo de Santiago Maldonado, en la zona del Congreso. A ambos –aseguraron cerca del jefe de gobierno porteño– les responderán, más que con palabras de confrontación, con avances en un camino autónomo en relación con el combate contra la pandemia. “Lo de Cristina es ideológico, tenemos grandes diferencias y la suya es una mirada política prepandemia. Con el Presidente tuvimos y tenemos diferencias coyunturales, pero seguimos trabajando juntos sin problemas”, contestaron cerca de Rodríguez Larreta para explicar la sucesión de dardos que llegaron desde el Frente de Todos. Definen como diferencias “puntuales” las alusiones públicas de Fernández a los “cinco casos por manzana” en la ciudad –que Larreta respondió sutilmente en la misma conferencia–, y la mirada crítica sobre “los negocios abiertos en la avenida Santa Fe”, que le endilgó el primer mandatario. “En la conferencia Horacio evitó hablar de la apertura de los comercios, y el Presidente discutió la apertura en privado y en público, pero después cumplió lo acordado”, respondieron cerca del jefe de gobierno porteño. En la Casa Rosada contestaron de manera diplomática. “No hay una decisión política de ir contra Rodríguez Larreta”, afirman a la nacion voceros del Gobierno, que recordaron que el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, definió como “formal y correcta” la relación del Gobierno con el alcalde porteño y dirigente de Pro, en una entrevista con el canal América. Distinta es la mirada del larretismo sobre las críticas de la vicepresidenta, que apoyó un tuit del ministro del Interior, Eduardo de Pedro, contra la actuación de la policía porteña ante la manifestación, que incluyó además bombas molotov contra una sede de la Gendarmería. “Lo de Cristina es ideológico, una mirada prepandémica coherente en el tiempo. No nos quiere y lo ha mostrado muchas veces. No es tan malo que nos critique, nuestro límite son las piedras a la policía y lo que siguió después”, afirmaron desde la gestión porteña, desde una mirada política y en defensa de la política del Ministerio de Seguridad, que encabeza Diego Santilli. El jefe de Gabinete de la ciudad, Felipe Miguel, se prepara para enfrentar hoy las críticas del kirchnerismo duro en la Legislatura porteña. En la Ciudad comparten la preocupación del Presidente por el aumento de casos de coronavirus y respaldan la suspensión de reuniones sociales, que ya regía en el AMBA y se extendió a todo el país. ¿Y las reuniones en plazas y parques de la ciudad de este fin de semana? “La gente va naturalizando comportamientos y corriendo los límites de lo que se puede o no hacer. Comprendemos el hartazgo social, más allá de que buena parte de los contagios se producen en esas reuniones”, afirmó un miembro del gabinete porteño, dejando en claro que más allá del rol de los “concientizadores” en los espacios públicos, no habrá “cacería” de reuniones clandestinas. “Horacio va a responder con hechos”, agregaron desde Parque Patricios. Aseguraron que a la reapertura de comercios le seguirá, en 15 días, y si la situación “estable” de contagios se sostiene, la continuidad del paso 2 del programa, que incluía mesas en la calle para los bares y la habilitación para actividades deportivas individuales. La postura diferenciada en los hechos, más allá de los discursos, tiene –aseguraron cerca del jefe de gobierno– un apoyo en la sociedad. “La gente apoya el rumbo que tomamos, más allá de los sectores que viven de diferenciarse y contraponer ideas”, describió un funcionario clave de Rodríguez Larreta, en relación con los “halcones” de Juntos por el Cambio, que critican la “tibieza” del líder porteño a la hora de diferenciarse del kirchnerismo. |