Por Francisco Jueguen y Rafael Mathus Ruiz Luego de meses de negociaciones con idas y venidas, y sobre el límite del cierre de una nueva oferta de canje de deuda, el Gobierno y los acreedores privados del país avanzaron ayer en las negociaciones para un acuerdo preliminar que logre sacar a la Argentina del default. La información fue confirmada a la nacion por dos fuentes al tanto de las conversaciones, pese a que en el Ministerio de Economía, que conduce Martín Guzmán, aún reinaba la cautela. Ante la consulta de la nacion, en Hacienda no ratificaron ni descartaron el posible acuerdo. Pese a las renuencias y a las amenazas de negociar con el Fondo Monetario Internacional aun sin un acuerdo con los bonistas, el Gobierno habría mejorado su oferta. También lo habrían hecho los tres grupos de acreedores (Ad Hoc, ACC y Exchange). Ambas partes trabajaban anoche en la comunicación final de los avances. La información provocó una suba de los activos argentinos en los mercados. Pese a los rumores, Guzmán no se reunió con Cristina Kirchner. Luego de meses de negociaciones en medio de la pandemia, el Gobierno y los principales acreedores de la Argentina se arrimaron a un acuerdo que le evitará al país el pago de miles de millones de dólares y abrirá el camino para dejar atrás el noveno default de la historia. Horas antes del deadline para el cierre de la última oferta de canje de la deuda, las negociaciones entre los fondos de inversión que poseen el grueso de la deuda externa del país y el Gobierno lograron un avance y el tejido de un entendimiento preliminar para llegar a un acuerdo. Aunque aún faltan afilar los detalles, la expectativa de un arreglo tras meses de discusiones levantó el optimismo de los inversores y provocó un fuerte rally de los activos argentinos en los mercados. Tras varias semanas de impasse y cruces mediáticos, el Gobierno y los tres grupos que reúnen a los principales fondos que poseen títulos públicos bajo legislación extranjera retomaron las negociaciones durante el fin de semana vía Zoom para llegar a un arreglo económico que cerrará la última brecha de tres dólares entre la última oferta oficial, valuada en US$53,5, y la de los fondos, que pedían US$55,7. Esa brecha –que el mercado consideraba mínima y muy salvable– equivalía a unos US$2000 millones repartidos durante las próximas dos décadas. El Palacio de Hacienda y los grupos de acreedores negociaban ahora cómo debería hacerse la comunicación del principio de acuerdo. Los comités afirmaron que enviarían un comunicado anoche u hoy a la mañana en el que comentarían los avances. Algunas fuentes estimaban que ya había sido enviado anoche a Economía para su revisión y para definir la estrategia de difusión final. Tras la nueva ronda de discusiones, el Gobierno y los tres grupos –el Grupo Ad Hoc, liderado por Blackrock; el Grupo Exchange, comandado por Monarch, y el Comité de Acreedores de la Argentina (ACC, según sus siglas en inglés)– lograron darle forma a un “entendimiento preliminar”, según dos fuentes privadas al tanto de la negociación. Pero aún restaba poner el arreglo por escrito y pulir los detalles, y el acuerdo final aún puede zozobrar en el último tramo. Ante la consulta de la nacion, en el Ministerio de Economía evitaron hacer comentarios, pero no negaron los avances con los acreedores. El inminente acuerdo entre la Argentina y sus principales acreedores permitiría la salida del default y le posibilitaría al gobierno de Alberto Fernández avanzar con la reestructuración de la deuda local y el programa vigente con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pasos cruciales para sacar la economía del pozo en el que cayó a principios de 2018, que se profundizó con la pandemia del coronavirus. Aunque restaba conocer los detalles del arreglo preliminar, fuentes del mercado indicaban que estará apenas por debajo de los US$55 (US$54,8,) un valor que si bien es más de lo que el Gobierno dijo que el país podía pagar con la última oferta “definitiva”, deja para el país una amplia quita en el pago anual de intereses de la deuda que permitirá ahorrar miles de millones de dólares durante las próximas décadas. Al final, el Gobierno cedió. Durante los últimos días, Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, se habían mostrado firmes detrás de la última oferta del Gobierno, mientras los acreedores insistían en mejoras y en una nueva negociación. Los cruces mediáticos se intensificaron: Guzmán tenía tiempo hasta hoy para decidir si extendía o no el plazo para aceptar esa oferta de canje de deuda. En un primer momento, el Gobierno tenía previsto extender la propuesta hasta el 28 de este mes. Pero el fin de semana el Poder Ejecutivo elevó la presión y dejó trascender que no la prorrogaría, la dejaría caer sin cerrarla y encararía negociaciones con el FMI aun sin un acuerdo con los acreedores privados. Las versiones sobre un posible principio de acuerdo inundaron el mercado desde ayer al mediodía, cuando empezó a cobrar forma un fuerte rebote de los ADR de los bancos argentinos en Wall Street. Fuentes cercanas a los bonistas confiaron a la nacion que luego de semanas de poco contacto las discusiones se reactivaron en los últimos días con el equipo económico. En el Ministerio de Economía dijeron que eran conscientes de los rumores que circulaban en el mercado, pero se negaban a confirmar o desmentir la información. Quedará por definir hoy probablemente si el Gobierno extiende la negociación para luego sumar una nueva enmienda y abrir un período de aceptación de al menos 10 días. Las negociaciones se habían estancado no solo por la diferencia económica, sino también por la discusión sobre las cláusulas de los contratos de los bonos, o indenture. Para arrastrar a los acreedores a un acuerdo, el Gobierno se había reservado la posibilidad de reasignar series de bonos en el canje para lograr una adhesión más alta a su oferta, y luego activar una estrategia de canjes secuenciales, conocida con el nombre de “Pac Man”. Esa movida había caído muy mal entre los bonistas, que la calificaron de “abusiva”. Una vez cerrado, el convenio permitirá superar el noveno default de la historia. La Argentina cayó en un nuevo incumplimiento “selectivo” en mayo, cuando se venció el período para concretar un pago de intereses de tres bonos Global emitidos por el gobierno de Mauricio Macri por más de US$500 millones. Un acuerdo definitivo por la deuda permitirá reabrir los mercados de deuda y comenzar a preparar el terreno para reactivar la economía, tras más de dos años de recesión. Luego de contactos el fin de semana, se acercaron las posiciones. Ahora el Gobierno deberá encarar la negociación con el Fondo Monetario. |