Por Juan Strasnoy Peyre - En un comunicado publicado esta tarde, los tres grupos de bonistas con los que negocia el Gobierno la reestructuración de USD66.200 millones de deuda externa anunciaron su rechazo en bloque a la última oferta oficial formalizada hace dos semanas y la presentación de una nueva contraoferta conjunta. El documento enviado al Ejecutivo incluye una estructura similar al ofrecimiento oficial, pero con cupones más elevados, un adelantamiento en las fechas de pago de intereses y un límite a la estrategia "pac-man" para avanzar en canjes parciales. Se trata de la primera propuesta conjunta de los grupos Ad Hoc, que lidera BlackRock; Exchange, de los bonistas del canje 2005; y el Comité de Acreedores de Argentina (ACC), el sector más dialoguista. Con ella, los grandes fondos buscan presionar por un nuevo incremento en los pagos ofrecidos, luego de que Aberto Fernández asegurara que no subirá más su oferta. Fuentes al tanto de la negociación le dijeron a BAE Negocios que en el Gobierno leyeron la movida como "una cartelización de mala fe" de los grandes fondos. "Es improcedente q no más de 30% de los tenedores de bonos pretendan forzar la cosas y poner en riesgo el futuro de sustentabilidad", señalaron. Según estimaciones del mercado, la contraoferta tiene un valor presente neto (VPN) de USD56,5 por cada USD100 de valor nominal y se ubica USD3 por encima de la oficial. "Representa importantes concesiones económicas y legales", señalaron en su declaración. Es que el anterior pedido de BlackRock y sus aliados se ubicaba en torno a los USD60. Además, señalaron que aceptarán que los nuevos títulos emitidos a cambio de los bonos Globales (los que fueron colocados por Mauricio Macri) se rijan por el contrato 2016, aunque plantean "una versión modificada" de sus cláusulas legales. En concreto piden limitar la posibilidad de reasignación de los bonos elegibles, un recurso que incluyó el ministro Martín Guzmán en el prospecto para guardarse la posibilidad de excluir ciertas series en las que no se alcancen las mayorías necesarias para activar las cláusulas de acción colectivas (CAC) y avanzar en la llamada estrategia "pac-man" de canjes parciales sucesivos. El marco legal es uno de los principales puntos de debate de la negociación. El grupo Ad Hoc reclamaba que los tenedores de los Globales, que hoy cuentan con contratos de 2016, que incluyen más herramientas para limitar los litigios contra el país en caso de default, recibieran el contrato de 2005, más favorable para los bonistas. El Gobierno había aceptado mantener ese beneficio para los tenedores de los bonos del canje pasado (los Par y Discount) pero no así retrotraer el marco legal de los Globales, que es el nuevo estándar de las finanzas internacionales. En ese sentido, las últimas versiones que habían dejado trascender los fondos marcaban un avance en la negociación respecto de las cláusulas legales. En el Ministerio de Economía evitaban referirse al respecto. Detalles de la contraoferta BAE Negocios accedió a una copia de la contraoferta. La propuesta presenta una estructura análoga a la oficial con idénticos plazos para los bonos. En lo económico, la principal diferencia es que el cupón promedio es más elevado: del 3,4% contra el 3,07% del Gobierno. También pide adelantar el pago semestral de los intereses a enero y julio de cada año respecto a la propuesta oficial que plantea pagarlos en marzo y septiembre. Además, para el nuevo bono que capitaliza los intereses devengados proponen que pague un cupón de 4,9% anual, una tasa muy superior al 1% ofrecido por el Gobierno. En cuanto al capital, la propuesta es igual a la oficial: 3% de quita para los bonos Globales y ningún recorte para los bonos del canje 2005. Con todo, según cálculos del mercado la contraoferta tiene un valor presente neto promedio de USD56,5, es decir, USD3 más que la del Ejecutivo. Y según la copia a la que accedió este medio, propone un alivio en los servicios de deuda de USD35.000 millones en nueve años, algo menor al del ofrecimiento oficial. "Nos hemos unido para presentar una nueva propuesta al gobierno argentino que cuente con el apoyo de todos los grupos de acreedores", señaló el comunicado. Y agregó: "Creemos que nuestra propuesta mejorada proporcionará el alivio a corto plazo que Argentina necesita con urgencia, brindará una solución sostenible a largo plazo que asegure el futuro del país y su acceso a los mercados internacionales de capital, y proporcionará el marco legal necesario para alentar la inversión adicional necesaria para poner al país en el camino hacia una recuperación sostenida". Alianzas Junto a la presentación de la nueva contraoferta, Ad Hoc, Echange y ACC firmaron un "acuerdo de cooperación" en el que convienen un rechazo conjunto a la última propuesta oficial. Esta tríada asegura tener más de un tercio de los bonos a reestructurar, por lo que, si bien no alcanzan a bloquear el canje (el piso de particiación requerida para que la operación sea válida es del 50%), su peso específico en Wall Street complica las chances del Gobierno de avanzar con el ofrecimiento hoy vigente. En ese sentido, la novedad es la actitud del ACC, que hasta ahora se mantenía al margen de la alianza entre Ad Hoc y Exchange. Incluso su, hasta ahora, referente público, Hans Humes, el CEO de Greylock, había dicho hace diez días que la oferta del Gobierno era "razonable" y que a los fondos les iba a costar desestimarla. Pero las cosas cambiarion: fuentes del comité confirmaron que Greylock abandonó el ACC y decidió suscribir la oferta, al igual que sus aliados de Fintech y Gramercy, dos fondos que adhirieron incluso un día antes de que la SEC publicara el prospecto. "Estamos seguros de que hay una resolución consensuada a la vista", remata la declaración. Resta ver cómo reaccionará públicamente el Gobierno. El propio presidente Alberto Fernández, que el martes hablará antes bonistas en una videoconferencia del Consejo de las Américas, había dicho ayer al Financial Times que no habría otra oferta: "No podemos hacer nada más". |