Por Germán
de los Santos - ROSARIO.– La debacle de
Vicentin empezó a hacerse visible el 4 de diciembre pasado, cuando cuatro días
antes del cambio de gobierno admitió que tenía “estrés financiero” y que no
podía hacer frente al pago de US$350 millones.
Desde ese
momento, la caída de la cuarta empresa agroexportadora más grande del país, que
liquidó más de 8,4 millones de toneladas de granos en la campaña 2018/2019,
provocó un fuerte estruendo en el mercado y en la Bolsa de Comercio de Rosario,
luego de que empezara a trascender información de que el Banco Nación, que era
el principal acreedor, había otorgado préstamos a una firma que terminó siendo
insolvente por más de $18.000 millones.
En 2019, la
cerealera exportó 2,6 millones de toneladas de granos, 5,9 millones de
toneladas de subproductos y 1,4 millones de toneladas de aceites. Ocupó el
cuarto lugar en el ranking general y estaba primera en subproductos y aceites.
En febrero
pasado, el fiscal federal Gerardo Pollicita imputó al expresidente del Banco
Nación Javier González Fraga e inició una investigación para determinar por qué
el grupo agroexportador había hecho figurar en el último balance las deudas en
dólares y los activos en pesos. Este punto habría provocado, según la sospecha
de la Justicia, un desequilibrio financiero que podría haber llevado, con el
argumento de estrés financiero, a la firma a la cesación de pagos el 4 de
diciembre y, dos meses después, a una convocatoria de acreedores.
El fiscal
también imputó a los directivos de Vicentin Gustavo Nardelli y Alberto Padoán.
Este último fue presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario hasta el 13 de
diciembre, cuando dio un paso al costado después de que la empresa cayera en
default. Padoán ya se había apartado antes de la conducción de esa institución
cuando fue procesado, en octubre de 2018, por el fallecido juez Claudio Bonadio
en la causa de los “cuadernos”. Retornó a su cargo cuando el magistrado le
dictó la falta de mérito, en abril del año pasado.
El grupo
Vicentin, de la mano de Padoán, que tejió las relaciones políticas, fue el
principal aportante para la campaña electoral de Juntos por el Cambio. Donó
$13,5 millones al espacio político encabezado por el expresidente Mauricio
Macri.
Después de
varias idas y venidas, y a medida que los créditos que el Banco Nación había cedido
a Vicentin se transformaban en un escándalo con implicancias judiciales,
Vicentin se presentó formalmente en convocatoria de acreedores en el Juzgado
Civil y Comercial de Reconquista, a cargo de Fabián Lorenzini. Vicentin tiene
dos plantas cerealeras en San Lorenzo y Ricardone, entre otros activos. En el
concurso se presentaron 2638 acreedores, por una suma denunciada total de
$99.345 millones. El grupo tiene participación accionaria en 19 empresas y
posee 1287 empleados.
Antes de
presentarse en convocatoria, Vicentin intentó gestar pactos con los acreedores
a través de la figura del acuerdo preventivo extrajudicial (A PE ), pero la
propuesta no convenció al número esperado, que no alcanzó el 50% de los
acreedores. Vicentin tiene contraído el mayor volumen de deuda con la
Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), la cooperativa agrícola más grande
de la Argentina, a la que le debe más de US$110 millones.
La
cuarentena y el Covid-19 demoraron el análisis de la convocatoria de acreedores
más grande de la historia de Santa Fe. El juez decidió extender los plazos
hasta el 25 de agosto para verificar los créditos, algo que originalmente
estaba previsto que terminara hoy.
A la par de
la convocatoria, el punto clave dentro de la trama de Vicentin es si la Justicia
Federal podrá comprobar las sospechas del fiscal Pollicita, que imputó a
directivos de la firma: “Vicentin, contando con una deuda millonaria y en forma
prácticamente simultánea a la elección de las primarias abiertas simultáneas y
obligatorias, comenzó a incumplir con los pagos al Banco Nación, y poco tiempo
después anunció que se encuentra en una situación de estrés financiero.
Finalmente, como resulta de público conocimiento el pasado 10 de febrero
solicitó la apertura de su concurso preventivo”.
Y agrega:
“Sin embargo, esta situación de crisis fue puesta en tela de juicio por el
propio informe del Banco Nación, que advierte que la compañía tuvo un
crecimiento notable en su facturación, con un incremento interanual de 66,7% en
2016, 35% en 2017 y 92,4% en 2018, lo que dificultaría comprender la alegada
crisis”.
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