Un informe de
la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav) reveló que la diferencia
entre la oferta de canje de deuda del Gobierno y lo que piden
los acreedores externos podría llegar hasta u$s8.000 millones, equivalentes a 4.234 hospitales
modulares de emergencia, 32 millones de jubilaciones
mínimas, 167 millones de AUH o 55 millones de pagos de Ingresos Familiares de Emergencia (IFE).
¿Cuál es el origen de la deuda
a reestructurar?
El 16 de
abril pasado el ministro de Economía, Martín Guzmán, presentó los lineamientos de la oferta inicial, que incluyó la
reestructuración de 13 bonos en dólares, 7 en euros y 1 en francos suizos. “Si
tenemos en cuenta que el 61% de la deuda es en Títulos Públicos, la oferta
inicial del gobierno implica una parte de esos bonos, 21 en total, de los
cuales 17 fueron emitidos por la administración anterior en 2016, mientras que
los restantes son parte de la reestructuración de la deuda externa del 2005 y
2010”, indicó
Esa primera
opción tenía un stock total a reestructurar de u$s66.238 millones, de los cuales u$s41.548 millones corresponden a los bonos lanzados por el último
gobierno de Mauricio Macri.
En el
horizonte de vencimientos de la propuesta del Gobierno, que va del 2020 al
2030, asoman bonos a canjear por u$s73.400
millones. En
el corto plazo, hasta 2023, acumulan u$s27.500 millones. “Esto
implica una gran carga de recursos a destinar para el pago de la deuda
contraída con los privados en moneda y legislación extranjera, prácticamente
insustentable en la situación actual de la economía argentina, y más luego de
la aparición del Covid-19”, remarcó el informe de la Undav.
¿Cuánto es la deuda a pagar en
el futuro?
Según el
análisis académico, ese compromiso inicial implicaba pagar 7,8% del PBI actual
durante los próximos cuatro años solo en este tipo de deuda y hasta un 20,8%
del PBI actual en los próximos 10 años, en deuda externa privada. “Por eso la oferta inicial buscó una quita del 62% sobre los
intereses y 5,4% sobre el capital, además de un periodo de gracia de tres 3
años (recién
en 2023 se pagarían intereses)”, destacó el reporte.
Esa quita del
62% implicaba un recorte de u$s37.900
millones en intereses y u$s3.600 millones en capital, un 11,8% del PBI actual, sumando el
recorte de intereses y capital. “Sin dudas es una descomprensión de pagos
enorme que aliviaría fuertemente la actual situación de las finanzas
nacionales”, remarcaron los expertos de la Undav. En cifras, con esta primera
propuesta de reestructuración se pasaría de tener que pagar u$s73.400 millones
a u$s29.929 millones (el 40%), lo que graficaba la intención del Gobierno de transformar
en “sostenible y sustentable” el sobreendeudamiento externo
descomunal que dejó la gestión anterior.
Sin embargo, la primera oferta fue rechazada por el 80% del total de los
acreedores. Luego
de dos extensiones en las negociaciones, ahora los bonistas analizan otra
propuesta del Gobierno.
¿Cómo es la segunda oferta de
canje de deuda a los acreedores?
“Quita de
capital para algunos bonos de entre 12% al 7% (lo que implicaría una oferta de
entre 47 y 48 centavos de dólar por cada dólar negociable), reducción de un año
del plazo de gracia y adelantamiento del cronograma de pagos de varios bonos e
inclusión de un bono que paga cupón a partir de 2022”, señaló el estudio de la
Universidad.
Asimismo,
destacó una “reducción” de las pretensiones de los acreedores: pasaron de una oferta de unos 65-70 centavos a unos 54 centavos
por cada dólar negociable. “La diferencia actual radicaría en siete centavos de dólar por
cada dólar de deuda a reestructurar. En términos numéricos, la diferencia
actual es aproximadamente de entre
u$s4.500 y u$s8.000 millones”, recalcó el trabajo elaborado por el Módulo de
Políticas Económicas, del Observatorio de Políticas Públicas de la Undav.
¿Qué se puede hacer con la
diferencia entre las ofertas?
Para tener
una noción de lo que representa la diferencia de entre u$s4.500 y u$s8.000 millones, se puede comparar con cuánto
representa en términos de algunos gastos relevantes de la actualidad:
Se podrían construir entre 4.234 y 2.382 hospitales modulares de
emergencia para luchar contra el Covid-19.
Se podrían destinar al
pago de entre 32 y 18 millones de jubilaciones mínimas actuales (incluido el
último aumento del 6,3% de junio)
Se podrían abonar entre
167 y 94 millones de AUH.
Se podrían abonar entre
55 y casi 31 millones de Ingresos Familiares de Emergencia (IFE).
Más allá que
el FMI ya declaró que la deuda externa actual es insostenible y avaló las
quitas cuantiosas a los privados y del respaldo de la UNCTAD y países como
Alemania, España y Francia, en los mercados se reitera la “necesidad de buena
fe” para que los acreedores entiendan la situación en la que se encuentra el
país y la voluntad que hay para conseguir un acuerdo y pagar con un cronograma
lógico.
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