Por Natalia Donato
- El Ministerio de Economía está
ultimando la redacción de la propuesta final para reestructurar USD
66.500 millones de deuda emitida bajo ley extranjera y, aunque sigue dialogando
con los grupos de acreedores, hay escaso margen para modificaciones. La nueva oferta será presentada ante la
Securities & Exchange Commission (SEC) la semana próxima,
posiblemente antes del 12, fecha en la cual vence el plazo dispuesto por las
autoridades.
Frente a este
escenario, algunos acreedores
esperan conocer en las próximas horas la propuesta, antes de que sea
formalmente presentada ante el organismo, luego de que ya
transcurrieran 15 días desde el inicio del default por la falta de pago de un
vencimiento por 503 millones de dólares. Pero otros aseguraron que no tienen
esa expectativa. Lo cierto es que, considerando el fracaso de la propuesta
inicial y los tiempos, el Gobierno no tiene mucho más margen de error, por lo
que debería, a juicio de algunos analistas, avanzar con la consulta previa con
los inversores. ¿Lo hará?
La lógica
indica que más allá de que el ministro de Economía, Martín Guzmán, le muestre la
nueva oferta a los acreedores, no tiene demasiado tiempo, ni margen, para
seguir mejorándola. Ya el FMI señaló que la Argentina tenía un espacio limitado
para ofrecer más y allegados al organismo aseguraron que un valor superior a
USD 50 no sería sustentable para el país.
Fuentes
del Comité de Acreedores, que
lideran los fondos Fintech y Gramercy, aseguraron que el valor de la propuesta presentada por ellos
días atrás -en torno a USD 53- no tiene que ver con lo que quieren cobrar los
inversores, sino que “surge de un análisis en torno a lo que la Argentina puede
pagar”. Si bien es superior al techo que el Gobierno está dispuesto a
ofrecer, esperan recibir los detalles de la nueva oferta para analizarla con
detenimiento. “Hay varios elementos
cuantitativos para estudiar, pero también otros cualitativos”, agregó
una de las fuentes consultadas.
“Hay que ver para creer, y después se verá; la
gente decidirá”, dijo. Sobre un eventual cupón PBI, que el Gobierno incluiría como endulzante a la
propuesta, y que podría mejorar en algunos puntos en valor presente neto, este
grupo no se negó por completo: quieren
ver las características y el diseño del instrumento.
A su vez,
fuentes allegadas al comité Ad Hoc,
comandado por el gigante Blackrock, dijeron a Infobae que pueden
reducir sus pretensiones a una oferta de USD 54, con un pago de cash, pero que
no les interesa el cupón del PBI, dado que los anteriores (surgidos con el
canje del 2005) todavía están en juicio en Nueva York por la manipulación de
los datos del Indec entre 2007 y 2015. Sobre el estado de la
negociación, afirmaron que si bien las posiciones están mucho más cerca que
antes, “los últimos 100 metros son los más difíciles de recorrer”.
Sobre
un posible pago en efectivo, en
Economía lo descartaron completamente. Sí reconocieron que podrían ofrecer un
acortamiento de los plazos de los bonos más largos. Sobre un instrumento
contingente, lo evaluarían, “si ayudara a cerrar la brecha”.
Los próximos
días serán decisivos, aseguran en la cartera de Hacienda. La decisión de evitar
más prórrogas y presentar ya la oferta final ante la SEC está tomada. Si bien la fecha límite es el viernes 12, en
el Gobierno esperan poder hacerlo antes y ofrecer unos 20 días para que los
acreedores analicen si la aceptan o no.
Como los tres
grupos de bonistas con los que interactúa Economía (Ad Hoc, Comité de
Acreedores, y Exchange Bondholders) representan aproximadamente el 40% de las
tenencias, será clave el trabajo de “venta” de la oferta que realicen los
bancos colocadores (BOFA, en los Estados Unidos, y HSBC, en Europa) para lograr
la aceptación del 60% de los acreedores restantes. Así y todo, la expectativa
es que pese a los intentos de mejoras por parte del Gobierno, la operación deje
holdouts.
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