Por Yohay Elam - La austeridad está muerta, y otro
recordatorio podría hacer que el euro vuelva a subir. Christine Lagarde,
presidenta del Banco
Central Europeo, testificará hoy y recordará a los inversores que se han intensificado los
estímulos monetarios y fiscales, para deleite de los alcistas.
El jueves pasado, el
BCE anunció que agregará 600.000 millones de euros a su
Programa de Compra de Emergencia Pandémica, su nuevo programa de compra
de bonos que tiene menos
limitaciones que los anteriores. Además, la institución con sede en Frankfurt
reinvertirá los ingresos y mantendrá el programa hasta al menos junio del
próximo año. La potencia de fuego del banco central reduce los costes de
endeudamiento de los gobiernos (los rendimientos italianos cayeron como
respuesta) y estimula a las economías.
La generosidad de Lagarde se produjo un día después de que Alemania lanzara un paquete fiscal
de 130.000 millones de euros, superando las estimaciones y
rompiendo su postura conservadora de gastos. La medida del país más grande de
Europa sirve de ejemplo a los demás. Si bien el doble impulso en la eurozona
sigue siendo modesto en comparación con la acción multimillonaria de Estados
Unidos, es un cambio significativo.
El testimonio de Lagarde ante el Parlamento Europeo
probablemente incluirá peticiones a los gobiernos a hacer más para acelerar la
recuperación de la crisis. El continente continúa su reapertura gradual, con
los casos y muertes por coronavirus extendiendo su caída.
En Estados Unidos, los inversores continúan asimilando los
sorprendentemente fuertes datos de las nóminas no agrícolas NFP. Estados Unidos creó más de 2.5 millones de empleos,
un golpe positivo en comparación con las expectativas de una pérdida de
millones de puestos. La tasa de desempleo cayó al 13.3% con muchos trabajadores
de bajos ingresos regresando al trabajo, o al menos recibiendo un amplio apoyo
del gobierno para mantenerlos unidos a las empresas.
Los datos del NFP le
permitieron al dólar estadounidense una corrección muy necesaria,
mientras disminuye la necesidad de un mayor estímulo monetario por parte de
la Reserva
Federal, que anuncia su decisión esta semana.
También puede retrasar el movimiento gradual de los
legisladores hacia otro paquete de
estímulo fiscal. Los demócratas quieren un gasto de alrededor
de 3 billones de dólares, mientras que los republicanos pretenden conformarse
con 1 billón o menos. Las conversaciones continúan en Capitol Hill.
Por otro lado, las protestas actuales contra la discriminación racial pueden
convencer a los funcionarios electos de avanzar más rápido. Se observaron
manifestaciones pacíficas masivas en todo Estados Unidos, casi dos semanas
después del asesinato de George Floyd, un hombre negro desarmado a manos de la
policía. Los eventos aún no han impactado los mercados, pero si se acelera el
gasto del gobierno, pesaría sobre el dólar estadounidense de refugio seguro.
En general, Lagarde destaca en un día tranquilo, pero los
mercados probablemente reflexionarán sobre los desarrollos del pasado reciente
y el futuro.
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