Por Liliana Franco - El presidente Alberto Fernández tiene toda la intensión de efectuar este jueves el anuncio sobre cómo
seguirá la cuarentena a partir del lunes próximo.
“Pero esto dependerá si llegamos con todas las rondas de consultas” señalan en
la Casa Rosada refiriéndose a los encuentros que el primer mandatario mantiene
tanto con el comité asesor en materia sanitaria como los dirigentes políticas y
sus ministros. “En caso que no den los tiempos, el anuncio lo haríamos el
sábado”. Si bien no se precisan horas, los últimos anuncios se formularon sobre
la noche. Se descartó el viernes en virtud del viaje del primer mandatario a
las provincias de Neuquén y La Pampa.
Hoy a las 18
horas el presidente mantendrá una reunión con intendente de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta. También la agenda oficial contempla un encuentro de
Fernández con el comité que lo asesora en materia sanitaria. Posteriormente se
reuniría con el jefe de Gabinete, Santiago
Cafiero, para
adoptar las decisiones y analizar la implementación de las políticas.
En la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires se avanzaría con la apertura de nuevas actividades comerciales, se flexibilizarían las
restricciones a los deportes (se podría hacer running nocturno) y se ampliarían las salidas recreativas.
Para la provincia de Buenos Aires en lo que se refiere a AMBA la situación es diferente. “Se mantendrán las restricciones como hasta ahora”, señalan fuentes de la gobernación
a Ámbito. “La prioridad
la tiene la producción industrial, siempre bajo estrictos protocolos sanitarios
y sin la utilización del transporte público”, sostienen.
En este
sentido, una encuesta realizada por la Cámara Argentina de Comercio y Servicios
(CAC) muestra que los empleados del 54,5% de las empresas utilizan vehículos
particulares o concurren a los establecimientos a pie, en tanto 23,5% trabajan
desde sus hogares y sólo 4% contrató un servicio de traslado a cargo de la
empresa.
Con relación
al comercio barrial, “se autorizarán aperturas a
pedidos de los municipios”, sostienen en La Plata. La mayor extensión y complejidad del territorio
bonaerense que circunda a la Capital Federal determina que deban diseñarse
políticas específicas a diferencia de CABA donde resulta relativamente más
sencillo establecer criterios uniformes. Por ejemplo, explican, Horacio Rodríguez Larreta puede determinar, como ya hizo, que en determinadas
arterias de la ciudad no se realicen actividades comerciales para evitar
aglomeración del público.
A diferencia
de CABA, la administración de Axel
Kicillof no tiene contemplado autorizar por el momento hacer actividades deportivas como el running, siempre con relación
al AMBA (en
el interior de la provincia están permitidas). Con relación al esparcimiento
con niños, seguirá vigente la posibilidad de realizar compras con los chicos,
pero no se tienen previstas salidas diferentes. Reconocen, en esta materia, que
una mayor flexibilización conlleva el riesgo de “descontrol”, particularmente
en las localidades más populosas.
Tanto en
fuentes de CABA como en la provincia de Buenos Aires desmienten los trascendidos en cuanto a diferencias entre los criterios de Rodríguez
Larreta y el gobernador Axel
Kicillof.
“Trabajan coordinados porque son conscientes que si no lo hacen, se
perjudicarían los dos distritos”, coinciden voceros de ambos lados.
Más aún, en
fuentes de La Plata rescatan la actitud de Rodríguez Larreta al punto que “el gobernador Kicillof puede establecer con él mejores
condiciones de trabajo que con algunos intendentes bonaerenses de la
oposición”. Si
bien no hacen nombres, cabe recordar que en los últimos días, el intendente de
Vicente López, Jorge Macri, formuló críticas a las políticas de
la provincia, cuestionando aspecto como la política de apertura de comercios
barriales.
Flexibilización de la
cuarentena
En principio,
el presidente extendería nuevamente por dos semanas las restricciones. La
intención de las autoridades, tanto en el plan nacional como provincial,
es continuar flexibilizando la cuarentena. Al respecto, los equipos de gobierno
están evaluando cuidadosamente el “humor social” que, naturalmente, tiende a
deteriorarse a medida que se prolonga el aislamiento.
El dato positivo que manejan las autoridades es la evolución en la cantidad de
casos abre un “cauto optimismo” en cuanto a la evolución de la
pandemia. Pero al mismo tiempo tienden a crecer las preocupaciones por la
economía.
En abril el
coronavirus le preocupaba más que la economía al 80% de la población y sólo 16%
afirmaba estar más preocupado por la economía, según una encuesta de la
consultora Synopsis. La última medición, correspondiente
a fines de mayo, arroja que se han invertido los números, ahora mayoritariamente preocupa más la economía – 49% de los
consultados – contra
47% que manifiestan que el coronavirus es la principal preocupación.
Los datos
macroeconómicos muestran las dificultades que provoca la continuidad de las
medidas de aislamiento. Por caso, la recaudación en aportes y contribuciones
patronales tuvo una caída de 23% interanual en mayo, descontada la inflación.
El retroceso en la recaudación se conjuga con un mayor gasto público. En
conjunto, la asistencia del Estado demanda 5% del PBI, según la Oficina de
Presupuesto del Congreso. Más aún, ahora el gobierno se enfrenta con la
decisión de evaluar si extenderá las ayudas a las empresas ante la proximidad
del aguinaldo de mitad de año.
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