Por Leandro
Gabin - Los acreedores de la Argentina esperan
que en las próximas horas Martín
Guzmán les haga llegar lo que ellos consideran debería ser
la "oferta final"
para aceptar el canje y terminar con el default.
El ministro de Economía está delineando un paper con algunas mejoras que
acerquen la propuesta argentina a valores en torno a los 50
dólares por cada 100 que debe el país. Todavía estaría un poco lejos de los
deseos de los bonistas pero sería un paso más desde la primera oferta que
estaba 60 por ciento por debajo de las aspiraciones de Wall Street.
Pero en el lado de los bonistas hay un inusual
optimismo por estas horas. De hecho, así lo deslizaron dos importantes
jugadores que están en la mesa de negociación con el Gobierno.
Fue durante una conferencia
virtual organizada por la Emerging
Markets Traders Association (EMTA) realizada este martes
donde participaron Hans Humes (de Greylock Capital Management),
que forma parte de un comité de bonistas, y el abogado Dennis Hranitzky (Quinn
Emmanuel Urquhart & Sullivan, LLP) que asesora al grupo que recientemente
presentó una propuesta conjunta con otro comité liderado por BlackRock.
En ese webinar, que era
privado y que prohibía el acceso a la prensa -además de cobrar casi 500 dólares
para presenciarla a aquellos no socios de la entidad-, sorprendieron las
palabras de Hranitzky. Según pudo reconstruir iProfesional, este
abogado afirmó que las posiciones entre los bonistas y el país están muy cerca
y esperan que haya un acuerdo en los próximos días. Hranitzky
es considerado un "duro" en el mundo de las finanzas, ya que fue
incluso el que asesoró a Paul Singer de Elliott Management en el juicio que le
ganó al país en 2015.
También Humes coincidió con
el pronóstico. Este financista lidera otro grupo de bonistas asociados con el
banco UBS y uno de
los que más conoce a la Argentina.
Desde su firma Greylock ya participó de dos canjes argentinos, en 2005 cuando
lo rechazó y en 2010 cuando finalmente tomó la oferta. Además, conoce
personalmente a Alberto
Fernández de su paso por la Jefatura de Gabinete de Néstor Kirchner en 2005.
Bonistas creen que no habrá muchos holdouts
Tanto Humes como Hranitzky dijeron que parte importante en el cambio que
están viendo en la posición argentina tiene
que ver con el giro pragmático que está mostrando el Gobierno. Los hombres de Wall Street dicen eso tiene que ver con la decisión de
Alberto de involucrarse de lleno y no delegar la tarea en Guzmán.
Los acreedores no tienen la
mejor opinión del ministro de Economía, que en privado lo tratan de "amateur e incapaz" y lo
señalan como el culpable de que el país haya dilapidado siete meses para
empezar a encaminar un acuerdo.
"Tuvieron una visión
bastante constructiva con respecto a la Argentina,
ellos quieren cerrar ya. Si el país les pone sobre la mesa una oferta que valga
55 dólares, firman inmediatamente", comentó una persona que participó de
la charla, en el sentido de que los acreedores están deseoso de sellar un
acuerdo.
De hecho, durante la charla,
los dos representantes de los acreedores manifestaron que no creían que hubiera
un tendal de holdouts como en el canje del 2005 y 2010. Tanto Humes como Hranitzky afirmaron que
si el país presenta algo acorde, la gran mayoría -por no decir la totalidad- de
los bonistas entrará a la operación.
También los bonistas, en la charla virtual de EMTA titulada
"Perspectivas Económicas de Argentina",
dispararon con munición gruesa al Fondo
Monetario Internacional. Tildaron, literalmente, de
"amateur" la posición del Fondo en
la negociación de la deuda externa.
Creen que el organismo
multilateral es culpable de haber fogoneado una propuesta que iba a ser
unánimemente rechazada. Dicen que el FMI se prestó al "juego de Guzmán"
y que eso no prosperó.
Además se mostraron muy
críticos del documento presentado por el organismo internacional que avalaría
la posición de dureza del país. La burocracia de Washington señaló que la
propuesta revisada de reestructuración de la deuda de las autoridades argentinas
"sería consistente con el restablecimiento de la sostenibilidad de la
deuda con alta probabilidad" y agregó que "existe solo un margen
limitado para incrementar pagos a los acreedores privados y al mismo tiempo
cumplir con los umbrales de deuda y servicio de la deuda estimados por el
personal técnico del FMI".
Mejora la tasa de
financiamiento a futuro
La contestación pública al FMI por parte de los
bonistas no se hizo esperar. "Las partes no están tan lejos, el FMI
reconoce que hay espacio para que argentina mejore
su oferta. Los tenedores de bonos han mostrado mucha flexibilidad al hacer una
oferta sostenible. Depende de Argentina mostrar
un serio deseo de cerrar la brecha restante, y será desafortunado si Argentina endurece
su posición en respuesta a la declaración del FMI", dijo Hranitzky en un
comunicado hace 48 horas.
Los acreedores no entendieron volvieron a criticar la
posición del Fondo y
dicen que si el país no arregla con ellos, tampoco habrá plata para repagarle
al organismo porque la Argentina en default total sería caótica. "No se entiende
la postura del FMI. Debería convenirle que cierre un acuerdo con
nosotros", afirman por lo bajo el grupo de acreedores.
De todas formas, la mayoría
de los expositores en la charla virtual de EMTA se mostraron optimistas con el
resultado final de la operación. En un pasaje del webinar se discutió a qué tasa cotizarían
los bonos argentinos después de un acuerdo y en seis u ocho meses vista.
Alberto Bernal, jefe de estrategia de XP Investments, dijo que
estaría en torno al 8 o 9 por ciento, similar a la visión de Humes que desde su fondo Greylock
también cree que post canje habría valor para invertir en deuda argentina. O
sea, teniendo en cuenta que los rendimientos de los títulos actualmente son
mucho más altos, si hay un final positiva para la deuda, en Wall Street creen que las tasas caerían a 8 o 9 por ciento.
Quién estuvo más pesimista
fue Edwin Gutierrez (Aberdeen
Standard Investments), un fondo que
si bien tiene bonos argentinos en cartera, cree que la recuperación de los
precios será más lenta y que será difícil que el país recupere la credibilidad
de los inversores.
En Wall Street ven
factible que el acuerdo se cierre incluso antes del nuevo deadline del 12 de
junio. Pero en caso de que no se llegue, porque la nueva oferta de Guzmán no
termina siendo tan atractiva, confían en que en una próxima instancia breve se
pueda terminar de afinar.
La diferencia, volvieron a
enfatizar los acreedores, es pequeña y debería primar el sesgo pragmático que
está mostrando Alberto Fernández para evitar un default total de la deuda.
"Estamos listos para acordar mañana, de ser necesario", repiten,
optimistas, los principales tenedores de la deuda argentina.
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