Por Claudio
Zlotnik - ¿Argentina va camino a una recuperación a "tasas
chinas", una vez que la pandemia pase a la historia? Aunque en el actual
contexto asfixiante y de caída libre suena ilusorio, el Banco Barclay´s -uno de
los referentes de Wall Street- estimó en su último reporte que el PIB argentina podría
crecer nada menos que 9,3% en 2021.
Esa recuperación sería ni más ni menos que la recuperación
sobre la caída del 8,1% prevista para este año, en medio de la cuarentena y las
restricciones de la macroeconomía.
El
informe del Barclays fue elaborado por el economista Sebastián Vargas, un
argentino muy respetado entre sus colegas de Wall
Street por haber acertado en sus diagnósticos sobre la
economía argentina, en los últimos años. Por ejemplo, Vargas fue acaso el único
que -el día que Mauricio Macri anunciaba un inédito acuerdo con el FMI en 2018-
recomendó vender bonos argentinos al prever que esa ayuda extraordinaria no
salvaría al país de la devaluación y el default.
En diálogo con iProfesional,
Vargas prevé que la economía argentina tocará fondo en este segundo trimestre,
con un derrape que podría llegar a un histórico 25% respecto del mismo período
del año pasado.
Lo llamativo es que los cálculos de Vargas son más optimistas que los del
propio Martín Guzmán, que
para el próximo año avizora una mejora de tan sólo 3% (tras
una caída del 6,5% para el 2020). Y también más esperanzador que los del Fondo
Monetario. Otra vez, van a contrapelo de las que formulan sus colegas.
El
informe destaca que la economía se empezaría a recuperar a partir del tercer
trimestre. La base para esa suposición arranca con que el tejido productivo de
la Argentina quedaría a salvo, a pesar de la severidad de la crisis. "Eso
permitiría volver al nivel económico inicial, en la pre pandemia", analiza
Vargas.
Vargas
también puntualiza algunos riesgos: la extensión de la cuarentena, la
posibilidad de un creciente malestar social y una mala administración de la
"resaca" de la masiva emisión monetaria, que al final desemboque en
mayores presiones en el mercado cambiario
paralelo.
La proyección del 9,1% de expansión
del PIB par 2021 es, a su vez, consistente con un arreglo
de la deuda con los acreedores que están negociando con el ministro Guzmán.
Según comentó Vargas a iProfesional,
en los próximos meses podría darse un verdadero "shock de
expectativas" favorables sobre la Argentina. Enumeró algunos de los
capítulos de esa (posible) corriente:
La elaboración de un
Presupuesto 2021 "equilibrado", que dé la señal de orden fiscal a los
inversores.
Un acuerdo con el Fondo
Monetario, que haga sustentable los vencimientos de la deuda de los próximos
años.
Un plan monetario, que
dé consistencia macro, tras la emisión extraordinaria durante la era de la
pandemia (y que, por cierto, aún no ha terminado y no tiene números finales).
Vargas
cree que si el Gobierno se
enfoca en esa agenda en los próximos meses podría darse un escenario de
"ancla de expectativas" por parte de los agentes económicos, tanto en
la Argentina como en el exterior.
"En
ese contexto, el dólar alternativo podría quedar controlado", señala.
Se
sabe: el control de la brecha entre el dólar oficial y el "paralelo"
es clave para mejorar las expectativas de los inversores. Una ampliación de esa
brecha presiona sobre las reservas del Banco Central y sobre
el tipo de cambio.
Ese
es el escenario actual, con un BCRA que
se ve obligado a intervenir en el mercado cambiario con
ventas, con el objetivo de sostener el tipo de cambio oficial.
Sin
embargo, la pérdida de reservas debe
ser revertida para evitar un salto cambiario. Para mejorar ese escenario, Carlos Melconian recomienza
apurar el deslizamiento del tipo de cambio oficial, que desincentive la demanda
de "dólares baratos".
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