Por Francisco Jueguen y Rafael Mathus Ruiz - Luego del nuevo default, el viernes, el Gobierno dio ayer un paso clave
para avanzar en las negociaciones con los principales acreedores del país y
llegar a un acuerdo que resuelva la crisis de la deuda, prevenga un daño mayor
en la economía y evite la presentación de demandas judiciales en Nueva York
contra la Argentina.
Los tres principales acreedores, el Grupo Ad Hoc, el Comité de
Acreedores de la Argentina y el Grupo de Bonistas del Canje, recibieron una
invitación formal del Gobierno para firmar sendos acuerdos de confidencialidad.
El objetivo oficial es abrir una negociación para intentar acercar posiciones
antes del 2 de junio, cuando cierre la oferta de canje. Economía ya adelantó
que hará cambios en ella.
Tras el nuevo default, el Gobierno dio ayer un paso clave para avanzar
en las negociaciones con los principales acreedores del país y llegar a un
pronto acuerdo que resuelva la crisis de la deuda y prevenga un daño mayor en
la economía, además de evitar la presentación de demandas judiciales en Nueva
York contra la Argentina.
Los tres principales grupos de acreedores del país, el Grupo Ad Hoc, el
Comité de Acreedores de la Argentina y el Grupo de Bonistas del Canje
recibieron una invitación formal del Gobierno para firmar acuerdos de
confidencialidad o non disclosure
agreements (NDA, según sus siglas en inglés). A partir de allí, el
objetivo oficial es entablar negociaciones en busca de un entendimiento
definitivo que permita cerrar la brecha entre las ofertas puestas sobre la mesa
y llevar el canje de la deuda a buen puerto.
En el Ministerio de Economía confirmaron a la invitación a LA NACION los
tres grupos de bonistas y agregaron que la intención es cerrar los acuerdos de
confidencialidad para poder abrir una nueva ronda de negociaciones que permita acercar
las posiciones. “Hay avances. Se conversa. Ahora hay que dejar avanzar esas
negociaciones”, ratificó una fuente cercana al ministro de Economía, Martín
Guzmán. “Estamos en proceso de firma”, indicó otra fuente oficial. Varios de
los principales negociadores del equipo económico estaban ayer en el Palacio de
Hacienda ultimando los detalles. La firma, por ahora, se confirmó con una de
las agrupaciones, el Grupo de Bonistas del Canje, que posee bonos de los canjes
previos de la Argentina de 2005 y 2010. Pero también se avanza, indicaron, con
los otros dos comités vinculados al proceso de reestructuración. Algunos
operadores consultados hablan de “avances” pese a que todavía consideran que
falta una brecha importante por cerrar entre las partes.
“La República Argentina invitó a ciertos representantes del Grupo de
Titulares de Bonos de Canje a firmar un acuerdo de confidencialidad para
entablar negociaciones con el Ministerio de Economía sobre la reestructuración
de la deuda de la Argentina. Se entiende que a los representantes de ciertos
otros grupos de acreedores también se les ha pedido que firmen acuerdos de
confidencialidad con el mismo propósito”, reveló el Grupo de Bonistas del Canje
en un comunicado.
Ese grupo, integrado por Monarch, HBK Capital Management, Cyrus Capital
Partners y VR Capital Group, entre otros inversores, desmintió además una
versión periodística que indicaba que estaba dispuesto a reducir el valor de su
propuesta, una de las tres que recibió el Gobierno una semana atrás. El grupo posee
títulos por unos 4000 millones de dólares, o el equivalente al 15% de los bonos
de los canjes de 2005 y 2010.
“Contrariamente a los comentarios de fuentes no identificadas en los
medios argentinos, el Grupo de Titulares de Bonos de Canje sigue comprometido
con la propuesta de reestructuración integral que presentó a la Argentina el 15
de mayo”, indicó en un comunicado.
Fuentes cercanas a los acreedores afirmaron a la nacion que los otros
dos grupos, el Grupo Ad Hoc, integrado por Blackrock, Ashmore, Fidelity, T.
Rowe y otros grandes fondos, y el Comité de Acreedores, liderado por Greylock
Capital, recibieron la misma invitación para avanzar en las negociaciones. La
semana pasada, el Grupo Ad Hoc recibió una propuesta de Blackrock para moderar
las pretensiones de su contraoferta, que busca el valor de canje más alto de
todos, mientras que el Comité de Acreedores ya había hecho una contraoferta que
se acerca más a los objetivos de la Casa Rosada. El Grupo Ad Hoc había pedido
“una discusión directa e inmediata”, mientras que el Comité de Acreedores dijo
que se “mantiene comprometido” con alcanzar un acuerdo.
El jueves pasado, el Gobierno extendió la oferta de canje hasta el 2 de
junio, por lo que se espera que la nueva ronda de negociaciones arroje un poco de
luz sobre el futuro de la deuda en los próximos días.
Anteayer, la Argentina cayó en un nuevo “default selectivo” tras
posponer el pago de US$503 millones de intereses de tres bonos Global, cuyo
plazo venció. Sin embargo, en medio de avances en negociaciones contra reloj
con los acreedores, el Gobierno anticipó que “en los próximos días” modificará
su oferta, y los bonistas reiteraron su voluntad para intentar cerrar un
acuerdo por la deuda antes de que venza el nuevo plazo. Aunque se trata del
noveno default de la historia, el incumplimiento quedó, esta vez, “amortiguado”
ante la expectativa de un eventual acuerdo con los bonistas que permita
“curarlo” pronto.
“Está en default la Argentina. Veo mucho que se menciona que es un
default técnico, no lo es. La Argentina tiene una historia en este tema y
muchos piensan que no va a ser la última”, dijo ayer el vicepresidente de la
agencia calificadora de riesgo, Moody’s, Gabriel Torres, en una entrevista con
el programa Dato sobre Dato de radio Milenium.
Torres llevó la mirada más allá del acuerdo: “A futuro, creo que la gran
pregunta es si la Argentina puede volver a los mercados. Tarde o temprano tiene
que volver. Después de que pase todo esto, y aun si el Gobierno logra todo lo
que quiere –remarcó–, la Argentina va a terminar con mucha deuda en dólares y
la única manera de pagarla es volviendo a los mercados”.
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