Por Javier Blanco -
Los bonos soberanos más referenciales volvieron a operarse con alzas
generalizadas ayer, posibilitando un nueva baja de 143 puntos en la tasa de
riesgo país, lo que confirma el cambio de expectativas que se dio en la última
semana en el mercado sobre el desenlace de la renegociación en marcha por el
futuro de esa deuda.
El repunte se
extendió luego de que los grupos de acreedores más grandes presentaran este fin
de semana, a pedido del Gobierno, sus propuestas de reestructuración, lo que
certifica que hay en marcha un diálogo que podría desembocar en acuerdos.
“Esto le quita
carga dramática al vencimiento del viernes que podría gatillar el default”,
explicó un operador, en alusión al final del plazo de prórroga para el pago de
los cupones de los bonos Globales 2021, 2026 y 2046.
“Parece difícil que
se pueda lograr antes del viernes un arreglo, pero las evidencias muestran que
hay negociaciones en marcha y es lo que van incorporando en sus precios los
bonos. Esto no quita que podamos toparnos con algunos episodios de volatilidad
en las próximas ruedas”, explicó a la nacion el economista y director de
Rafaela Capital, Fernando Camusso.
“Los bonos
volvieron a exhibir importantes mejoras promedio del 2,5% en sus cotizaciones y
con un fuerte envión externo de fondo. Esto se debe a que crecen las apuestas
por un acuerdo, a pesar de las diferencias aún vigentes y por pulir entre las
partes”, coincidió el analista y consultor Gustavo Ber. “De ahí que ni el
reconocimiento de que las negociaciones se prorrogarían frena la positiva
expectativa que se generó”, sostuvo.
“Es que aunque no
haya pago el viernes –y eso constituya técnicamente un default– el mercado no
verá nada malo si la negociación continúa unos días más. Es extremadamente
improbable que los acreedores tomen medidas legales mientras las conversaciones
están en curso”, explicó y vaticinó Diego Ferro, al frente de M2M Capital, en
Nueva York.
Factor calendario
En lo formal, el
Gobierno tiene tiempo hasta el viernes a las 17 horas de Nueva York (18 de
Argentina) para anunciar un acuerdo que evite incurrir en un nuevo default.
Pero podría plantearles a los acreedores un pacto (standstill en la jerga) para
prorrogarlo mientras haya un diálogo en marcha.
“El proceso de
renegociación de la deuda tendrá impacto dentro de los próximos 30 años en la
vida de los argentinos”, por lo que “no se puede reducir todo lo que pasará al
viernes. No es adecuado verlo de esta forma”, coincidió en definir ayer en una
entrevista radial el representante argentino ante el Fondo Monetario
Internacional (FMI), Sergio Chodos, tras admitir que existe una alta
posibilidad de que la Argentina entre en “default técnico” temporal ese día
debido al escaso tiempo que existe para lograr un acuerdo, algo que –como quedó
a la vista ayer– no alarma al mercado por el momento.
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