La creciente
brecha cambiaria entre el dólar oficial y los alternativos, sumada a una
fenomenal caída de la recaudación de impuestos, impulsaron al Gobierno a poner
el foco en los grandes contribuyentes de la economía argentina. En ese marco,
la AFIP anunció ayer que ajustará el control sobre las grandes empresas y,
sobre todo, sus movimientos de divisas.
Tal
decisión quedó enmarcada en la resolución general 4717/20, que firmó Mercedes
Marcó del Pont y que se publicó ayer en el Boletín Oficial. La norma incrementa
las herramientas de control y fiscalización de operaciones internacionales
mediante mecanismos que acotan el margen de acción en materia de precios de
transferencia de los grandes contribuyentes.
La
bibliografía sobre precios de transferencia en la AFIP tiene por lo menos una
década. Tales herramientas, impulsadas por la OCDE, sirven para evitar la
erosión de las bases imponibles (sobre las que se tributa) en distintos países.
Se trata de un arma contra la elusión fiscal.
“La
idea de establecer precios de transferencia sirve para que las empresas no
fijen utilidades con sus empresas vinculadas en mercados o países donde se
pagan menos impuestos para evitar pagar gravámenes en sus propios países”,
afirmó un especialista. “Pero esto excede el campo de lo tributario. En ese
contexto de brecha cambiaria parece que el Gobierno busca que las grandes
empresas no les sobrefacturen o subfacturen a otras empresas, principalmente a
sus propias casas matrices, para acceder al mercado oficial del dólar”,
completó.
En un
mercado con muy poco volumen, ayer la brecha entre el dólar oficial y los
alternativos (el contado con liquidación o el MEP) llegó a estar por encima del
80% (más información en la página 18). Ese gap superó el mayor nivel que llegó
a tener en todo el anterior período de cepo cambiario (2011-2015).
No es
la primera medida que toma la entidad que dirige Marcó del Pont vinculada al
tipo de cambio. Horas atrás reinstauró los “valores referenciales de
exportación de carácter precautorio” en la Dirección General de Aduanas (DGA) a
través de la resolución 4710.
Según
reconoció la AFIP, dentro de la resolución sobre precios de transferencia “se
incluyeron herramientas para, por ejemplo, limitar algunos instrumentos
utilizados para la elusión de impuestos, y en el caso de la Argentina, la fuga
de capitales”.
La
nueva normativa prevé mecanismos para limitar los posibles “abusos” que
pudieran ser cometidos a través de operaciones entre firmas vinculadas (entre
ellas, automotrices, alimentarias, laboratorios, entre otros sectores
importantes) y al momento de deducir gastos de las empresas en concepto de
marketing, publicidad y promoción.además, busca evitar“desvíos” en las
transacciones vinculadas a la investigación y el desarrollo.
“Una
práctica habitual en algunos grupos económicos es la de localizar
conceptualmente un principal en una jurisdicción conveniente, y remunerar la
investigación y desarrollo realizada en países como la Argentina sobre la base
de gastos en salarios más un margen. La resolución introduce la posibilidad de
analizar si en la práctica el sujeto local participa en la toma de decisiones
estratégicas, a los fines de determinar si debería participar en las ganancias
de dichas investigaciones”, especificaron cerca de Mercedes Marcó del Pont.
La resolución
incorpora cambios en los formularios que deben presentar las empresas cuando
las operaciones de importación y exportación de bienes entre las partes
independientes en su conjunto superen la suma de $10 millones por período
fiscal.
De la
misma manera, se modifican los sujetos obligados a presentar el Estudio de
Precios de Transferencia. Se incluye a aquellos cuyas operaciones efectuadas
con firmas vinculadas en el ejercicio fiscal resulten iguales o superiores a
$30 millones, según la AFIP. “También deberán presentar esos informes cuando
realicen operaciones con sujetos localizados en jurisdicciones no cooperantes o
de nula o baja tributación”, agregaron.
“En
línea con las recomendaciones del Plan de Acción BEPS, contra la erosión de la
base y el desvío de utilidades (por sus siglas en inglés), de la OCDE-G20, la
normativa también requiere a los grupos económicos con ingresos anuales
superiores a los $2000 millones a presentar los llamados ‘Informes Maestros’,
en los que deberán desglosar ingresos, beneficios, impuestos y otros atributos
de cada grupo por cada jurisdicción fiscal, informes país por país”, cerraron.
La
decisión de la AFIP no se da solo en el marco de la creciente brecha cambiaria.
A eso se suma una fenomenal caída de la recaudación impositiva (solo en marzo
se desplomó 25 puntos porcentuales), que se espera que se profundizará con los
números de abril, momento en que la cuarentena frenó 100% la actividad
económica en la Argentina y buena parte del mundo.
La
diferencia entre los tipos de dólares en el país recrudeció en momentos de
creciente incertidumbre económica, cuando el Banco Central (BCRA) inyecta una
significativa cantidad de pesos a la economía pese a la poca demanda, y pocos
días antes del cierre de la renegociación de la deuda entre el Gobierno y los
bonistas con deuda bajo legislación extranjera.
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