Por el efecto
cuarentena, la inflación se
desaceleró al 1,5% en abril, su nivel más bajo desde diciembre de 2017, de
acuerdo a lo informado este jueves por el INDEC. Sin embargo,
sucedió en medio de dificultades para realizar el relevamiento, al tiempo que
hubo muchos precios que
no existieron debido al cierre total de algunos sectores.
Los incrementos más
importantes se observaron en Alimentos y Bebidas (3,2%), y Recreación y
cultura (2%), con la salvedad de que en este último rubro únicamente se
midieron solo algunos pocos bienes y servicios que se ofrecieron.
Por el contrario,
se observó una nula variación en el rubro Vivienda, y tarifas de agua, gas
y electricidad, producto del congelamiento, y una contracción en los precios de
los rubros Educación (−1,5%) y Comunicaciones (−4,1%).
De esta forma, en
lo que va de 2020 la inflación acumula un alza del 9,4%, mientras que en los
últimos 12 meses alcanza un incremento de 45,5%.
Entre las
estimaciones privadas, se observó bastante dispersión en las mediciones.
Ecolatina, por ejemplo, estimó una inflación de 1,9% aunque en un informe
aclaró que “se relevaron una menor cantidad de precios de diversos bienes y
servicios por la cantidad de comercios cerrados, a la par que otros
directamente no contaron con un precio de referencia”.
Adicionalmente, las
consultoras Orlando Ferreres & Asociados, EcoGo, Seido y FIEL arrojaron
resultados que oscilaron entre el 0,8% y el 1,7%.
Paralelamente, el
último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que publicó el Banco
Central para el mes de abril reflejó que las entidades financieras y
consultoras encuestadas esperaban un aumento del 2,3% para el mes pasado
mientras que la proyección para todo 2020 es del 44,4%, 0,4 puntos por encima
de lo registrado en el anterior REM.
La inflación había
comenzado a mostrar síntomas de desaceleración en el primer bimestre de 2020
pero en marzo trepó al 3,3% producto de un salto en el rubro educación tras el
inicio de clases y una suba en alimentos como carnes, frutas y verduras.
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